ARTES VISUALES

José Juan Tablada se obsesionó por la estética en todos los ámbitos de su vida

Boletín No. 1440 - 20 de septiembre de 2019
  • En el marco de la muestra Pasajero 21. El Japón de Tablada, fue abordado este tema en una conferencia impartida por la investigadora Ana Garduño

Considerado el artista más completo de México por Ramón López Velarde y uno de los más complejos del modernismo por Salvador Elizondo, José Juan Tablada fue tema de la conferencia José Juan Tablada, coleccionista de exotismos, impartida el jueves 19 de septiembre por la investigadora Ana Garduño en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

El introductor del haikú a nuestro país “es un personaje que a mí me produce mucha pasión, por ser muy polémico”, refirió. En el marco de la muestra Pasajero 21. El Japón de Tablada, abierta hasta el 13 de octubre en el Museo del Palacio de Bellas Artes, la profesora y doctora en historia del arte señaló que Tablada se sintió atraído por Japón luego de que la nación asiática “se abrió” al mundo a partir de 1851.

A mediados del siglo XIX, dijo, se pudieron adquirir estampas japonesas en todo el mundo porque eran muy baratas y fácilmente transportables. “Mucha gente compró estampas eróticas que rayaban en lo pornográfico y Tablada no fue ajeno a esto”.

Garduño agregó que el arte japonés permeó la vida cotidiana de Europa, sobre todo en París, con su influencia en el diseño y la decoración. “Incluso, muchas personas empezaron a vestirse con kimonos, por tratarse de un objeto de lujo y extravagancia. La japonería y el japonismo fueron tendencias en Francia, pero la más importante es la segunda, porque se habla de un coleccionismo más puro hacia el arte de este país oriental”.

Recordó, asimismo, que en México se establecieron relaciones diplomáticas con Japón en 1888, en una época en la que Tablada se caracterizó por ser un mexicano profundamente educado y perteneciente a la élite; letrado e interesado en las vanguardias.

La especialista afirmó que el autor de Li-Po y otros poemas se sintió obsesionado por la estética en todos los ámbitos de su vida. “Su obsesión era la perfección. Por eso se le considera el maestro del grupo de Los Contemporáneos, a la par que fue una especie de padrino del arte mexicano”.

Tablada, añadió, siguió la tendencia de los escritores latinoamericanos obsesionados con París. “Lo suyo es el modernismo, un movimiento artístico de un decadentismo elegante, sofisticado, apasionado y comprometido con lo estético y la belleza. Japón, pronto, formaría parte de su vida”.

A pesar de lo que se piensa, “Tablada sí viajó a Japón, de ahí el título de la muestra. Sin embargo, no le agradó del todo el país oriental, por la pobreza extrema y la prostitución. En sus escritos y pláticas, Tablada negó el Japón real y lo siguió idealizando”.

Garduño comentó que el poeta no fue historiador del arte ni especialista en Japón, pero poseía la biblioteca de arte japonés más grande de México, aunque su viuda la vendió a diferentes coleccionistas.

“El coleccionista Alvar Carrillo Gil fue el heredero directo de José Juan Tablada, quien tuvo varios libros sobre kachoga, yakusha-e, musha-e y bijin-ga, los cuatro géneros tradicionales de la estampa japonesa”, concluyó la especialista.

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