DANZA

Finalizó el Primer Festival de Danza Gay de la Ciudad de México

Boletín No. 849 - 10 de junio de 2019
  • Una docena de compañías ofrecieron piezas de géneros como danza contemporánea y ballet

Después de tres noches de presentaciones de propuestas contemporáneas, folklóricas y clásicas en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, finalizó el Primer Festival de Danza Gay de la Ciudad de México.

“Este festival lo tenía pensado desde hace muchos años, pero cuando inicié con la compañía La Cebra Danza Gay todavía había muy pocos coreógrafos arriesgados. Hoy, afortunadamente, después de todos estos años, hay muchísimos coreógrafos en todos los géneros de danza que están lanzándose con sus propuestas y sus temáticas”, aseveró el director del encuentro, José Rivera Moya.

“Fue muy grato, cuando se lanzó la noticia del festival, recibir llamadas de toda la República Mexicana, de gente que quería participar de Mazatlán, Tijuana, Monterrey o Xalapa. Este proyecto fue materializado para conocer la reacción del público y de los artistas del medio dancístico”, dijo Rivera Moya durante la clausura.

El encuentro reunió a una docena de compañías que presentaron un panorama de géneros como la danza contemporánea y el ballet. Entre los participantes estuvieron Carlos Blanco y Rey Flores, quienes representarán a México en un festival de tango queer en París, Francia. “Haremos performance e impartiremos talleres, entre otras actividades, y posteriormente iniciaremos nuestra gira por Europa”, refirió Flores.

Por su parte, Blanco compartió que “más allá de lo que se sabe del tango, sus orígenes lo ubican como un baile entre hombres, porque era prohibido, de arrabal. Se practicaba entre hombres para después irse a lucir con las chicas en los burdeles. Posteriormente, llegó a Europa y regresó como un producto de élite. Nuestra propuesta busca visibilidad y generar espacios libres de homofobia, como una acción que contribuya a construir diversidad”.

En el encuentro, Eduardo Vera ofreció una pieza de ballet clásico. “Comencé mi práctica de ballet a los 17 años, en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBAL, donde conocí las puntas y me encantaron. En puntas tuve la oportunidad de participar en otro tipo de proyectos, pero no totalmente caracterizado. Esta es la primera vez que tengo la oportunidad de bailar, totalmente caracterizado, una pieza completa en un escenario formal”, dijo Vera.

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