MÚSICA

El estreno de la ópera El gran macabro, de Ligeti, culminará el 41 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez   

Boletín No. 1550 - 08 de octubre de 2019
  • Bajo la dirección concertadora de Ludwig Carrasco se llevará a cabo el domingo 13 de octubre a las 17:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes
  • Surrealista, absurda y poderosísima alegoría del apocalípsis de toda nobleza humana: Kleinburg

El Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez cerrará su edición 41 con el estreno en América Latina de la versión orquestal completa, en formato de concierto multimedia, de la ópera El gran macabro (Le Grand Macabre) de Gyôrgy Ligeti (Rumania, 1923 – Austria, 2006), bajo la dirección concertadora del maestro Ludwig Carrasco, el domingo 13 de octubre a las 17:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Este apoteótico concierto de clausura se llevará a cabo en colaboración entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del más importante encuentro de la música contemporánea en México: el Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, así como del Festival Vértice. Experimentación y Vanguardia.

En este inusitado montaje participarán la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la UNAM, el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, el Coro Universitario de la UNAM Staccato y un elenco de cantantes de ópera formado por Anabel de la Mora, Cecilia Eguiarte, Frida Portillo, Flavio Oliver, Eugenia Fuentes, Hugo Colín, Hernán Iturralde, Rodrigo Urrutia, Andrés Carrillo, Vladimir Rueda, Alberto Albarrán, Jehú Sánchez y Daniel Cervantes. El equipo creativo está formado por Juliana Vanscoit en el diseño de vestuario, Jesús Hernández en la iluminación y Óscar Enríquez en la realización de video.

El gran macabro (Le Grand Macabre) de György Ligeti cuenta con un libreto del propio Ligeti y de Michael Meschke, basado en el drama La Balade du Gran Macabre, de Michel de Ghelderode, y está compuesta en dos actos y cuatro escenas. Su estreno se llevó a cabo en el Teatro Real de Estocolmo en abril de 1978. Ligeti revisó la obra entre 1996 y 1997 para dar forma a esta versión orquestal completa.

El gran macabro es, en sí, una ópera compleja: una locura, confirma el director de orquesta Ludwig Carrasco: “Se trata de un proyecto monumental que, de verdad, es necesario reconocer la osadía tanto del INBAL como de la UNAM y el Foro de Música Nueva de lanzarse a producir este proyecto tan complejo en todos los sentidos, tan ambicioso artísticamente, pero a la vez tan alentador”.

Ludwig Carrasco, recién nombrado director artístico de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, señala que El gran macabro es ya “una ópera clásica” en muchos países de Europa y en Estados Unidos, pero que a México “había tardado mucho tiempo en llegar y en entender. Han pasado 40 años desde que se estrenó la versión original y 20 años de que se hizo la versión que abordaremos: la versión orquestal completa y en formato de concierto multimedia que se estrenó en el Festival de Salzburgo, ya en el siglo pasado (1998)”.

El director concertador recuerda que esta ópera “en sí tampoco se representa tanto como uno quisiera al tratarse de uno de los más grandes compositores del siglo XX, Ligeti, pero eso se debe a lo grande que es la obra, es decir, a la cantidad de técnicos y especialistas que implica su montaje, su producción técnica, como a la calidad y virtuosismo que requiere cada una de sus participantes en el aspecto artístico, no solamente los solistas, sino cada uno de los músicos que intervienen.

“Para mí es un gran honor que me hayan invitado a dirigir el proyecto, porque todos los miembros del elenco son músicos de gran nivel, no solamente grandes voces mexicanas sino también destacados artistas de Argentina y España, así como un destacado equipo creativo. Todo ello le da a esta ópera una dimensión incluso mayor, le dan un rango hispanoamericano”.

Considera que la colaboración del INBAL y la UNAM para concretar este Proyecto “debe ser la fórmula para trabajar de aquí en adelante”: “Quiero decir que es necesario concertar la colaboración de distintas instituciones para grandes proyectos, porque los tiempos han evolucionado y, en este caso, representa un gran esfuerzo económico y logístico para una sola institución. Es estupenda esa colaboración. Ojalá sirva de ejemplo para otros proyectos que, por ello mismo, hasta ahora no se han dado”.

Finalmente, refiere que Ligeti es un autor que ha estado presente en las 41 ediciones del Festival Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez. “Aunque no se pensó así, me parece que es como un homenaje a un referente de la música contemporánea, que ha tenido una gran influencia en la música más reciente entre sus contemporáneos y posteriores.

El genio sonoro del siglo XX escribe una colosal anti-anti-ópera,  inmensa y genial: Kleinburg

En su entusiasmo por la obra, el crítico de arte Gerardo Kleinburg comentó que esta ópera “es una providencial anomalía por donde se le vea. O, mejor dicho, por donde se le escuche”. En primera instancia, agregó, “ningún contemporáneo del autor en su sano juicio deseaba componer una ópera de gran escala que, en tantos sentidos, se acercara a eso que de tal modo les repelía y de lo que hacían denuesto, porque –según ellos– encarnaba lo más rancio y pernicioso del quehacer musical.

Y, en segundo lugar, dijo, “el hecho de que un reconocido compositor avant-garde decidiera arrojar sobre una partitura toneladas de guiños y citas de compositors, como Monteverdi, Mozart, Beethoven, Rossini, Offenbach o Verdi –entre muchos otros–, que apelara de nuevo a una verdadera vocalidad (coloratura incluida) y que se alejara tan notoriamente de esquemas composicionales preestablecidos y se ciñera pura y llanamente a la teatralidad musical, fue considerado no por pocos como un sacrilegio que acarreaba un anatema.

“Ligeti ignoró todos estos riesgos, eligió una obra teatral del poco conocido autor flamenco Michel de Ghelderode (La Balade du Grand Macabre), escribió un libreto a partir de ésta en colaboración con Michael Meschke, director del Teatro de Marionetas de Estocolmo, y se lanzó de lleno –con todo su arsenal musical– a pintar esta surrealista, absurda y por ende poderosísima alegoría del final de los tiempos. O, dicho con más hondura, del apocalípsis de toda nobleza humana”.

Y es que, El gran macabro incluye desde un “monteverdiano prólogo” para 12 cláxones hasta una passacaglia arcaizante –pasando por gritos, eructos, una cita del Can-can de Offenbach, bravísimos pasajes de coloratura, hilarantes polifonías onomatopéyicas, pasajes para solo de timbres o de órgano eléctrico, incluida la participación de instrumentos como la armónica cromática, los bongós, la mandolinas y los silbatos–, incluso no escatima recursos, variantes, propuestas, provocaciones y parodias para pintar acaso uno de los más grandes frescos sonoros de la condición humana jamás realizados.

Se puede decir –concluye Kleinburg– que este genio sonoro del siglo XX escribe una colosal anti-anti-ópera. Es decir: una gran ópera. Inmensa y genial. Acaso la última que puede recibir esos calificativos.

El gran macabro (Le Grand Macabre) de Gyôrgy Ligeti será el concierto de clausura del 41 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez y se llevará a cabo el domingo 13 de octubre a las 17:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección concertadora de Ludwig Carrasco.

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