LITERATURA

Poetas comparten testimonios y reflexiones sobre los sismos del 19 de septiembre en la charla Miro la tierra

Boletín No. 1444 - 20 de septiembre de 2019
  • En la actividad realizada en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia participaron Carmen Nozal, Roberto López Moreno, Edson Lechuga y Feliciano Carrasco Regalado

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, conmemoró los sismos de 1985 y 2017 con la charla especial Miro la tierra, en la que los escritores Carmen Nozal, Roberto López Moreno y Edson Lechuga rememoraron con testimonios y reflexiones los acontecimientos de esos dos fenómenos naturales, la noche de este jueves 19 de septiembre.

″Muchas cosas hay que decir desde esta tristeza desabrida en mí y en muchas personas que conozco que habitan esta caótica ciudad″, refirió Edson Lechuga, y añadió que en lo que va de 2019 ha habido 19 mil sismos, la gran parte de ellos imperceptibles. “Al escuchar este dato dije׃ ‘Tengo dos opciones, la primera, largarme de aquí’, pero les tengo una mala noticia. Una vez que naciste en la Ciudad de México es imposible huir de aquí. Aunque te vayas no te vas. La personalidad de la urbe es brutal y contradictoria. Vivimos en esta ciudad altamente sísmica y aquí seguimos”.

La segunda opción en la que pensó el también tallerista fue quedarse en la capital. “Hemos aprendido la diferencia brutal entre la catástrofe del 85 y la de 2017, la cual no tiene que ver con la tecnología y las nuevas redes sociales, sino con esta solidaridad intacta que tiene la gente mexicana. Hicimos las cosas de otra manera en cuestión de protección civil y seguridad”, señaló.

Por su parte, la poeta Carmen Nozal compartió algunas de sus vivencias como sobreviviente del sismo de 19 de septiembre de 2017, pues su domicilio se encuentra en la avenida Álvaro Obregón en la colonia Roma, a unos pasos del número 286, donde estaba un edificio que se derrumbó y fallecieron aproximadamente 50 personas.

Su experiencia, desde el momento en que sintió que quedaría atrapada bajo los escombros, hasta que por fin logró recuperar claridad y percibir lo que realmente pasaba, quedó plasmada en un testimonio titulado Zona cero: 286, el cual fue premiado por la asociación civil Documentación y Estudios de Mujeres.

El poeta Roberto López Moreno recordó que después de tres años del sismo de 1985, reunió los poemas que se habían escrito en medio de la tragedia. ″Ha sido tremendo lo que hemos vivido en la Ciudad de México, y todo esto aparte de los tintes sanguíneos, tiene los tintes sociales.

″Ante la fuerza y el acercamiento de la literatura y los artistas a este hecho fue que, a unas cuantas horas después, al poeta Rodolfo Mier Tonché ya lo estaban entrevistando y lanzó al aire lo que podemos llamar el primer poema escrito en torno al terremoto: Ciudad de México, 1985″.

Con el propósito de recordar los 30 años del sismo que sacudió la Ciudad de México, en 2015 Roberto López Moreno publicó el libro La pupila y la entraña, el cual recupera poética y visualmente lo sucedido en aquella fatídica fecha. Este volumen reúne material fotográfico y periodístico de Ricardo G. Magaña, Adolfo González Riande, Enrique Leduc Reyes y del propio López Moreno, quienes, a su vez, convocaron a poetas a escribir sobre lo acontecido.

La charla cerró con la participación especial del cantautor y maestro de la lengua zapoteca Feliciano Carrasco Regalado, quien después de narrar su experiencia en el sismo de 7 de septiembre de 2017 en Juchitán, Oaxaca, interpretó algunas piezas de su autoría. Él, junto con amigos y familiares, decidieron abrir las puertas del Centro Cultural Macario Matus, localizado en la planta baja del edificio Guanajuato de la Unidad Nonoalco Tlatelolco, para apoyar a sus paisanos con el envío de víveres donados.

″Fuimos el primer centro en abrir y el último en cerrar. La satisfacción de poner un granito de arena, ver la alegría en los rostros de los paisanos al recibir los víveres y hermanarnos en medio de la catástrofe es lo que ganamos todos y cada uno de los que participamos en tan ardua jornada. El apoyo solidario forma parte del pensamiento colectivo de nuestra raíz cultural oaxaqueña, el cual, por más lejos que estemos de nuestra tierra, no es olvidado, sino acogido y reproducido″, finalizó.

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