DANZA

El Inbal y la comunidad artística realizan homenaje al maestro Luis Fandiño 

Boletín No. 243 - 05 de mayo de 2022
  • En el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, el Instituto y artistas reconocieron el legado del bailarín mexicano a la danza nacional
  • Su hija, Dionisia Fandiño, compartió con el público el solo Ecos, creación coreográfica de su padre

Una noche memorable se vivió este miércoles 4 de mayo en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo cuando integrantes de la comunidad artística nacional y público en general se dieron cita para recordar a un referente medular de la danza en México: el maestro Luis Fandiño (1931-2021).

Amigos, colegas, coreógrafos y estudiantes fueron testigos del emotivo homenaje póstumo organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, y la Coordinación Nacional de Danza, en acuerdo con la familia del reconocido coreógrafo y maestro de danza contemporánea.

Luis Fandiño constructor de propuestas pedagógicas

La directora general del Inbal, Lucina Jiménez, expresó que el maestro Fandiño es una figura imprescindible en la danza mexicana. “No se puede historiar la danza contemporánea en México sin hablar de Luis Fandiño. Pero tampoco se puede historiar la educación del cuerpo, de las emociones y de la danza sin hablar de la generosidad y del compromiso, de la visión y de la ética desde donde el maestro Luis Fandiño construyó sus propuestas pedagógicas, siempre pensadas desde el valor de la individualidad de cada bailarín, de cada bailarina, de cada alma, de cada espíritu, de cada biografía que se encontraban en el espacio, el taller, el aula”.

Recordó la trayectoria del entonces joven bailarín que revolucionó y generó otra alternativa, desde la Academia de la Danza Mexicana, al encontrarse y reconocerse en grandes creadores que, en esos momentos, en los años cincuenta, irrumpían en los escenarios de la danza mundial.

Tras agradecer a la familia del bailarín y coreógrafo el permitir acompañarla en este homenaje, reiteró la grandeza de Luis Fandiño: “No solo por la obra que hizo, por la actitud que tuvo frente a la vida, sino porque vive en todas y cada una de las personas que convivieron con él en los procesos formativos, en los diálogos, en los trabajos coreográficos y sobre todo en la vida”.

Con emoción la titular del INBAL resaltó que “Luis Fandiño no se va, no se puede ir porque vive y vivirá en la memoria de todos los espacios en donde la danza produce vida, desde la educación, la coreografía, la investigación, la documentación, el ejercicio de la memoria y también en todos los momentos en que desde la danza se busque construir otros mundos posibles”.

Puntualizó que este homenaje se hace con mucho corazón, convencidas y convencidos de que estamos en momentos cruciales en los cuales la manera como asumamos estos reencuentros, que parecen ser ya una luz en el camino, nos van a permitir efectivamente construir otro mundo posible para la danza, para la vida y para todas las instituciones que tenemos la obligación y la responsabilidad de dar larga vida a la danza.

Por su parte, Soledad Ortiz, esposa del homenajeado, recordó que al humanista, al compañero de vida, al maestro de maestros, el hacedor adquiere belleza cuando se recrea en él, el lenguaje de la danza, de la música, del ritmo, de los sentidos, los sentimientos humanos de danza, promotores, artistas interdisciplinarios, hay muchos ejemplos.

Refirió que trascendió barreras mentales, físicas y territoriales para hacer de la danza una profesión que nos permita vivir una larga carrera, transitando por todas las posibles facetas de un arte que se descubre multifacético.

Acompañada además en el presídium de la subdirectora general de Bellas Artes, Laura Ramírez Rasgado; la coordinadora nacional de Danza, Nina Serratos Zavala; la directora de la ENDCC, Carmen Bojórquez Tapia, y la directora del Cenidi Danza José Limón, Ofelia Chávez, Soledad Ortiz afirmó: sea este un sentido tributo a Luis Fandiño. Esta noche nos reunimos para celebrar su vida y su legado artístico.

En tanto, la investigadora Margarita Tortajada agradeció a las autoridades y cómplices de la danza, al acotar: “Nos reúne aquí, a todos y todas, un deber y un placer: rendirle honores a un gran artista, Luis Fandiño. Ese deber no es solo con él, sino con nosotros y nosotras mismas, así como con la juventud que, incluso sin saberlo, es su reverberación en los salones de clase, en los ensayos, en los foros y en la vida”.

Con nuestra presencia, dijo, estamos reconociendo su labor por expandir el campo de la danza, del arte y de la cultura de este país; por crear y compartir; por construir saberes con convicción y compromiso; por mostrar que un individuo sí puede impactar e impulsar la transformación de los y las demás, tocarnos con su sabiduría, conducirnos, conmovernos, representarnos, deslumbrarnos. Así lo hizo Luis Fandiño como artista de la danza en sus facetas de bailarín, maestro, coreógrafo, director y todas las actividades que llevó a cabo.

“Ahora nos toca a nosotros y nosotras agradecerle y retribuirle su danza, que aparentemente es efímera, pero que en realidad es poderosa, la más poderosa de las prácticas del ser humano, porque es parte de la memoria de los cuerpos y los pueblos. El maestro Fandiño siempre lo supo y nos corresponde aplaudir su legado, diversificarlo y enriquecerlo, bailar con libertad y dignidad”, apuntó la investigadora.

A su llegada al recinto del Inbal, los invitados apreciaron en el vestíbulo una exposición conformada por imágenes del acervo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi Danza), con la curaduría de Margarita Tortajada.

El recorrido visual contempla las primeras experiencias del maestro Fandiño sobre el escenario en los años cincuenta, sus actuaciones en los sesenta y setenta, así como su etapa como director del grupo independiente Alternativa, al lado de la emergente generación de los ochenta.

El video homenaje Un bailarín que se transforma en águila, concepto y dirección: Gustavo Lara-Equihua; investigación: Margarita Tortajada Quiroz, formó parte de la ceremonia, en el cual bailarines, compañeros de trabajo, directores y críticos de danza compartieron experiencias y anécdotas de vida del homenajeado.

Posteriormente la bailarina Dionisia Fandiño, hija del homenajeado, compartió con el público el solo Ecos, tributo a Luis Fandiño, una creación de su padre. Una sentida interpretación evocó a quien en vida recibió innumerables reconocimientos, como el Premio Nacional de Danza Contemporánea José Limón y la Medalla a la Excelencia Académica del Inbal.

Después, estudiantes de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea (ENDCC) le rindieron tributo bajo la dirección del coreógrafo y docente Serafín Aponte, allegado al maestro Fandiño. Asimismo, se presentó Alegorías para Luis, obra creada para el homenajeado y que recreó imágenes, movimientos y danza acompañadas con obras de Johann Sebastian Bach.

Con una gran ovación concluyó la velada en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, recinto que siempre recibió con las puertas abiertas al reconocido maestro, quien legó sus conocimientos artísticos a varias generaciones de bailarines.

Cabe destacar que esta actividad se realizó en el marco de las estrategias #VolverAVerte y “Contigo en la distancia”, con las medidas de protección sanitaria.

Previo a esta actividad se transmitió por redes sociales (/INBAmx y /danzaInbal.) un conversatorio en el cual se habló de la vida y obra del bailarín y coreógrafo. Las personalidades que compartieron sus experiencias fueron Jorge Domínguez, Lidya Romero, Alejandro Schwartz, Jaime Blanc, así como Carmen Bojórquez y Ofelia Chávez, titulares de la ENDCC y el Cenidi Danza José Limón, respectivamente.