LITERATURA

Presentaron Sombras y Tajimara, obras de Juan García Ponce y Juan José Gurrola en la Sala Adamo Boari

Boletín No. 630 - 22 de septiembre de 2022
  • Especialistas abordaron la importancia cultural y literaria de ambas obras rescatadas por el poeta Alfonso D’Aquino

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), realizaron la presentación editorial de los libros Sombras (obra de teatro), de Juan García Ponce, y Tajimara, guion de Juan García Ponce y Juan José Gurrola realizado con base en el cuento de García Ponce del mismo título, este miércoles 21 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Moderados por el escritor Ángel Cuevas, y acompañados por la actriz y cantante Pixie Hopkin, los autores y especialistas Daniel Escoto, Rafael Segovia, Ángel Miquel y Angélica García Gómez, abordaron la importancia literaria y cultural de ambas obras que el poeta Alfonso D’Aquino retomó para su edición y posterior publicación en formato de libro, en el año 2021, a cargo de Ediciones Odradek. A esta presentación asistieron la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, y Mercedes Oteyza de Felguérez.

Pixie Hopkin, actriz de origen irlandés nacionalizada mexicana, quien participó en la versión cinematográfica de Tajimara (1965), dirigida por Juan José Gurrola, recordó cómo fue su experiencia al trabajar en el filme: “Me impresionó mucho. Algo muy importante son las escenas que en esa película se me hacían muy diferentes, fantásticas”, afirmó al respecto.

El escritor e investigador Daniel Escoto añadió que Tajimara es una obra clave para entender los niveles entre los que se movían las artes durante esa época para combinarse entre ellas: “Tajimara es un rompecabezas de la memoria y del deseo. Es clave no solamente para entender ese cine experimental en el que se mezclaban cine, literatura, artes plásticas y teatro universitario. Aquí podemos encontrar una rica veta de intertextualidad y de intermedialidad en la obra de García Ponce; podemos ver cómo se relacionaban las distintas disciplinas artísticas en su proyecto artístico”.

Al referirse a Sombras, obra teatral escrita por el también ganador del Premio Xavier Villaurrutia en 1972, Escoto destacó que esta pieza encierra, al igual que Tajimara, muchos de los temas que obsesionan a García Ponce a lo largo de su trayectoria: “Está presente el equiparamiento por la mímesis, la pregunta por el arte, y una especie de equivalencia entre el deseo erótico y el deseo por ver, por verse a uno mismo”, acotó al comentar estas dos obras impresas por Ediciones Odradek.

Angélica García Gómez, investigadora de artes escénicas en el Citru, ahondó en la relación artística entre Juan José Gurrola y Juan García Ponce; la cual estuvo definida por la complicidad y el impulso experimental en ambos autores: “Su relación fue intensa y entrañable. Fueron amigos, colaboradores y cómplices, tanto en la vida como en sus proyectos. Su modo festivo de vivir y de estar todo el tiempo involucrándose en proyectos artísticos diversos fue determinante”, dijo, para que ambos autores se apropiaran de la escena artística en la década de los sesenta, época determinada por la vanguardia y la experimentación.

El especialista en historia de la cultura mexicana, Ángel Miquel refirió que Tajimara es una de las películas emblemáticas del cine no comercial de los años sesenta y resaltó el valor del libro para comprender la dimensión de la obra: “Este libro tiene importancia como fuente para estudiar la cinta; también como muestra de las formas en que puede hacerse un guion o para comprender los procesos involucrados en una adaptación literaria”.

Asimismo, Rafael Segovia, autor, editor, director escénico y gestor cultural, cerró la mesa refiriéndose al espíritu y los motivos artísticos que dejaron Gurrola y García Ponce en la pieza teatral Sombras y en el resto de su obra conjunta: “Había tal complicidad entre ellos que existía una retroalimentación en la que los dos se entendían completamente. Gurrola entendía todos los conceptos filosóficos que guiaban la obra de García Ponce, y lo expresaba en su manera de hacer teatro y en la manera tan festiva de vivir; ahí alcanzó esa disolución donde todo es perfectamente creativo”, finalizó.