Diez razones para no perderse Nacho López. Fotógrafo de México en el Museo del Palacio de Bellas Artes

• Exposición que rescata, mediante 235 fotografías, el trabajo y las aportaciones visuales de Ignacio López Bocanegra

• Hasta el 10 de julio en las salas de la planta baja y el segundo piso del recinto de mármol

El Museo del Palacio de Bellas Artes anuncia el próximo cierre de Nacho López. Fotógrafo de México, exposición que rescata, mediante 235 fotografías, el trabajo y las aportaciones visuales de Ignacio López Bocanegra. A continuación se enlistan diez razones para no perdérsela:

1. Es la primera gran retrospectiva a 30 años del fallecimiento del artista de la lente, que reúne gran parte de su trabajo dentro del fotoperiodismo, la danza, la cinematografía, el arte e, incluso, su etapa experimental. Deja ver la modernidad naciente del siglo XX y la vida de la ciudad y sus rostros que, sin duda, constituyen una forma de entablar comunicación con nuestro presente.
2. El 98 por ciento de las fotografías que se exhiben son vintage, esto es, impresiones de época, muchas veces realizadas por el propio artista, no mayores a cinco años después de capturada la imagen.
3. En ellas se puede ver el sentido del humor y la picardía, características de sus composiciones dedicadas a retratar la vida cultural y social del México de mediados del siglo pasado, especialmente la de su capital y sus transeúntes.
4. El interés del fotógrafo no radicó únicamente en la vida citadina, sino también en el mundo indígena, el cual concibió como un espacio de enseñanza y aprendizaje. En sus piezas puede apreciarse la convivencia de diversas etnias y sus tradiciones ancestrales.
5. Se resalta su labor como fotoperiodista en revistas como Mañana  y Siempre!, en las que utilizó su concepto conocido como acción provocada, basado en retratar la reacción de las personas ante hechos planeados por él mismo. Algunas de sus series más notables son La Venus se fue de juerga por los barrios bajos (1953) y Cuando una mujer guapa parte plaza por Madero (1953).
6. A lo largo de la Sala Jorge González Camarena, una de las seis de la planta baja y el segundo piso del recinto de mármol que albergan esta muestra, se puede observar la etapa experimental de Nacho López, pocas veces indagada con anterioridad. Sus fotomontajes, sus imágenes abstractas sobre cuerpos y objetos, y sus propuestas para capturar imágenes aun sin cámara fotográfica, así como sus exploraciones técnicas como las basadas en vaselina (vasedactigrafías), integran esta selección.
7. Sus aportaciones fílmicas se revelan en el apartado Lo cinematográfico, donde se presentan documentales realizados por él, como Todos somos mexicanos (1958) y Misión de chichimecas (1970), así como la cinta experimental Los hombres cultos (1972).
8. El interés de Nacho López por la danza es patente en las series de coreografías como Zapata (1953) de Guillermo Arriaga y Redes (1951) de José Limón, y en retratos de intérpretes de gran renombre, como Lupe Serrano.
9. El público puede disfrutar de un espacio lúdico que recrea la etapa experimental del creador e intervenir un maniquí como lo hizo en La Venus se fue de juerga por los barrios bajos.
10. Por último, esta exposición no solo está compuesta por fotografías, sino también por objetos personales, como tarjetas de presentación, sellos para fotos y cámaras que utilizó el propio Nacho López, lo que permite conocer al artista desde todos sus ángulos.

Nacho López. Fotógrafo de México está abierta hasta el 10 de julio, de martes a domingo de las 10:00 a las 18:00. El costo del boleto es de 60 pesos. La entrada es gratuita para estudiantes, maestros, mayores de 60 años, menores de 13, discapacitados y pensionados, y para el público en general los domingos.

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