MÚSICA

La OCBA interpretará obras Ginastera y Piazzolla bajo la dirección huésped del argentino Luis Gorelik

Boletín No. 289 - 14 de marzo de 2018
  • Son piezas que muestran una gran paleta de colores con un contenido emocional muy fuerte y técnicamente muy complejas: Gorelik
  • El jueves 15 y el domingo 18 de marzo, en la Sala Manuel M. Ponce y en el Conservatorio Nacional de Música, respectivamente

Con obras de Alberto Ginastera y Astor Piazzolla que rara vez se interpretan en el repertorio internacional, el argentino Luis Gorelik regresa a México para dirigir a la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) en el programa 5 de la temporada 2018 Los sonidos del viento. Ofrecerán dos conciertos, el primero será el jueves 15 de marzo, a las 20:00, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y el segundo el domingo 18 de marzo, a las 12:00, en el Conservatorio Nacional de Música.

“Tuvimos ya el primer ensayo junto con la violinista Aisha Syed y fue muy satisfactorio. Yo no conocía a la OCBA, esta es la primera vez que trabajo con ella y pude ver a un grupo orquestal profesional muy entusiasta e interesado en abordar nuevos estilos, porque vamos a tocar algo que no es usual”, afirmó en entrevista el director huésped.

Y continuó: “Son obras que pertenecen a lo mejor del acervo de la música latinoamericana, con una paleta de sonidos fuera de lo que normalmente la gente está acostumbrada a escuchar y que usualmente se tocan poco”.

Afirmó que en los conciertos se mostrarán diferentes aspectos de algo muy complejo, música compuesta por un entramado multicultural influenciado por distintos lenguajes. “Estamos hablando de tres obras que muestran una gran paleta de colores con un contenido emocional muy fuerte y técnicamente muy complejas, tanto para la solista como para la orquesta”, detalló Gorelik, quien, en 2016, conmemoró los 40 años del exilio argentino junto con la Orquesta Filarmónica de la UNAM.

Las piezas que la OCBA llevará a la Sala Manuel M. Ponce y al Conservatorio Nacional de Música serán el Concierto para cuerdas, op. 33 y Pampeana núm. 1, op. 16 de Alberto Ginastera, además de Las cuatro estaciones porteñas de Astor Piazzolla.

“Son obras que están emparentadas, porque ambos compositores buscaron reflejar distintos aspectos de la música argentina. Además, Piazzola fue alumno de Ginastera, aunque al primero se le relaciona más con la música popular.

“Entre los dos hay muchos hilos en común. Primero, la búsqueda de una identidad; segundo, ambos utilizaron elementos de la música popular mezclados con la europea: Ginastera estuvo muy influenciado por Béla Bartók; Piazzola por Bach, Stravinski, Vivaldi en el caso de las Estaciones porteñas”.

Para el conductor, quien ha estado al frente de las orquestas sinfónicas nacionales de Argentina, Islandia, Macedonia, Colombia, Chile, Cuba, entre otras, la música va más allá de la partitura: “La partitura es un texto y como texto es muy imperfecto. La música no es la partitura. La música empieza más allá; eso lo tiene que entender perfectamente uno como director y conocer cabalmente la partitura”.

Sobre el porqué las obras de compositores como Ginastera y Piazzolla se tocan muy poco a nivel internacional, Gorelik dijo que tiene que ver con que normalmente las orquestas del mundo transitan por un corpus de 60 a 80 obras por año, que son las del repertorio tradicional centroeuropeo, que va desde mediados del siglo XVIII, el XIX y principios del XX.

“Es el momento de entender que hay que abrir un poco la mente y dirigir la mirada hacia otros compositores, hacia otros estilos, hacia otras músicas, por ejemplo, la música latinoamericana o de otras partes del mundo”.

Respecto a los conciertos aseguró que el público tendrá la oportunidad de experimentar nuevos sonidos y sensaciones a través de dos compositores que marcaron la historia de la música argentina y latinoamericana.

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