ARTES VISUALES

Contribución de Pelegrín Clavé al arte mexicano, tema de coloquio en el Museo Nacional de San Carlos

Boletín No. 350 - 11 de marzo de 2020
  • En el marco de la exposición Pelegrín Clavé. Origen y sentido (1811-1880), abierta al público hasta el 19 de abril

Como parte de las actividades académicas de la exposición Pelegrín Clavé. Origen y sentido (1811-1880), el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de San Carlos (MNSC), organizó el coloquio Pelegrín Clavé, una revisión a 174 años de su llegada a México, en el que se analizó la obra del artista catalán y sus contemporáneos para poner en discusión sus aportaciones en el ámbito de la educación y la historia del arte en México.

En el acto inaugural, la coordinadora nacional de Artes Visuales del INBAL, Mariana Munguía, felicitó al MNSC por el encuentro realizado en torno a la figura de Clavé con la participación de especialistas en la materia: Angélica Velázquez Guadarrama, Cristina García Hallat, Rosa Casanova García, María José Esparza, Esteban Alberto Calderón, Martín Clavé Almeida y Javier Cuesta.

“Pelegrín Clavé no había tenido una justa revisión y ahora congratulo al Museo por haberlo hecho. Su figura dio como resultado una generación de artistas que conjugó los preceptos académicos de las escuelas de arte europeas y el inicio de la construcción de un arte nacional. Esta revisión, a 174 años de la llegada de Clavé a México, marca un parteaguas, porque es el primer coloquio que se dedica enteramente a la revisión de este artista”, afirmó Munguía.

Agregó que con esta actividad el INBAL, por medio del MNSC, cumple con el objetivo de revisar e investigar la obra de los grandes creadores que conforman su acervo y que han dejado un legado para las futuras generaciones de artistas en México. “Queremos agradecer la participación de todos los ponentes que comparten su conocimiento y quienes nos harán reflexionar acerca de las contribuciones de Pelegrín Clavé al arte mexicano”, refirió.

Por su parte, la directora del MNSC, Mireida Velázquez, externó su agradecimiento a los participantes “porque sus aportaciones en la historiografía del arte mexicano del siglo XIX han sido fundamentales para la comprensión y revaloración del periodo de referencia.

“Esperamos que al finalizar este coloquio podamos salir con muchas dudas, cuestionamientos e ideas renovadoras sobre el trabajo de Pelegrín Clavé y el arte mexicano del siglo XIX. Es momento de repensar sus aportaciones en el sentido de la educación artística en México”, aseguró.

La primera parte del coloquio inició con la ponencia Clavé, Cordero y Pingret: las modalidades del retrato en México, 1850-1860, en la que Angélica Velázquez Guadarrama, licenciada en Historia del arte por la Universidad Iberoamericana, y maestra y doctora en la misma disciplina por la Universidad Nacional Autónoma de México, habló del trabajo desarrollado por tres grandes pintores de mediados del siglo XIX: Clavé, Eduardo Pingret y Juan Cordero.

Apoyada en una serie de diapositivas, hizo un profundo análisis sobre el trabajo de Clavé. Señaló que el Retrato de Cayetano Rubio, exhibido en la Academia de San Carlos junto con los de otros realizados a miembros de la élite económica, revela el interés que tuvo por las artes, pero también el capital social que implicaba su participación en las actividades de la Academia como un medio prestigioso para expresar su posición social y económica.

De Pingret, cuya producción artística fue analizada a través del Retrato de la señorita Olavarrieta y el Retrato de Eustaquio Barrón, entre otras obras, dijo que se trata de un destacado retratista e impulsor de la pintura costumbrista mexicana, además de un fragoroso coleccionista de antigüedades prehispánicas. “Desde su llegada al país vio en el retrato un medio rápido y eficaz para presentar su capital, con una técnica que le produjo una creciente clientela que llevó sus obras a las exposiciones de la Academia de San Carlos”.

Sobre el retratista, Juan Cordero aseveró que, por medio de obras como el Autorretrato, 1847 y el Retrato de Dolores Tosta de Santa Anna, se enfatiza su carácter mexicano, contrapuesto a la nacionalidad extranjera de Clavé. “Es posible que las circunstancias políticas y la visión profesional que motivaron a Cordero a pintar el retrato de Dolores Tosta hayan definido el estilo cortesano de la obra, así como las acrobacias técnicas expresadas particularmente en el colorido que las caracteriza”, concluyó.