Egresados de la Escuela de Laudería del INBAL reciben premio de la Asociación de Constructores de Violines de Arizona

- José Antonio Tavira obtuvo medalla de plata en obra, barnizado y montaje; tercer lugar en puntaje general, y el premio al mejor constructor menor de 30 años
Egresados y profesores de la Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) tuvieron una destacada intervención en su primera participación en la Convención Concurso de la Asociación Internacional de Constructores de Violines de Arizona, la cual fue celebrada en la ciudad estadounidense de Tucson, del 14 al 18 de octubre.
José Antonio Tavira, exalumno y sustentante de titulación para obtener el grado de licenciado en Laudería por la institución académica del INBAL, ganó la medalla de plata en obra, barnizado y montaje, además del tercer lugar en puntaje general, ambos reconocimientos en la categoría de violín de cuerdas sintéticas o de tripa, así como el premio al mejor constructor menor de 30 años de edad, en el encuentro anual de constructores de violines, violas y violonchelos que se celebra desde hace 61 años
Asimismo, de la Escuela de Laudería del INBAL participaron la egresada y docente Daniela Villanueva, el egresado y profesor José Antonio Ontiveros y los exalumnos Martín Cruz, Adolfo Alejandro Díaz y Félix Sandre Ochoa. Villanueva, Ontiveros y Cruz fueron reconocidos como los tres participantes internacionales más destacados en el encuentro (también compitieron lauderos de China).
A decir de José Antonio Tavira, “fue una experiencia muy satisfactoria y grata. Es la primera vez que participo y quedé bien posicionado. Competí contra lauderos de alto nivel. Lo veo como un gran logro.
“En general, la participación de los siete mexicanos (seis formados en la Escuela de Laudería del INBAL) fue muy buena. El oficio de la laudería, como muchas de las artes –música, teatro o pintura, por ejemplo–, requieren más tiempo que los cinco años que dura una licenciatura. Ese lapso está bien para iniciar y conocer los materiales y las herramientas”, comentó en entrevista el laudero de 25 años.
“La Escuela de Laudería del INBAL tiene algo muy bueno: te da el material. Tú lo trabajas y, al final, se queda con los instrumentos. A ti te da la oportunidad de trabajar con materiales costosos. Si te los pidieran, sería algo complicado, y sería más costosa la carrera, porque se tendrían que adquirir estos materiales.
“Hay muchos elementos que la escuela te da, como el afilado de las herramientas, la técnica para su uso o la enseñanza de la biología de la madera: todo lo que es anatomía, física y química de este material. Salimos con muy buenos elementos y bases para resaltar a nivel internacional. En cuestión técnica, de manualidad, no estamos en un nivel tan alto, pero lo que sí tenemos es una comprensión de los materiales y las herramientas; cómo aprovecharlos al máximo y modificarlos.
“Son muchas las bases que te da la Escuela de Laudería del INBAL. Hace falta concentrarnos un poco en los estilos. Las escuelas europeas tienen una ventaja: es un oficio europeo. Ahí tienen los violines más emblemáticos. El estilo se podría decir que lo traen por default en su vida diaria. Nosotros no, ni contamos con un museo de instrumentos o una asociación del violín o de lauderos en México, pero tenemos otro tipo de violines.
“Hay muchas cosas que no se han concretado en México para darnos un nivel más alto, pero salir a competir, a participar, darnos a conocer y aprender de los trabajos de otros enriquece mucho. Todos los que fuimos regresamos con ganas de aprender más y de enseñar a nuestros compañeros lo aprendido, para fortalecer el movimiento y hacer un poco de cohesión con el gremio.
“La Escuela de Laudería te ofrece todo eso. Es un centro de estudios que agrupa a gente que le apasiona un mismo objetivo. Trabajamos juntos para eso. Entonces, toda la parte de ciencia que me dio la escuela es muy buena: la parte de la técnica de los instrumentos, los materiales y las herramientas. Fue la que me formó.
“Definitivamente si somos reconocidos, tiene que ver en gran parte la escuela, pero también la preparación individual. Yo salí hace un año y medio y he estado en cursos, preguntando a otros maestros, conociendo y visitando talleres. Todo eso te retroalimenta para construir diferente a lo que uno ve a diario aquí. Son dos aspectos: la escuela y la parte de seguir aprendiendo y no quedarte con lo que nos puede decir un maestro; abrir nuestra mente a que hay muchas posibilidades.
“Es un oficio que tiene 300 años y que muchas cosas las hacemos igual que hace tres siglos, cuando ya hay nuevas tecnologías e innovación. Hay que hacer uso de esas tecnologías para ser mejores lauderos. Podemos aprovechar más esta herramienta”, concluyó Tavira.
La actualización es fundamental: Daniela Villanueva
Por su parte, Daniela Villanueva refiere que el concurso de Arizona es uno de los tres certámenes en la materia con mayor renombre en Estados Unidos. “Participan personas destacadas anualmente, tanto lauderos como músicos”, agregó.
“En la Escuela de Laudería del INBAL constantemente nos actualizamos, especialmente en métodos de construcción. Yo fui alumna y ahora soy docente ahí, y conocí cómo era antes y cómo es ahora. La actualización es fundamental en la escuela. Hay mucha información que antes estaba restringida a las bibliotecas de escuelas de otros países, y ahora la tenemos a la mano. Por ello, antes se resolvían algunos aspectos de manera empírica, y ahora tenemos mejores herramientas metodológicas, específicas para la construcción, basadas en la investigación y en la ciencia.
“La investigación es importantísima. El laudero no sólo debe estar en el taller. Y esto es fundamental en la Escuela de Laudería. El laudero es una persona que debe actualizar sus métodos y estar en contacto con otros especialistas, como físicos acústicos y biólogos de la madera, que pueden aportar más a este oficio.
“Fue una grata experiencia ser reconocidos por nuestra calidad. Podemos estar en ese nivel internacional, tanto para participar como para aportar. Seguiremos participando en actividades internacionales de este tipo. Quedaron muy complacidos en Tucson con nuestro desempeño”, finalizó Villanueva.
---000---