Guillermina Nicolasa Bravo Canales (Chacaltianguis, Veracruz, 13 de noviembre de 1920 - Santiago de Querétaro, Querétaro, 6 de noviembre de 2013) fue una bailarina, maestra, coreógrafa y directora de compañía mexicana de danza moderna y contemporánea.

Inició sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Música y dancísticos en la Escuela de Danza del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) (1936). Más tarde ingresó a la academia de la maestra Estrella Morales (1938). En 1939 se integró al grupo de artistas que fundaron el Teatro de las Artes dentro del Sindicato Mexicano de Electricistas, y después se convirtió en el Ballet de Bellas Artes (BBA), del Departamento de Bellas Artes de la SEP. En 1940 el BBA debutó con diversas obras de la coreógrafa norteamericana Waldeen (pionera de la danza moderna mexicana), siendo la más importante La Coronela, que dio inicio a la danza moderna nacionalista. Con el nuevo gobierno, el grupo que trabajó en el BBA fundó el Ballet del Teatro de las Artes (1940) y participó en la gira a universidades de Estados Unidos en 1941.

Guillermina Bravo se inició como maestra de danza en el estudio de teatro de Seki Sano (1946). Ese mismo año, ante la ausencia de su maestra Waldeen, fundó y dirigió del Ballet Waldeen. En 1947 fundó, junto con un grupo de waldeenas, la Academia de la Danza Mexicana (ADM) del Instituto Nacional de Bellas Artes, que recién se había creado en el gobierno de Miguel Alemán bajo la dirección de Carlos Chávez. La ADM surgió como una compañía profesional de danza moderna, dirigida por Guillermina Bravo y con Ana Mérida como subdirectora. Con la ADM realizó varias giras de investigación por zonas indígenas.

En 1948, ante diferencias artísticas y políticas con Carlos Chávez y compañeros de la ADM, Guillermina Bravo y otras bailarinas se retiraron del INBA y fundaron el Ballet Nacional de México (BNM), codirigido por ella y Josefina Lavalle. Esa compañía se convirtió en la institución artística más sólida de la cultura mexicana. En 1991 Bravo y el BNM fundaron en la ciudad de Querétaro, el Centro Nacional de Danza Contemporánea, con el apoyo del INBA, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y el gobierno del estado de Querétaro. El objetivo era impartir estudios con nivel de licenciatura de ejecutante de danza contemporánea, coreografía, docencia, investigación y producción teatral, haciendo una labor pionera en ese estado. El BNM desapareció en 2006, pero se mantiene el Centro Nacional de Danza Contemporánea hasta la actualidad.

La labor de Guillermina Bravo y del BNM llegó a numerosos artistas. Ahí se formaron bailarines y coreógrafos, que se desarrollaron dentro de la compañía o que fundaron las propias. Los bailarines que participaron en el BNM de diversas épocas son: Tanya Aguilar, Pablo Aguilar, Leoncio Anaya, Raúl Almeida, Leticia Alvarado, Bárbara Alvarado, José Luis Álvarez, Miguel Ángel Añorve, Luis Arreguín, Jeannie Baker, Guadalupe Barrientos, Jaime Blanc, Victoria Camero, Carlos Campillo, Juan Caudillo, Claudia Cárdenas, Valentina Castro, Federico Castro, Lin Durán, Luis Fandiño, John Fealy, Rossana Filomarino, Shaula Flores, Raúl Flores Canelo, Carlos Gaona, Lorena Glinz, Esperanza Gómez, Rodrigo González, Alma Guillermoprieto, Enrique Guzmán, Ernesto Hermoso, Amalia Hernández, José Luis Hernández, Isabel Hernández, Yasmin Hernández, Jane Haw, Beatriz Juan Gil, Guillermo Keys, Ricardo López, Víctor López, Anadel Lynton, Sally Margolís, Mayela Marfi, Margarita Martínez, José Mata, Cristina Medellín, Carolina Meza, Norma Moreno, Sergio Morales, Efraín Moya, Gladiola Orozco, Miguel Ángel Palmeros, Eva Pardavé, Rosa Pallares, Héctor Pérez, Óscar Puente, Antonia Quiroz, Karla Rabling, Mabel Ramos, Luis Martín Reséndiz, Claudia Rodríguez, Verónica Rodríguez, Freddy Romero, Jesús Romero , Lidya Romero, Rosa Romero, Guillermo Ruiz, Gilberto Ruiz Lang, Desiderio Sánchez, Francisco Sánchez, Quetzal Santiago, Alejandra Serret Bravo, Guillermo Serret Bravo, Orlando Scheker, Víctor Schetino, José Tobilla, Juan de Dios Torquemada, Bernardo Torres, Guadalupe Trejo, Áurea Turner, Jesús Tussi, Raquel Vázquez, Vilirio Vite, Antonio Viveros, Rayito Zamudio, Iztel Zavaleta, Miguel Ángel Zermeño. Bailarines invitados al BNM: Sonia Castañeda, Alejandro Chávez, Jorge Marcos Manuel, Tulio de la Rosa, Mario Tecla. Coreógrafos invitados al BNM: Gloria Contreras, Christine Dakin, Donlin Foreman, Ana Mérida, Marco Antonio Silva, Philippe Trehet, Yuriko Kikushi, Waldeen, David Wood. Colaboradores del BNM: Takako Asakawa, Guillermo Barclay, Emilio Carballido, José Cuervo, Alberto Dallal, César Delgado, Germán Castillo, Óscar Chávez, Rafael Elizondo, Xavier Francis, Gustavo Estrella, Gabriel Fernández Ledesma, Joan Gainer, Eduardo González, Kazuko Hirabayashi, Carlos Jiménez Mabarak, Jaime Labastida, Mario Lavista, Antonio López Mancera, Jarmila Masserova, Gene McDonald, Leopoldo Méndez, Héctor Mendoza, Guillermo Meza, Carlos Monsiváis, Rosenda Monteros, Guillermo Noriega, Marta Palau, Gabriel Pascal, Luis Rivero, Juan Soriano, Kleómenes Stamatiades, Rufino Tamayo, Luis de Tavira, Raquel Tibol, Tim Wengerd.

Guillermina Bravo estrenó más de 60 obras e impulsó a otros creadores a hacer coreografía, como Jaime Blanc, Federico Castro, Luis Fandiño, Raúl Flores Canelo, Rossana Filomarino y otros. Con el BNM realizó numerosas giras por México; ciudades de Rusia, China, Rumanía e Italia (1957); Cuba (1960 y 1984); Estados Unidos (1966 y 1986); Puerto Rico (1987) y más de quince países de Europa (1974, 1978, 1980, 1988 y 1990). Bravo también realizó viajes de estudio a África (1977), Grecia (1980) y Alemania (1986).

Desde la fundación del BNM se estableció una escuela dedicada a la formación de bailarines. En las primeras épocas trabajaron según los principios técnicos de Waldeen, más tarde de Xavier Francis, y a partir de 1959 empezaron a recibir maestros huéspedes provenientes de la escuela de Martha Graham de Nueva York. El BNM adoptó esa técnica y la difundió en las escuelas del país, hasta que se convirtió en la hegemónica; además permitió la transición hacia la danza contemporánea mexicana, que optó por alejarse del nacionalismo. Con la danza contemporánea Guillermina Bravo y el BNM optaron por la creación de obras abstractas, basándose en los elementos de la danza propiamente (cuerpo, tiempo, espacio, energía). Esto les significó duras críticas de quienes los habían acompañado en su esfuerzo por consolidar la danza nacionalista.

La obra de Bravo El paraíso de los ahogados fue incluida en la serie de televisión realizada por la Unidad de Televisión Educativa y Cultural de la Secretaría de Educación Pública (1984). Bravo recibió numerosos reconocimientos por su labor dentro de la danza: por 20 años de vida profesional en la Olimpiada Cultural (1968); en el Festival de Danza de Guadalajara (1970); en el Festival Internacional Cervantino (1971 y 1976); Homenaje del Ballet Folklórico de México (1976); reconocimiento del estado de Veracruz (1979); se le da su nombre a la Casa de la Cultura de Oaxaca (1980); Homenaje Una vida en la Danza del INBA (1985); Premio José Limón del INBA y gobierno del estado de Sinaloa (1989); Homenaje del Instituto Veracruzano de Cultura (1989); Homenaje por 50 años en de vida artística (1990); en el Festival Nacional e Internacional de Danza Contemporánea de San Luis Potosí se creó el premio “Guillermina Bravo” a la trayectoria artística; Homenaje Nacional, donde participaron toda la comunidad dancística y las instituciones culturales del país (1996). En 1975 por su coreografía en la obra teatral Matka recibió el Premio a la Mejor Coreografía para Teatro de la Asociación de Críticos y Cronistas Teatrales, premio que a partir de ese momento recibe el nombre de “Guillermina Bravo”. En 1977 recibió ese Premio otra vez por su coreografía en la obra La ópera de tres centavos.

Guillermina Bravo fue la primera representante de la danza que recibió el Premio Nacional de de Artes, de manos del presidente de la República (1979), y además, la primera mujer. Creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores desde 1994 y miembro de la Comisión de Artes y Letras del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes hasta su muerte.

Guillermina Bravo es considerada la artista de la danza moderna y contemporánea más importante del país, y es punto de referencia necesario para conocer su historia y la de la cultura mexicana.

Margarita Tortajada