La música como medio de expresión, tema del recital infantil en el Museo Mural Diego Rivera

· Alumnos de la Escuela de Iniciación Artística del INBAL interpretaron piezas de Franz Wohlfahrt, Hohmann y Vivaldi
El Museo Mural Diego Rivera fue escenario del primer Concierto Infantil de Violín realizado por estudiantes de la Escuela de Iniciación Artística no. 1 del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) en el que interpretaron piezas de Franz Wohlfahrt, Hohmann y Vivaldi, como parte de su proceso de aprendizaje y de expresión artística a través de la música.
Rosa Elia Guzmán Colunga, docente de dicho plantel, afirmó que el hecho de que los alumnos se presenten en un concierto siempre es formativo y una manera de enfrentarse a sus miedos y a sus nervios, así como una forma de expresar sus pensamientos, sentimientos y emociones a través de la música.
En entrevista, Guzmán Colunga, quien también tuvo a su cargo la dirección del recital, dijo que los estudiantes escogieron la música como medio de expresión y es importante que lo hagan “porque todo lo que pasa en un concierto es algo que siempre se llevan y recuerdan con intensidad para toda su vida”.
En el concierto, Abril Janete Rosas -de ocho años y quien es la de menor edad- interpretó con su maestra dos estudios de Adventures in Music Reading for Violin; Jovanna Betancourt González tocó Estudio No. 39 de Wohlfahrt; Zuri Natalia Dorado Ramírez presentó Estudio N° 42 de Wohlfahrt Op. 38 y Yamilé Benítez Jiménez ejecutó Hojas danzantes de Hohmann, Libro 1.
“Aunque los alumnos más pequeños interpretan tres o cuatro notitas, me gusta integrarlos porque se dan cuenta del proceso en el que están y lo que pueden llegar a realizar si les gusta la música como profesión”, comentó.
Labor de dedicación y paciencia
“Con estos conciertos -añadió- ellos acrecientan su conocimiento musical, porque a veces consumimos cosas que no nos ayudan a mejorar. Desde el primer día que llegan al salón de clases es colocarles los deditos en el instrumento, acomodar el arco, hacer que escuchen, llevar el pulso y todos esos rudimentos que con mucha paciencia se realizan”.
Más adelante, explicó que al momento de proponer un recital el maestro cuida cuál pieza es la que más les agrada para que la interpreten; sin embargo, detalló que ella les pone piezas acordes a su personalidad y perfil porque considera que cuando el alumno toca una pieza que le gusta, la puede expresar y proyectar.
“Este es un proceso de años, de dedicación y paciencia” indicó la maestra, quien lleva más de una década ininterrumpida de enseñar música, además de realizar dos conciertos al año.
Mejores personas
La docente parafrasea a Shin’ichi Suzuki (violinista y pedagogo musical japonés, creador del método Suzuki) y dice que “se les enseña a tocar un instrumento para que sean mejores personas no para pensar que van a ser los grandes músicos”.
“Creo que eso ayuda mucho porque pensarlo así es para no exigirles demasiado, más de lo que puedan, y terminen odiando el instrumento. Es llevarlos con mucha paciencia para que sean mejores personas. Además, está comprobado que la música ayuda al desarrollo cognitivo, físico, mental, de relaciones interpersonales y autoestima”, apunta Guzmán Colunga.
El concierto tuvo la colaboración de los integrantes de Ensamble de Voz y Cuerdas Azomalli, quienes al final y en conjunto con alumnos y la maestra Rosa Elia Guzmán, interpretaron Allegro-Larghetto-Allegro de Antonio Vivaldi.
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