ÓPERA

La ópera Fidelio, de Beethoven sorprendió por su innovadora propuesta escénica

Boletín No. 836 - 03 de diciembre de 2021
  • Se presentarán tres funciones más: 5, 7 y 9 de diciembre en el Palacio de Bellas Artes

Con una innovadora propuesta conceptual y escénica que la sitúa como un canto de esperanza, se estrenó el jueves en el Palacio de Bellas Artes una nueva producción de la ópera Fidelio, de Ludwig van Beethoven (1770-1827), cuyo elenco recibió una jubilosa ovación de pie por parte del público. Se presentarán tres funciones más de esta puesta en escena los días 5, 7 y 9 de diciembre, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

Esta actividad cierra el ciclo de actividades por el 250 aniversario del natalicio de Beethoven, además de rendir homenaje a las heroínas que han existido a lo largo de la historia. La obra se había programado originalmente para cerrar la temporada 2020, pero fue postergada debido a la contingencia sanitaria. Este 2021, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de Ópera de Bellas Artes, retomó el proyecto bajo un renovado concepto que integra una escenografía dinámica, la cual contribuye a la narrativa de la historia y resalta aspectos cualitativos de ésta, como el encierro y la libertad, la luz y la sombra, considerados fundamentales por el director Mauricio García Lozano para esta versión consecuente con los tiempos actuales.

La actuación de los solistas reveló a un elenco balanceado e idóneo para cada una de las interpretaciones, así como la intensidad de la partitura y la emotividad del libreto. La soprano María Katzarava, como Leonora-Fidelio, mostró un conocimiento profundo del personaje, tanto en lo musical como en lo dramático, e hizo gala del poderoso instrumento vocal que posee y del dominio técnico del mismo. Héctor Sandoval, tenor, representó a Florestán por primera vez en su carrera con solvencia vocal e histriónica; el barítono Enrique Ángeles reafirmó las capacidades que lo han convertido en uno de los cantantes más importantes en la escena nacional en el papel del despiadado Pizarro, y Carsten Wittmoser conmovió con su interpretación del bondadoso Rocco.

Andrés Carrillo y Liliana Aguilasocho dieron el toque juvenil a la historia en los personajes de Jaquino y Marcelina. Antonio Azpiri, en su breve intervención como Fernando, mostró una bella voz, así como su evolución técnica. Para redondear esta producción, la actriz Samantha Coronel fungió como narradora, conocedora de la historia y de los sentimientos que embargan a cada uno de los personajes.

Por su parte, la Orquesta del Teatro de Bellas Artes hizo una gran ejecución de esta pieza en una versión reducida creada por Francis Griffin. El Coro del Teatro de Bellas Artes, dirigido en esta ocasión por Rodrigo Elorduy, sorprendió al público por la calidad vocal de sus integrantes.

Concepto innovador

Aplausos emotivos durante varios minutos ofreció el público como reconocimiento a los participantes. Entre las expresiones recogidas está la de Miriam Moreno, quien dijo: “El concepto es muy innovador, moderno, sin embargo, te sentías en la época en la que sucedió la historia”.

En tanto, Gustavo Hernández opinó: “La música me pareció excelente, me encantó la obra, las voces, el concepto, y el final estuvo espectacular”. Finalmente, Mabel Petrov, procedente de Ecuador, externó: “Me encantó, es bellísima. La cantante principal es maravillosa; en general, todo me gustó”.

Aunado a las entusiastas muestras de satisfacción por la obra, los asistentes comentaron sentirse seguros con las medidas sanitarias que implementaron en el recinto, que consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca y respeto a la sana distancia.

Se presentarán tres funciones más de esta obra, los días 5, 7 y 9 de diciembre, a las 17:00 horas el domingo, y a las 20:00 horas martes y jueves. El cambio de programación está sujeto a las condiciones sanitarias establecidas por las autoridades de las secretarías de Salud y de Cultura federales y del Gobierno de la Ciudad de México.