MÚSICA

El guitarrista Guillermo Flores Méndez fue ejemplo de varias generaciones de músicos en el Conservatorio

Boletín No. 860 - 11 de junio de 2019

·         El discípulo de Manuel M. Ponce y compositor falleció a los 98 años, fue fundador de la Sociedad de Amigos de la Guitarra en México

Discípulo de Manuel M. Ponce, el guitarrista Guillermo Flores Méndez falleció este día; fue concertista, compositor, articulista, además de dedicar su pieza Tríptico. Homenaje a Manuel M. Ponce al pianista mexicano, también fue autor de Suite Antares, Cuatro bagatelas, Cinco apuntes, Remembranzas, Sueños siderales y Fantasía.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) lamentó el deceso del compositor y querido maestro en el Conservatorio Nacional de Música.

Egresado del Conservatorio, impartió clases en su alma mater, así como en las Escuelas de Iniciación Artística No. 1 y No. 2 y en la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

Óscar Guillermo Flores Méndez y Méndez nació el 19 de octubre de 1920 en Zacatlán, Puebla. Su padre, Carlos Flores Herrera, era aficionado a la música clásica y tocaba la mandolina, mientras que su mamá, Aurora Ascensión Méndez y Méndez, era maestra de escuela rural y tocaba el piano, quienes influyeron en gran medida en la carrera del guitarrista.

Halló su vocación de músico durante la secundaria, cuando su madre le aconsejó de manera insistente que ingresara al Conservatorio, después de quedar impresionado por el talento del guitarrista Renán Cárdenas.

En el Conservatorio Nacional de Música del INBAL estudió guitarra, solfeo y teoría musical, así como composición y análisis musical. El maestro Manuel M. Ponce fue su tutor en pedagogía musical y análisis.

En 1951 fue nombrado profesor de guitarra en el CNM, en 1959 fue catedrático de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y entre 1955 y 1980 impartió clases en la Escuela Superior de Música del INBAL.

Por su labor en la composición para guitarra le fue otorgada en Italia la Mención Honorífica en el Curso de la Asociación Internacional de Guitarra, así como un estímulo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) para la edición de numerosas obras, muchas de las cuales poseen una intención didáctica, y el reconocimiento Trayectoria 50 y más… (2013) por parte de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

Como concertista ofreció numerosos recitales con la declamadora y poeta Hilda Águila, su esposa. Juntos realizaron giras por la República Mexicana patrocinadas por la Secretaría de Educación Pública.

En la docencia, Guillermo Flores Méndez recibió numerosas distinciones, entre ellas las conferidas por la Unión de Cronistas de Teatro y Música, la Secretaría de Cultura y el Coro Normalista de Puebla; el Premio en Música en el IV Festival Palafoxiano, y el reconocimiento como Hijo Predilecto de Zacatlán.

En 1986 se retiró como docente de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, y en reconocimiento a su labor la Máxima Casa de Estudios inauguró un aula que lleva su nombre.

Fue fundador de la Sociedad de Amigos de la Guitarra en México, organismo que tuvo como finalidad difundir y estimular el desarrollo de la guitarra culta mediante recitales, pláticas y transmisiones radiofónicas.

En 2014, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se reunieron familiares y amigos de Flores Méndez para rendirle un homenaje con motivo de su 94 aniversario de su natalicio, con el concierto titulado Una vida en la guitarra, organizado por el INBAL y la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

En esa ocasión el compositor y guitarrista Gerardo Tamez agradeció la fortuna de haberlo tenido como su mentor, se refirió a él como el hombre “que nos ha dado una luz, una línea a seguir como ser humano. Gentil, generoso, afable, modesto y sencillo son algunos de los adjetivos para describirlo. Es también una persona inteligente, con talento, veraz y asertivo”.

Gerardo Tamez señaló que el maestro Flores Méndez fue fundamental para encontrar su vocación de guitarrista y compositor. “Siempre estaba interesado en el bienestar de sus alumnos. El ambiente que se generaba en su salón de clases era de tertulia”.