LITERATURA

Reflexionan poetas indígenas sobre la riqueza lingüística de México y su preservación

Boletín No. 241 - 22 de febrero de 2020
  • Participaron la y los poetas náhuatl Nadia López García, Iván León Javier y Santos de la Cruz en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna
  • Alertaron sobre la posible desaparición de 240 lenguas en la próxima década

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, en México se hablan 68 lenguas indígenas, lo que lo ubica en el segundo país latinoamericano y en una de las naciones a nivel mundial con mayor diversidad lingüística, expresó el poeta náhuatl Iván León Javier al participar en la mesa de reflexión La lengua como legado simbólico y artístico de las diversas expresiones del pensamiento contemporáneo, en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, que se llevó a cabo en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.

El escritor comentó que es increíble escuchar todos los días tal cantidad de lenguas en nuestro país. Después de Papúa, Nueva Guinea y Brasil, México y Colombia son de los países más diversos en lenguas originarias. “No debe olvidarse que esto es un patrimonio de todos y como mexicanos tenemos que solidarizarnos y buscar alternativas para que podamos conectarnos en esta diversidad”.

La cotidianeidad no nos permite ver esta diversidad, por lo cual se debe revalorar y coadyuvar para que ésta se siga desarrollando en todo el territorio nacional, comentó el también profesor quien escribe en su idioma materno.

Iván León señaló que en los siglos XIX y XX se aplicaron políticas educativas y lingüísticas que pretendieron menguar esta diversidad, pero por fortuna el panorama actual es distinto porque se toma al pie de la letra el artículo segundo de la Constitución que reconoce a México como un país pluricultural.

Añadió que México cuenta con una Ley General de Derechos Lingüísticos en la que se reconoce la diversidad de idiomas, así como un catálogo de lenguas nacionales, publicado en 2008, en el que el Estado mexicano reconoce 11 familias lingüísticas, de las cuales se derivan 68 lenguas indígenas, que a su vez derivan en 364 variantes.

Apuntó que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a nivel mundial cada dos semanas desaparece una lengua, es decir, que al año se extinguen 24. De seguir, así dentro de 10 años no conoceremos 240 lenguas, tomando en cuenta que en todo el mundo se hablan aproximadamente siete mil idiomas.

Advirtió que a este paso, a finales del siglo XXI desaparecerá la mitad de las lenguas originarias que se hablan en todo el planeta. México no está exento de esto y tiene que ver con factores culturales, políticos e ideológicos.

Al precisar que las lenguas originarias no son dialectos, sino variantes lingüísticas, porque este término se ha utilizado de manera peyorativa, afirmó que son sistemas comunicativos que fortalecen la unión entre los pueblos. “Cuando un pueblo pierde su lengua no sólo pierde una herramienta de comunicación, sino también su memoria y su medicina tradicional, entre otros elementos”.

Al respecto, puntualizó que a través del lenguaje los pueblos originarios descifran los secretos de la naturaleza, como por ejemplo el cultivo del maíz y las formas de curar el alma y el cuerpo.

“La pérdida de cualquier lengua humana es una tragedia terrible para todos. Mediante las lenguas indígenas clasificamos el mundo y describimos y nombramos nuestra realidad, incluso han servido para el conocimiento y el fortalecimiento científico”, concluyó Iván León Javier.

La poeta Nadia López García y el poeta Santos de la Cruz también participaron en esta actividad y cada uno habló de la génesis de su propio quehacer poético. Ambos dijeron que el náhuatl es la lengua del futuro y una de las más poéticas que existen en todo el país, lo cual fue avalado por la organizadora del evento Jennifer Moreno, fundadora y titular de la compañía teatral La Paradoja del Gato, que se ha especializado en la investigación y la representación teatral en lengua náhuatl.