ARTES VISUALES

Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano, dos Adictos a Remedios Varo

Boletín No. 1653 - 14 de noviembre de 2018
  • Pareja fundamental en la preservación de la memoria de la artista
  • La muestra del MAM incluye las obras As del volante y Música del bosque, piezas en las que son representados
  • La exposición permanecerá en exhibición hasta febrero del próximo año

Con una mirada íntima a su vida y objetos personales, la exposición Adictos a Remedios Varo. Nuevo legado 2018deja ver el mundo alrededor de la obra de la pintora surrealista, el cual permeará las salas de exposición del Museo de Arte Moderno (MAM) del Instituto Nacional de Bellas Artes hasta febrero del próximo año.

Dos personas fueron fundamentales en la preservación de la memoria de Remedios Varo después de que inesperadamente muriera de un paro cardiaco el 8 de octubre de 1963. El primero fue el empresario austriaco Walter Gruen, su pareja desde 1952, quien se empeñó en clasificar los documentos, transcribirlos, estudiarlos y convertir esa miscelánea de efectos personales y papeles en un archivo que hoy es fuente de investigación.

Más tarde, al tesón de Gruen se sumó el de su pareja Anna Alexandra Varsoviano. De igual manera ella continuó la tarea y promovió con amable firmeza la obra de Remedios Varo.

A ambos está dedicada la muestra como agradecimiento por hacer del MAM el depositario de un fondo que arroja nuevas luces a una generación de creadores que iluminó la escena artística de México, así como a una artista cuyo legado permanece hasta nuestros días. Aselebra el legado del archivo personal de Remedios Varo al MAM, del cual se hace una primera revisión a lo largo de esta exposición.

Cada uno de los integrantes de la pareja es representado en las obras As del volante y Música del bosque. La curadora Marisol Argüelles indicó que la primera es una obra tardía de la artista. “Representa a Alexandra, ella era alemana, cantante de ópera. Cuando llega a México le recomiendan buscar a Walter porque era un melómano, un amante de la música; entonces cuando ella saca su licencia de manejar, Remedios Varo le pinta este cuadro, el cual tiene atrás la dedicatoria”.

Mientras tanto, “Música del bosque es el último dibujo que Remedios Varo hizo, el único que no se convirtió en óleo. Ella no consideraba que los dibujos fueran obra terminada, muchos los regalaba o los rescataba Walter. Para ella eran una herramienta de preparación, calcaba después y sobre eso ya pintaba, nunca hizo un dibujo que no tuviera un óleo, porque el dibujo no le interesaba, era únicamente como parte experimental y esta es la única pieza que no porque ella muere. Walter contaba que era un cuadro que la artista le estaba pintando y que decía que lo representaba porque era un gran aficionado a la música”, explicó Argüelles.

Además de los dibujos y bocetos que se fusionan ahora con el acervo del MAM, uno de los conjuntos más valiosos de esta donación es la correspondencia que conservó Varo con sus amigos íntimos, casi todos llamados a convertirse en personajes ilustres. Se han reunido en esta exposición incontables cartas que revelan la cercanía de Gunther Gerzso, Óscar Domínguez, Victor Brauner, Edward James, Eva Sulzer, Octavio Paz y César Moro, quien le hace saber que “aunque hubieran pasado más años, yo hubiera permanecido adicto a Remedios”.

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