La música de Gerardo Tamez forma parte del patrimonio musical de todos los mexicanos: Lidia Camacho
- Anoche en la Sala Manuel M. Ponce, la titular del INBA entregó la Medalla Bellas Artes al autor de obras como Tierra mestiza
- “Seguiré componiendo; no prometo la perfección, pero sí la gracia”, dijo el guitarrista al agradecer la máxima distinción de la institución
Si hubiera que resumir en pocas líneas el carácter distintivo del quehacer musical del guitarrista Gerardo Tamez (Chicago, 1948), habría que destacar su sentido intuitivo tomado del folclore, y su aplicación, inteligente y natural de técnicas de composición formal.
Así lo expresó la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, al hacer entrega de la Medalla Bellas Artes al guitarrista y compositor mexicano Gerardo Tamez, en un acto realizado el lunes 20 de agosto por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Autor de composiciones icónicas dentro del repertorio musical del país, como Tierra mestiza, Concierto San Ángel y Sonfonía, entre otras, Tamez –miembro fundador del grupo Los Folkloristas—recibió la máxima distinción del INBA “por sus méritos y por el estímulo que él constituye” para sus colegas y discípulos. “Gracias por tu música, que ya forma parte del patrimonio musical de todos los mexicanos”, dijo la funcionaria federal.
Acompañada por José Julio Díaz Infante, coordinador nacional de Música y Ópera del INBA; del compositor Arturo Márquez y el propio galardonado, Lidia Camacho consideró que la obra de arte tiene su origen en la necesidad de su autor de expresarse: lo impulsan su tradición y su deseo de innovar, de sumar sus aportaciones al lenguaje universal.
En ese sentido, agregó, Gerardo Tamez se ha comprometido con su país y su cultura, y tiene una vasta experiencia en música de concierto. “Y algo muy importante es precisamente ese puente que ha construido entre lo tradicional y la música de concierto, algo que de verdad lo ha caracterizado y le ha permitido tener un sello personal, muy auténtico y único”, añadió la directora general del INBA.
La funcionaria destacó que la música de Tamez es material obligado en planes de estudio de conservatorios del país y del extranjero, y por ello “le estamos también profundamente agradecidos, porque ha sido un maestro ejemplar en la vida de nuestras instituciones”.
Su obra Tierra mestiza, a 42 años de haber sido estrenada en el Palacio de Bellas Artes, sigue formado parte del repertorio de solistas y ensambles de todo el mundo. Hay quienes la consideran un segundo himno mexicano y una composición anónima, “lo que representa el más grande honor para cualquier músico, porque sugiere que procede del lejano fondo de la memoria musical de un pueblo”, concluyó la titular del INBA.
Acompañado por su madre Elena Domínguez, su esposa Guadalupe Sierra, entre otros familiares y amigos, Gerardo Tamez dijo sentirse “muy agradecido y honrado de recibir la máxima distinción de esta institución, el INBA”, y agregó que se trata de un reconocimiento que debe compartir con muchos amigos y colegas.
Entre ellos, dijo, el grupo Los Folkloristas, con el que inició hace 52 años; el Terceto de Guitarras Ciudad de México, con el que hace 30 años incursionó en la composición de música de concierto, y el Ensamble Tierra Mestiza, además de “tantos músicos anónimos, folclóricos y populares, que son los responsables y hacedores de nuestra identidad y carácter y que han permitido en forma generosa que yo aprenda de ellos”.
Luego precisó un dato: fue un 20 de agosto como hoy, hace 42 años, con Los Folkloristas, cuando estrenamos aquí en el Palacio de Bellas Artes mi obra Tierra mestiza. Ese día comencé mi camino como compositor, dijo.
Posteriormente contó que un día leyó una frase que decía: “Es preferible la gracia de la imperfección, que la perfección sin gracia”. Por ello expresó: “Siento que los mexicanos no somos una cultura perfecta, pero sí tenemos mucha gracia. México y su gente lo son, y así hemos asimilado nuestra afluentes indígena, española, africana y árabe”.
“Nuestro pueblo ha sabido asimilar tantas aportaciones de fuera y de adentro, y hemos creado nuestro estilo con gracia. Cuando ese arte se mezcla con la profundidad de las raíces de nuestra identidad, me siento más afortunado”, subrayó.
Reflexionó en que “la búsqueda de nuestra identidad, lejos de ser una obligación o un decreto, es una necesidad que nos da un sustento dentro del alma para proyectar y para recibir. Ahora estamos en una época en que se borran las fronteras entre la música cultural y la popular, y hay un sano intercambio de este arte sonoro, de tal forma que nuestros nuevos compositores escriben basados en la tradición”.
“Carpentier escribió: Obsérvese que cuando un músico nuestro alcanzó niveles cimeros, ayer como hoy, fue siempre en perfecta armonía, entendimiento y convivencia cordial con el autor de músicas menos ambiciosas, destinadas al baile, al teatro sin pretensión, o el mero jolgorio de cada día, y es que este último fue siempre el inventor de nuestros estilos musicales. Yo continuaré trabajando en la composición y no les prometo la perfección, pero sí seguir intentando la gracia”, concluyó Tamez.
Luego de la proyección de una semblanza, en breve diálogo con el artista galardonado, Arturo Márquez expresó que Gerardo Tamez compuso Tierra mestiza, una obra emblemática para nuestro país, cuando los compositores buscaban un camino, luego de la época del nacionalismo musical.
“En esos años cincuenta, Tamez escribía ya música con voz propia. Tierra mestiza significó un punto de partida para muchos compositores, nos mostró el camino a quienes buscábamos la forma de hacer una música nueva, pero que tuviera que ver con nuestras raíces. Gerardo Tamez es pionero en este aspecto, es un parteaguas dentro de la música mexicana y latinoamericana, es un maestro y muchos le debemos mucho”, finalizó.
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