ARTES VISUALES

El pensamiento de la arquitecta Ruth Rivera, vigente sobre todo por sus valiosas recomendaciones de la ética profesional

Boletín No. 841 - 09 de junio de 2019

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  • Cuadernos de Arquitectura. Ruth Rivera se presentará el martes 11 de junio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
  • Editados de 1961 a 1994, los volúmenes son material de consulta para estudiantes e investigadores

Cuadernos de Arquitectura. Ruth Rivera, publicación que aborda la discusión de la teoría y la historia de la arquitectura de diversas latitudes y épocas como pauta necesaria para contar con una visión clara de dicha disciplina, será presentada el martes 11 de junio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Es necesario tener en cuenta que la arquitectura ha sido en todos los tiempos la gran relatora de su cultura; uno de los mejores espejos en los que se retrata nuestra sociedad. A grandes rasgos esta era la ideología de Ruth Rivera Marín, arquitecta, escritora, antropóloga y esposa del recién fallecido artista visual Rafael Coronel.

“El pensamiento de Ruth Rivera sigue vigente, sobre todo por sus valiosas recomendaciones de la ética profesional”, aseveró en entrevista la arquitecta Laura Olivia Aranda Cortés, quien presentará este volumen junto con Estefanía Chávez de Ortega y la subdirectora general del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Dolores Martínez Orralde, bajo la moderación de la directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL, Lizbeth Aguilera Garibay

Los Cuadernos de Arquitectura fueron creados por Ruth Rivera durante su gestión como titular del entonces Departamento de Arquitectura del INBAL. Fueron editados de 1961 a 1994, y aún en la actualidad son consultados por estudiantes e investigadores. El primer número, Documentos para la historia de la arquitectura en México, fue dedicado a la construcción del Palacio de Bellas Artes.

Por primera vez, Cuadernos de Arquitectura está dedicado a Rivera Marín (1927-1969), incansable promotora del quehacer arquitectónico del patrimonio nacional e hija del muralista Diego Rivera y de la escritora Guadalupe Marín.

“A través de esos cuadernos, Ruth Rivera nos muestra la riqueza de su pensamiento, debido a que razonaba sobre temas tan diversos, como arquitectura, urbanismo, patrimonio nacional y plástica, entre otros que en la teoría deberían de estar presentes en todo momento, pero que en la práctica no lo están”, afirmó Aranda Cortés.

“Las ideas de Ruth Rivera son pertinentes ahora, porque el programa arquitectónico debe de surgir de las necesidades de un tiempo en particular. Su visión teórica e histórica del quehacer de la arquitectura es aplicable a cualquier época. Es por eso que en sus textos hace recorridos de la América prehispánica, cuando la arquitectura tenía una misión mística y simbólica, hasta los años 60 del siglo pasado”.

Agregó que, en la actualidad, al contrario de lo que pensaba Ruth Rivera, la visión de la arquitectura ha cambiado, ya que predomina el interés económico sobre otros puntos de beneficio colectivo.

Ruth Rivera participó en los proyectos de construcción del Centro Médico Nacional y colaboró con Pedro Ramírez Vázquez en la elaboración del proyecto arquitectónico del Museo de Arte Moderno, que en septiembre cumplirá 55 años.

Fue la primera mujer en ingresar a la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional. Posteriormente se dedicó a la docencia. De 1959 hasta su muerte, fue jefa del Departamento de Arquitectura del INBAL, además de haberse dedicado durante su gestión a la publicación de Cuadernos de Arquitectura.

En el campo de la teoría de la arquitectura y el urbanismo hizo importantes aportaciones. Escribió artículos y libros, como Meditaciones ante una crisis formal de la arquitectura, Treinta años de funcionalismo en la ESIA, Urbanismo y planificación en México, Anahuacalli y Arquitectura viva japonesa.

En lo profesional rechazó el internacionalismo y la repetición e imitación de la cultura europea, ajenas a las necesidades del pueblo y la geografía mexicanos, en defensa de una arquitectura plural atenta a los factores culturales y a las circunstancias. Su mayor obra, realizada entre 1945 y 1957 con Diego Rivera y Juan O’Gorman, fue el Museo Anahuacalli.

Otra frase memorable de Ruth Rivera aparecida en Cuadernos de Arquitectura es: “El arquitecto actual tiene que estar ampliamente preparado, conociendo, internándose en su realidad social para poder cumplir con la labor que de él se espera”.

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