La Secretaría de Cultura y el Inbal rindieron homenaje a Luis López Loza por su destacada trayectoria artística

- El pintor y escultor recibió un reconocimiento en un acto en el que se presentó el libro Luis López Loza. La poesía del color
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rindieron un homenaje e hicieron entrega de un reconocimiento al artista plástico mexicano Luis López Loza por su valiosa trayectoria como pintor, escultor, grabador y formador de varias generaciones de artistas.
En el acto, realizado el miércoles por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, hizo entrega del reconocimiento al artista tapatío “Por una vida dedicada a la plástica, cuya narrativa personal nos ha abierto horizontes a universos infinitos expresados a través del color y la forma”.
Con la presencia del propio artista, el homenaje fue el marco para la presentación del libro Luis López Loza. La poesía del color, de Rita Eder, y para una charla entre amigos y colegas: Louise Noelle, secretaria académica de la Academia de Artes; Miriam Kaiser, promotora de arte (representada por su hija Dabi Hernández Kaiser); el pintor Jan Hendrix; Luis Almeida, diseñador del libro, y el galerista Óscar Román, con la moderación de la coordinadora nacional de Artes Visuales del Inbal, Mariana Munguía Matute.
Este homenaje –dijo Lucina Jiménez López, directora general del Inbal- hace “ejercicio de memoria y de agradecimiento al maestro Luis López Loza, quien ha hecho una aportación a la estructura misma del arte mexicano de los siglos XX y XXI, y porque su obra está atravesada por varias generaciones en las cuales ha sembrado curiosidad, rigor y disciplina, pero también el amor a la naturaleza”.
Consideró: Solo alguien que se envuelve en la naturaleza misma y que es capaz de construir su propia poética explorando esa musicalidad que ordena su vida, esa armonía que le estructura el universo, siendo capaz de romper sus propias fronteras a cada paso que da y es capaz de formar a nuevas generaciones.
La titular del Inbal calificó al homenajeado como un maestro generoso, comprometido, disciplinado, dialogante siempre con generaciones que en verdad le reconocen como alguien de quien pueden abrevar no solo en las partes técnicas y el manejo de los lenguajes, sino, sobre todo, en el humanismo que lo caracteriza y que se expresa en todo lo que de él emana: en su generosidad pero también en su rigor, en la fuerza que le da ese carácter que le hace ser capaz de transitar por todos estos tiempos y por todos estos mundos del arte. Por eso es este homenaje.
En agradecimiento, el artista expresó: “Mis amigos han dicho ya todo, en palabras, en imágenes. Todo está ahí, todo es visible y espero que sea por mucha vida. Gracias a todos y si hay algo más que pueda hacer, pues solo hay que pedirlo, que yo haré lo posible por hacerlo”.
La impronta de un artista universal
Luego de una video-semblanza del artista, el editor Luis Almeida, diseñador del volumen Luis López Loza. La poesía del color, consideró como un gran momento celebrar la aparición de este libro, un documento editorial que refleja 60 años de creación --de 1959 a 2019--, de trabajo constante y fructífero, de enriquecimiento de su propia obra.
La edición —comentó-- contiene el deseo de Luis López Loza de que su obra sea conocida primero como poesía, por lo que se buscó conocerlo primero a través de la palabra escrita con textos de importantes críticos de arte de nuestro país, como la propia autora Rita Eder y la escritora Beatriz Espejo, y la aportación de un crítico y pensador del arte como Juan García Ponce, quien calificó en vida a la obra del pintor y escultor tapatío así: “Cada cuadro suyo, en vez de afirmar, busca una inclusiva ausencia”.
“La edición tienen la impronta de un artista universal –consideró Luis Almeida--, un artista que ha creado un mundo de color como soporte de un lenguaje propio, que ha concebido su obra como poemas visuales que permanecerán para enriquecer la tradición y fuerza artística de nuestro país”.
En su oportunidad, Louise Noelle, investigadora y académica de número de la Academia de las Artes, relató que conoció a Luis López Loza en 1973 sin saber quién era. Desde entonces –observó-- su trabajo se ha desarrollado en diversas técnica y expresiones que van del dibujo y el grabado hasta la pintura y la escultura, en donde se aprecia su gran maestría que le ha llevado a obtener galardones como el Premio Nacional de Artes 2010 y su ingreso en 2009 a la Academia de Artes.
“En su amplia producción artística es posible encontrar un hilo conductor que recorre por igual las diversas modalidades que su maestría acoge: el color. Nos encontramos ante un alquimista que transforma luminosidad y naturaleza en colores de tonos claros y profundos”, dijo la arquitecta.
Por su parte y en voz de su hija Dabi Hernández Kaiser, la crítica de arte y promotora cultural, Miriam Kaiser, aseguró que ha seguido la carrera de López Loza siempre con gran admiración, e hizo una semblanza del artista a través de una entrevista que forma parte del libro Historia y Testimonios. Galería de Arte Mexicano, de Delmari Romero Keith (1985), en la que habla de sus inicios en la pintura y su relación con la galerista Inés Amor, quien lo impulsó en su carrera. “Larga vida, querido Luis, y que sigas trabajando tan afanosamente como en aquellos días, inspirado en la flauta barroca antes de comenzar a pintar”, señaló Kaiser en su mensaje.
La generosidad de Luis López Loza
Por su parte, el artista holandés radicado en México desde los años setenta, Jan Hendrix comentó que a su llegada a México, por recomendación del poeta Homero Aridjis, buscó a algunos amigos para que lo ayudaran, pero fue Luis López Loza quien le brindó apoyo y le ofreció su propio taller para trabajar.
Desde entonces y hasta ahora –expresó Hendrix—se han reunido con él y otros artistas para trabajar, hablar de arte y de las técnicas de pintura y grabado y, a veces –en aquel entonces— para tomar vino corriente que era el que podían comprar, en una discusión que no termina nunca.
Finalmente, el galerista Óscar Román agradeció al Inbal el homenaje a Luis López Loza y el apoyo para la aparición del volumen. Luego recordó: “El propio Luis alguna vez dijo que era como un viajero que anda detrás de un destino diferente al ya conocido; lo ha intentado y lo ha realizado; ha convertido en un hecho fructífero transitar por un arte que nos ha brindado toda una constelación de formas y colores, siempre líricos y de una delicada musicalidad”.