ARTES VISUALES

Proyectarán documental sobre la encrucijada que vivió Diego Rivera en el Rockefeller Center

Boletín No. 1888 - 02 de diciembre de 2019
  • Realizado por Diego López, el video podrá verse en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo; miércoles 4 de diciembre a las 19:30 horas
  • El trabajo aborda una de las etapas más críticas en la vida del artista, cuando realizó el mural El hombre en la encrucijada en la ciudad de Nueva York

El documentalista Diego López dará a conocer el video Diego Rivera: un artista en la encrucijada, el miércoles 4 de diciembre a las 19:30 horas en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. La cinta recupera una de las etapas más críticas en la vida del artista, cuando realizó el mural El hombre en la encrucijada en el Rockefeller Center en marzo de 1933 en Nueva York, la cual provocó el enojo de la familia Rockefeller por haber incluido un retrato del líder comunista Vladimir Ilich Lenin.

El conflicto causó en el muralista guanajuatense una fuerte depresión que se acentuó al enterarse de que el mural había sido cubierto y posteriormente destruido en su totalidad.

El documental, realizado en 2015 para la serie Grandes creadores del arte mexicano de Canal 22, presenta los pros y contras que enfrentó Diego Rivera cuando pintó dicha obra en el que fue considerado el edificio más importante de esta ciudad y del mundo.

Diego López refirió que en 1933 contrataron a Rivera mientras pintaba un mural en Detroit, “para mi gusto, una de sus obras de mayor alcance y nivel. En el momento en que aceptó este trabajo, Detroit era la mayor industria automotriz de Estados Unidos. Fue muy representativa de la época y para Rivera significó gran éxito, independientemente de algunos elementos polémicos que llevaron a la sociedad de Detroit, sobre todo a las familias adineradas y a la Iglesia católica, a protestar contra el mural”.

En contraparte, señaló el cineasta, algunos magnates y obreros defendieron el mural de Diego, debido a que se sentían muy orgullosos con esa obra por su identificación revolucionaria.

Rivera llegó muy entusiasmado a Nueva York para realizar el mural en el Rockefeller Center. Polémico como siempre, el artista pintó el tema que quiso y como quiso, al contrario de lo que deseaba la familia Rockefeller, dijo López.

De abril a mayo de 1933, el mural tenía un avance significativo. En el lado derecho había plasmado su visión idealizada del mundo socialista; en el izquierdo hacía una crítica negativa del decadente mundo capitalista y en el centro estaba un hombre que con el conocimiento y el saber de la ciencia, la industria y las nuevas tecnologías, podía controlar su entorno.

El mural creó una controversia luego que un periodista escribió una nota con un titular que decía: “Rivera pinta comunismo, Rockefeller paga”. Esto creó un gran escándalo.

Más tarde, a pesar del nerviosismo de la familia, Rivera decidió pintar a Lenin, como queriendo radicalizar su posición y dar a entender que los Rockefeller habían aceptado el mural, detalló Diego López.

Dos días después, los Rockefeller hicieron una visita al mural y al ver el retrato del líder ruso decidieron actuar. Le enviaron una carta, muy correcta y amable a Rivera en la que le decían que el mural era una gran obra y él un gran artista, pero no podían aceptar el retrato de Lenin porque muchos se sentirán ofendidos.

“Diego, por supuesto, se defendió y les ofreció pintar a Abraham Lincoln, pero el destino ya estaba sellado. Policías y abogados acudieron para pagarle al muralista sus servicios y pedirle que desalojara el lugar con su equipo de trabajo, en tanto que los trabajadores pagados por la familia tapiaron el muro y asunto acabado”.

El cineasta consideró que ése fue el momento climático que cimbró la vida y obra de Diego Rivera, considerado en esos años como uno de los cinco artistas más importantes en todo el mundo.

Después del incidente, a Rivera se le vinieron abajo contratos y cayó en depresión, tanto por lo que sucedió en Nueva York como por el segundo aborto de Frida Kahlo.

Ya instalados en México en 1934, el matrimonio Rivera Kahlo se enteró de que el mural de Nueva York había sido destruido. No quedo tabique sobre tabique, dijo López.

A pesar de que se le ofreció pintar una réplica del mural en el recién estrenado Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y de hacer excelentes obras, Diego Rivera enfermó luego de ese episodio.

Sobre este suceso y las repercusiones que tuvo en la vida y obra del muralista tratará el documental Diego Rivera: un artista en la encrucijada, que se presentará el 4 de diciembre a las 19:30 horas en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.