La exposición revisa los aspectos que hicieron del muralismo una de las vanguardias artísticas más relevantes del siglo XX, al tiempo que se reflexiona sobre sus contradicciones, alcances y omisiones, bajo una mirada transversal que incorpora perspectivas de género, historia y teoría crítica. De esta manera, propone una reflexión que permita aquilatar su contemporaneidad, tanto la que tuvo en su momento cultural y social de origen como la que guarda hoy, a cien años de su emergencia.
El muralismo conformó una corriente y postura estética de vanguardia, caracterizada por la incorporación de técnicas y materiales novedosos, además del empleo de formas y lenguajes experimentales y alternos en la tradición de la pintura mural. Asimismo, destacó por la búsqueda de otras formas de organización para la producción artística y de la necesidad de dotar de un sentido de lo público, lo pedagógico y lo social en el arte. En ese sentido, si bien sería un equívoco afirmar que el muralismo marca el inicio del arte moderno en nuestro país, o que antes de este o de manera paralela no hubiera habido propuestas que propugnaban por una renovación estética —a nivel formal y conceptual—; también lo sería considerarlo como una propuesta oficialista y unívoca.
Curaduría: Equipo curatorial del MAM