Después de 99 años, La Fanciulla del West de Giacomo Puccini realizará temporada completa en un escenario mexicano
- Sergio Vela dirige este montaje con un elenco encabezado por la soprano Elizabeth Blancke-Biggs, el tenor Diego Torre y el bajo-barítono Roman Ialcic
- En el marco del 85 aniversario del Palacio de Bellas Artes
Con el aplauso y el reconocimiento del público, este viernes por la noche en el Palacio de Bellas Artes la Compañía Nacional de Ópera (CNO) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) inició las presentaciones de la ópera La Fanciulla del West, de Giacomo Puccini, en una puesta en escena, escenografía e iluminación de Sergio Vela y la dirección concertadora del italiano Marcello Mottadelli al frente de la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes.
Como parte de las celebraciones por el 85 Aniversario del Palacio de Bellas Artes, esta nueva producción de la CNO comenzó a saldar la deuda, casi histórica, que tiene con el público mexicano, dadas las visicitudes que ha atravesado para llegar al amplio público del país, pues se trata de una obra cuyo estreno mundial bien pudo haberse realizado en México.
A principios del siglo XX, cuando el presidente Porfirio Díaz preparaba las celebraciones del centenario de la Independencia y la construcción del gran Teatro Nacional (hoy Palacio de Bellas Artes), se pensó que la siguiente obra del compositor italiano Giacomo Puccini se presentara en la inauguración del recinto. Pero con el tiempo, la construcción del Teatro Nacional se retrasó y poco a poco la idea cayó en el olvido.
La Fanciulla del West tuvo su estreno mundial el 10 de diciembre de 1910 en el Metropolitan Opera House de Nueva York, y a México llegó, en una sola función, el 24 de febrero de 1920 en el Teatro Arbeu. En 1976, según Sergio Vela, se intentó escenificar nuevamente, pero no se logró, por lo que se considera que su estreno en México se realizó hasta el 17 de septiembre de 2017. Sin embargo, su temporada tuvo una sola función, debido a los sismos de ese año. Por ello, 99 años después, es posible verla de nuevo en un escenario mexicano, lo que hace esta breve temporada aún más excepcional.
Con un elenco encabezado por la soprano estadounidense Elizabeth Blancke-Biggs en el papel de Minnie, del tenor mexicano Diego Torre como el forajido Dick Johnson – Ramírez, y el bajo-barítono de origen moldavo Roman Ialcic como el sheriff Jack Rance, en el estreno capitalino La Fanciulla del West logró conmover al público con su historia de amor y redención, acompañada de una sencilla pero deslumbrante y eficiente escenografía, vestuario e iluminación, realizda por un destacado equipo técnico mexicano.
Con el libreto en italiano de Guelfo Civinini (1873-1954) y de Carlo Zangarini (1874-1943), basado en la pieza teatral The Girl of the Golden West, de David Belasco (1853-1931), la obra cuenta la vida de un pueblo minero en las montañas de la Sierra Madre californiana. En plena fiebre del oro (a mediados del siglo XIX) y en un ambiente mayoritariamente masculino, la no tan joven Minnie, propietaria del bar La Polka, representa la figura maternal y sensual anhelada por los hombres. Puccini situó ahí la añoranza abandonada por los emigrantes que llegaron a la región atraídos por un mejor futuro.
El bandido Ramírez asola la región del oeste de Estados Unidos. Los pobladores y el sheriff especulan sobre una eventual embestida del forajido, quien se presenta en el pueblo, con una falsa identidad, despertando sospechas en los mineros, excepto en la cantinera, quien cae enamorada del forastero y éste, a su vez, de ella. Los trabajadores, ansiosos de cobrarse el robo del corazón de Minnie, deciden llevarlo a la horca, pero ella apuesta por la salvación y redención de su amado.
“Hacer La Fanciulla del West, de Giacomo Puccini, es una tarea obligada de toda compañía que haga ópera de calidad. Debe figurar porque es la partitura más ambiciosa, audaz y compleja de todas las de Puccini. Aunque nunca ha tenido el grado de popularidad de otros de sus títulos, es muy importante porque se trata de una dramaturgia muy compleja, y aunque parece lineal e ingenua, está llena de honduras y vericuetos muy interesantes”, afirmó Sergio Vela en entrevista.
“Por otro lado, en términos estrictamente técnicos, la partitura es de una gran complejidad, de tal forma que integrar un reparto idóneo requiere no sólo de tres cantantes prominentes como en Tosca, por ejemplo, porque la tesitura, la redacción vocal en esta partitura es más difícil.
“Es decir, no es sencillo encontrar a los cantantes idóneos para llevar a cabo este proyecto, porque los otros 15 personajes forman un ensamble que debe estar bien articulado, trabajar como conjunto y, a la vez, como voces solistas, más el coro masculino. Todo ello hace que la redacción orquestal sea igualmente compleja.
“En definitiva, se trata de una partitura extraordinaria, cuya temporaneidad estética realza su importancia. Esta partitura se escribió entre 1908 y 1909, y se estrenó en 1910, cuando acababa de emerger el movimiento pictórico del fauvismo, que se caracteriza por el uso de colores muy violentos, además del art nouveau. Estos dos movimientos estéticos encontraron eco en esta partitura y la convirtieron en algo muy complejo.
La historia de La Fanciulla del West “sigue siendo muy atractiva, más ahora que existen tensiones binacionales y la trama apela a la unión, la redención, el entendimiento y el perdón, lo cual le da cierto interés actual. Sin embargo, me parece que sería darle un tono reduccionista, pues la obra trasciende todas esas cosas y va mucho más allá para convertirse en una obra de muchos aspectos a estudiar.
“La dramaturgia de esta ópera es extraordinaria, y tengo una larga pasión por este título, pero también por el western como forma épica de contar una historia, similar a la estructura de una tragedia griega, donde el héroe es al mismo tiempo un antihéroe. Sus méritos dramatúrgicos y musicales la hacen particularmente importante”, afirmó el director de escena, quien desde hace 10 años buscó concretar este proyecto.
En la puesta en escena participan los cantantes Ángel Ruz, Daniel Cerón, Enrique Ángeles​, Andrés Carrillo, Antonio Azpiri, Carlos Arámbula, Ángel Macías, Dante Alcalá​, Alberto Albarrán, Édgar Gil, Carlos Santos, Vanessa Jara​, Óscar Velázquez, Emilio Carsi y Rodrigo Petate, así como la actriz Renata Ramos.
El equipo creativo lo completan: Stefano Ragusini (dirección huésped del Coro), Violeta Rojas (diseño y realización de vestuario), Ruby Tagle (dirección de movimiento escénico), Ilka Monforte (diseño de maquillaje) y Juliana Vanscoit (diseño de utilería). Francisco Méndez Padilla es el responsable de la traducción y el supertitulaje.
La Fanciulla del West, de Puccini, con la Compañía Nacional de Ópera del INBAL, se escenificará los días martes 1 y jueves 3 de octubre a las 20:00 horas, y el domingo 6 a las 17:00 horas, como parte de las celebraciones por el 85 aniversario del Palacio de Bellas Artes.