LITERATURA

Amparo Dávila puede ser vista como una cuentista excepcional: Alejandro Toledo

Boletín No. 180 - 20 de febrero de 2018
  • Homenaje por sus 90 años de nacimiento
  • Participan Laura Cázares, Agustín Ramos, Alejandro Toledo y la homenajeada
  • Martes 20, de febrero a las 19:00 en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Como parte de las actividades para celebrar 90 años del nacimiento de la cuentista y poeta Amparo Dávila, la autora recibirá un homenaje en el Palacio de Bellas Artes en el que participarán Laura Cázares, Agustín Ramos, Alejandro Toledo y la propia autora, este martes 20 de febrero a las 19:00 en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Personajes bondadosos que se convierten en temibles criaturas, escenarios cotidianos que de pronto son espacios infernales y espirales de desesperación intrapersonal son solo algunos de los rasgos más característicos de la obra de la autora zacatecana. A propósito de su participación en el homenaje, el escritor Alejandro Toledo opinó sobre el punto de referencia que la obra de Amparo Dávila significa en la literatura mexicana.

Ella es parte de un paisaje en el que se ubican, entre otros, Alfonso Reyes, Francisco Tario, Juan José Arreola, Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco. “Amparo Dávila puede ser vista como una cuentista excepcional. Su perfil más significativo es el horror. En sus primeros relatos se adivinan lecturas como las de Kafka, con aquel artista del dolor que desciende acaso del artista del hambre”, asegura.

“Lo que ocurre es que la literatura fantástica mexicana ha sido leída de forma aislada, fragmentando los hallazgos y todavía no hay una visión integral. Por ello se suelen cometer injusticias, olvidando de pronto a autores fundamentales como ella. Creo que Amparo Dávila continúa, en cierto modo, lo que desarrolló Francisco Tario e incluso, veo coincidencias…”.

Toledo también señala las dos interpretaciones más comunes de la obra de Dávila: quienes etiquetan su literatura como fantástica y quienes señalan que su verdadera esencia anida en la realidad que hay en ellos. “Siempre hay algo bestial en sus relatos… y esa realidad extraña puede venir o no del interior de sus personajes. Su terror es interno, no sólo psicológico. Hay fronteras entre la realidad y el sueño por los que navega, su narrativa es como un barco hábil que sabe ir de aquí para allá. Crea una situación misteriosa que no se extingue cuando el texto concluye”.

Poco se habla de la poesía que escribió Amparo Dávila. ¿Qué puede encontrar el lector en esta otra veta literaria de la autora? “En principio ella fue poeta. Sus primeros libros de versos son anteriores a los cuentos. Y lo que veo aquí es que están plasmadas, en metáforas, las horas del día en que se moverán los cuentos, entre el crepúsculo y la noche, que es a la vez el tránsito entre la vida y la muerte. Empieza con los Salmos bajo la luna, un libro de 1950. ‘Me sorprendo cercana de la noche’, dice en Perfil de soledades, de 1954. La poesía fija el tiempo y la imagen de los relatos, donde esto se desarrollará ya de modo anecdótico y sorpresivo”, finalizó el autor.

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