ARTES VISUALES

Desde Facebook Live se pudieron seguir los pasos de Archer Milton Huntington

Boletín No. 1194 - 30 de agosto de 2018
  • El historiador de arte Luis Javier Cuesta guio un recorrido por la exposición Tesoros de la Hispanic Society of America que se exhibe en el Museo del Palacio de Bellas Artes

Un acercamiento a las más de 200 piezas que conforman la exposición Tesoros de la Hispanic Society of America, fue el que realizó ayer por la noche el historiador de arte Luis Javier Cuesta durante la última Noche de museos de la muestra que alberga el Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 23 de septiembre.

El recorrido que fue transmitido vía Facebook Live, en la página del Palacio de Bellas Artes y de Once Noticias, adentró a los presentes y a los espectadores virtuales por la colección reunida gracias al empeño de Archer Milton Huntington, norteamericano que se enamoró del arte hispano, lo que lo llevó a recorrer la península ibérica y países de Latinoamérica para fundar la Hispanic Society, que abrió sus puertas en 1908.

El hecho de que ahora estemos en Facebook Live es importante. Utilizamos los recursos para lograr un acceso universal a la cultura, dijo Cuesta. Las personas que no pueden venir, viven la experiencia a través de este medio, aseguró.

Seguido discretamente por público que se encontraba en la muestra y en compañía de una reportera de Canal Once, Cuesta exploró primero en las colecciones de cerámica. Mencionó que la cultura islámica fue fundamental en el uso de la técnica.

El recorrido continuó por la sala en la que se exhiben algunos documentos con sellos reales y cardenalicios; posteriormente, por las piezas de orfebrería y hierro de los siglos XIV al XVI, como aldabas.

Luis Javier Cuesta comentó que la colección es un reflejo del gusto de una persona por la cultura hispánica. Huntington compraba las cosas que le gustaban, lo convirtió en su trabajo y su pasión, era diferente al resto de los coleccionistas que pretendían inflar el mercado del arte.

En la sección de ornamentos litúrgicos destacó las vestiduras de los clérigos, como las capas pluviales de terciopelo con bordados de hilos de oro y plata; algunas presentan escenas de la vida de Cristo y entorchados florales. En el mismo espacio se encuentra una Biblia del siglo XIII y un libro de horas, cuyas letras doradas destacan sobre el fondo negro. Resaltó que aunque no son muchas las piezas, sí son muy singulares y fueron elegidas con sumo cuidado.

Entre los libros señaló el que contiene los estatutos de la Cofradía del Hospital de Valladolid, el cual está ricamente iluminado. Un libro, dijo, podía valer más que cualquier obra de arte, eran el orgullo de reyes y les tenían más aprecio que a sus joyas, ya que antes de la aparición de la imprenta se copiaban a mano, por lo que solo las clases sociales elevadas podían poseerlos.

Del panorama de la antigüedad prerromana, Cuesta se trasladó al Siglo de Oro del arte español, con cuadros de Diego Velázquez, Francisco de Zurbarán y Luis de Morales, representante del manierismo reformado.

El retrato del conde-duque de Olivares, pintado por Velázquez, señaló, costó 650 mil dólares en el año de 1910, precio que pagó la madre de Huntington para obtenerlo. Aunque fuera solo por ver esa obra o la de La duquesa de Alba, vale la pena venir a la exposición, afirmó.

“Con obras de Velázquez, Goya, Zurbarán, Murillo, Cano, cuesta trabajo saber si estamos en El Prado, el Hermitage o el Palacio de Bellas Artes”, comentó el historiador. “Son piezas únicas, pero qué piezas”. Hay piezas que no habían salido nunca de Manhattan, señaló, por lo que es una oportunidad de oro verlas en el Palacio de Bellas Artes.

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