DANZA

Creadores formados en el Centro de Investigación Coreográfica presentarán sus propuestas artísticas

Boletín No. 1013 - 05 de julio de 2019

  • Seis obras en el Foro Experimental del Centro Nacional de las Artes, los fines de semana del 6 al 20 de julio
  • Son piezas de estudiantes en proceso de titulación o ya titulados

Un conjunto de seis propuestas coreográficas, basadas en la exploración personal, presentarán estudiantes del Centro de Investigación Coreográfica (Cico) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), cuatro de ellos para obtener su titulación y dos más ya titulados.

Mestizas, de Ruth Muñoz Guevara; Alquimia interna, de Marco Antonio Estela; De.Construir, de Sofía Zamudio; La gran puerta, de Adrián Cid Morales, y las obras invitadas re-Volver, de Mariana Marrero Rivero y Ecos del alma, de Iván Omar Pereira Delgadillo, integran el repertorio que se presentará los fines de semana, del 6 al 20 de julio, en el Foro Experimental del Centro Nacional de las Artes.

Desde coreografías de carácter tradicional y narrativo, hasta danza instalación performática, son las propuestas de los jóvenes formados en el Cico, en las que expresan sus inquietudes con un lenguaje propio, dijo Javier Contreras, director de la institución educativa del INBAL.

Señaló que estas obras reflejan el proceso de enseñanza de la escuela, donde no se forma a los alumnos para que aprendan un estilo o una estructura de composición, sino para que puedan desarrollar su propia voz coreográfica.

Indicó que las piezas que se presentarán son resultado de una convocatoria abierta de los trabajos de titulación de los recién egresados. Anualmente —dijo— ingresa un promedio de 20 alumnos con bachillerato concluido y un mínimo de experiencia corporal y capacidad para adquirir nuevos saberes. En tres años los alumnos obtienen el grado de Técnico Superior Universitario en Investigación y Creación Dancística.

re-Volver es el primer título que se presentará el sábado 6, a las 19:00 horas con repetición el domingo 7, a las 18:00 horas. Indicó que se trata de un dueto en el que la autora, Mariana Marrero, aborda diversas acciones femeninas vinculadas con la memoria y la cocina. “Es una pieza muy nostálgica y, a la vez, contemporánea, dedicada a su abuela. En ella no cuenta una historia, sino que busca generar una atmósfera”.

La coreógrafa, quien creó la obra en 2015, ha ajustado algunos elementos, como iluminación y música. “Es una coreografía que hice para mi abuela cuando estaba viva, es como un reencuentro”.

Mestizas es el siguiente título a presentar el primer fin de semana. Al respecto, el director del Cico indicó que se trata de una reivindicación de la piel morena contra los valores predominantes de la belleza occidental.

La obra de Ruth Muñoz contará con música en vivo a cargo de Totatzin Tonalli Hernández Flores (jarana y voz) y Mauri Elltzoalli Hernández Flores (tuba). Las intérpretes vestirán ropa con bordados tradicionales mexicanos y los hombres, guayaberas.

Marco Antonio Estela en Alquimia interna realiza un diálogo espiritual con su madre, con los alimentos y con el cosmos. “Es un trabajo muy poético construido como una metáfora”, señaló Contreras.

El viernes 12, sábado 13 y domingo 14 de julio las funciones inician con De.Construir, de Sofía Zamudio, cuyo trabajo se aproxima al performance, mientras que Iván Pereira hace una reelaboración del duelo sobre la muerte en Ecos del alma, y Adrián Cid Morales crea una relación esotérica del cosmos en La gran puerta.

Para el jueves 18, viernes 19 y sábado 20 de julio, a las 19:00 horas, se presentará el Taller de Coreografía I, a cargo de la maestra Ana González y nuevamente se podrá ver la pieza Alquimia interna.

La maestra María Guadalupe Sánchez Castro, quien imparte las materias Acondicionamiento corporal, Anatomía vivencial y Prácticas creativas, indicó que el proceso de titulación permite a los alumnos adquirir un nivel profesional al presentarse en diversos foros ante públicos diferentes.

Señaló que también trabajan en programas que pueden llevar a diferentes lugares, además de organizar conversatorios entre creadores que han significado para ellos una excelente práctica de retroalimentación.

Mariana Marrero e Iván Pereira comentaron que haber estudiado en el Cico les ayudó a descubrir una identidad y un lenguaje propios, y cómo expresar esas emociones. “No te condicionan a seguir determinada técnica o estilo, sino que puedes desarrollarte con toda libertad y eso es muy enriquecedor”.

Añadieron que en el Cico los maestros están muy comprometidos para que los alumnos desarrollen una formación integral y generar en ellos el mismo compromiso y disciplina que les permite alcanzar un nivel profesional.

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