MÚSICA

Comparte Érika Vega predilecciones por el color, las texturas y las dinámicas pianísticas en sus composiciones

Boletín No. 28 - 14 de enero de 2023
  • Participó en el ciclo Compositoras Mexicanas del XXI que organiza el Cenidim del Inbal
  • A través de redes sociales, presentó fragmentos de las piezas Blanco, sobre el poema de Octavio Paz, y La coyotada, inspirada en Francisco Villa

“Mi trabajo dentro de la composición no es lineal, mi búsqueda se dirige hacia todos lados y toma influencias de diferentes fuentes, colegas y compositoras y compositores. La literatura y la poesía ha sido un remanente en mi obra, pero tampoco he seguido las reglas tal cual. A veces lo intuitivo y lo que a mí me gusta estéticamente es lo que me funciona”.

Así lo afirmó la creadora y violinista Érika Vega al participar en el ciclo Compositoras Mexicanas del XXI que organiza la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas (Sgeia) y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim).

Con la dirección de Luis Jaime Cortez, la invitada de esta emisión —realizada la tarde del viernes por el canal oficial de YouTube del centro de investigación— habló de los principios que rigen su trabajo, su proceso creativo, enmarcado en una estrecha relación entre la literatura y la música, además de ofrecer algunos fragmentos, imaginarios sonoros y obras importantes de destacadas compositoras mexicanas de la actualidad.

“Al principio parto de reglas que establezco, pero en el proceso de composición se van rompiendo y al final mi oído es el que decide qué se queda y qué se va. Tengo también una búsqueda tímbrica particular, porque estoy obsesionada con el color, las texturas, las dinámicas pianísticas, las posibilidades del instrumento y los sonidos que son muy sutiles, y que se producen de una manera accidental, texturas que me obsesionan y que quiero que sean parte de la obra”, dijo.

Respecto de la relación que ha tenido su labor creativa musical con la tecnología, señaló que dentro de su carrera de composición todas las obras fueron escritas a mano. “Fue una etapa bonita, ya que escribir a mano tiene sus retos, porque no se usan los recursos que ofrece un programa de escritura musical. Tuve una computadora en los últimos años de la carrera y para la materia de electroacústica utilicé un teclado de los años ochenta, pero nunca hice uso de los programas que se escuchaban en ese momento. En Bélgica sí instalé el programa y ya no tuve elección, y hasta ahorita no lo he dejado. He hecho algunas obras para música electrónica, pero no es parte fundamental, porque mi búsqueda va más hacia los instrumentos acústicos y las posibilidades técnicas, sonoras y tímbricas que pueden ofrecer”.

Al presentar fragmentos de la composición que realizó sobre el poema Blanco, de Octavio Paz, y La coyotada, inspirada en la figura de Francisco Villa, explicó que la primera fue una comisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el Festival Vértice, realizada antes de la contingencia sanitaria, con la participación de la pianista Edith Ruiz y una cantante alemana.

“Quise utilizar el piano como un multi instrumento y no solo como el acompañamiento o la armonía. El piano hace una lectura del poema, aunque también tiene unas partes aleatorias”.

En lo que se refiere a la obra La coyotada, refirió: “Me impresionó cómo se expresaba de él el escritor Pablo Ignacio Taibo II al hacerlo más humano, ya que cuando estamos en la escuela primaria tenemos a nuestros ídolos como gente inalcanzable, cuando realmente son personas que vivieron y cometieron errores como él, una de las grandes figuras de la Revolución. El arte es una ventana en la que también puedes denunciar algo y manifestarte, y esta obra es como un homenaje a esa figura”. 

Dijo que su trabajo ha estado inspirado en varios poetas y narradores, como Octavio Paz, Juan Rulfo, Vicente Huidobro, sor Juana Inés de la Cruz, quien muestra la grandeza de la mujer dentro de la poesía. También realizó una obra con el Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic) en 2020, en el contexto de la Covid-19. “Es una obra algo truculenta, porque en ese momento empecé a escribir de una manera muy rara y al final se estrenó en el Museo Nacional de Antropología”, puntualizó.

Esta actividad realizada por la Secretaría de Cultura federal y el Inbal fortalece los derechos humanos a la cultura, al diversificar los canales de exhibición y distribución de la obra de las y los artistas mexicanos, así como garantizar el acceso a la infraestructura, los servicios y los bienes culturales.