Presentará el MAM exposición fotográfica Confines, confluencias y conformidades
- La muestra, integrada por piezas de Tina Modotti, Kati Horna, Maya Goded, Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide y Paulina Lavista, permanecerá del 7 de septiembre hasta el 24 de noviembre
Fotografías de Tina Modotti (1896-1942), Kati Horna (1912-2000), Bernice Kolko (1905-1970), Ruth D. R. Lechuga (1920-2004), Flor Garduño (1957), Ángeles Torrejón (s/d); Maya Goded (1967), Mariana Yampolsky (1925-2002), Lola Álvarez Bravo (1903-1993), Graciela Iturbide (1942) y Paulina Lavista (1942), entre otras, conforman la muestra Confines, confluencias y conformidades, procedente del acervo del Museo de Arte Moderno.
Con el fin de visibilizar la producción fotográfica, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) presentará la selección fotográfica del 7 de septiembre al 24 de noviembre la cual está integrada por 86 fotografías en blanco y negro, de la autoría de 33 mujeres mexicanas o cuya práctica se llevó a cabo en el país.
El proyecto responde a la convocatoria de FotoMéxico2019, cuya línea busca visibilizar la producción artística de mujeres, tanto ensayos fotográficos como tomas aisladas en las que se propongan argumentos de fondo sobre cómo representar el entorno, la identidad e incidencia política de su circunstancia inmediata como mujeres y la diversidad de consideraciones sobre el cuerpo femenino.
Las fotografías están dispuestas en binomios asociados para evidenciar sus características formales y cotejar contrastes, texturas, encuadres y movimientos. La idea de recurrir a este dispositivo binario para su lectura busca volver fértil y activo el papel interpretativo del espectador, con el fin de que pueda encontrar la armonía inicial o el contrapunto aparente de las imágenes.
La relación propuesta entre las fotografías sirve como invitación para que el público vea más de cerca las imágenes y llegue a nuevas conclusiones sobre las construcciones simbólicas que conforman cada una de ellas y cómo se entrelazan entre sí.
Para ello se sugiere un despliegue formalista de las fotografías, una composición que responda en primera instancia a una tesis sobre el contenido o significado del arte a partir de la percepción de valores plásticos (textura, color, línea, etcétera).
La propuesta de mirar reunidas de este modo las fotografías, y de su aparente desavenencia o articulación inesperada, es generar un fecundo diálogo entre la exposición y sus visitantes a fin de descubrir qué más nos dicen sobre la mujer, sobre la fotografía y el arte en general.
Con esta exposición el Museo de Arte Moderno ofrece un planteamiento que renueva sus principios: el arte es una herramienta para cuestionar la realidad y observarse como agente de transformación.
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