Alumnos de la Academia de la Danza Mexicana ofrecieron una gran fiesta de danza folclórica
- Tradición e innovación se conjuntaron en las propuestas que presentó el estudiantado
La tradición, diversidad y algarabía que caracteriza a la danza folclórica de nuestro país quedó de manifiesto en las Prácticas Escénicas 2022-2023 que ofrecieron las y los alumnos de la Licenciatura en Danza Popular Mexicana de la Academia de la Danza Mexicana (ADM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, como parte de las actividades conmemorativas por el 76 aniversario de dicha institución.
Fueron cuatro coreografías que ofreció el estudiantado del primero al cuarto año, con las cuales el foro se convirtió en una gran fiesta de música, zapateado, canto y lirica, en un encuentro con nuestras raíces, costumbres y tradiciones. Sones y chilenas de San Gabriel Mixtepec, de San Gabriel Mixtepec, Oaxaca, fue la propuesta escénica creada por el maestro Wilber Antonio Olivera Cortés, director del Grupo Folklórico de San Gabriel Mixtepec, para presentarse ante el Comité de Autenticidad de la Guelaguetza 2022.
La pieza Se va mis pies, en dos tiempos de polvo, realizada por la colectiva de la docente titular y estudiantes del segundo año de la Licenciatura en Danza Popular Mexicana, en colaboración con Ángel Chávez López, mostró cómo a partir del recuerdo de alegrías pasadas se canaliza el dolor de la ausencia y ayuda a la comprensión de una nueva forma de vida.
La obra Cuidado que te alcanza el diablo permitió que los espectadores se trasladaran a la región de la Huasteca de San Luis Potosí, a través de una propuesta novedosa realizada en colaboración con Ángel Chávez en la dirección escénica, en la que aparece un personaje audaz, el diablo, cuya presencia modifica la tradición; para concluir se presentó El amigo, con dirección general de Juan Tomás Piedra, titular de la asignatura de Prácticas Escénicas IV y Katerine Sugey Paredes, estudiante del cuarto grado de la Licenciatura en Danza Popular Mexicana.
Fundada el 1º de febrero de 1947, la ADM forma profesionales de la danza que vinculan la tradición y lo contemporáneo, capaces de aplicar de manera integral los saberes sociales, culturales, científicos, tecnológicos y artísticos en procesos creativos, educativos y de investigación, y que desarrollan un pensamiento crítico que les permita reflexionar acerca de la realidad social y contribuir a su transformación.
La Licenciatura en Danza Popular Mexicana propone la perspectiva de Sistemas Estéticos Populares para abordar este género en contextos rituales y de escenificación. “El objetivo es aproximarnos a las manifestaciones de la cultura popular en diferentes contextos rituales y festivos, partiendo desde la danza, pero viendo cómo se inserta en múltiples manifestaciones artísticas, como la música o la lírica, para buscar detonadores creativos que nos lleven a presentar obras en escena”, señaló Carlos Jesús Nieves Ixtla, coordinador de la licenciatura.
Explicó que, para dicho objetivo, las prácticas escénicas son fundamentales, porque es en las que convergen los conocimientos que adquieren y construyen los estudiantes en cada una de sus asignaturas para ponerlos en escena. “El programa que presentamos fue significativo, porque contamos con el apoyo de especialistas de diferentes ámbitos e instituciones, como es el caso de la primera obra en la cual tuvimos la colaboración de un egresado de la primera generación de la licenciatura, Wilbert Olivera, quien compartió su propuesta de escenificación de tipo costumbrista”.
Detalló que la segunda obra contó con el apoyo de la maestra Isolda Rendón Garduño de la Universidad de Colima y la Universidad Intercultural de Colima, especialista en manifestaciones culturales de ese estado, quien ofreció la posibilidad de conocer el repertorio que existe; a partir de eso se realizaron dos montajes inspirados en la experiencia que tuvieron los estudiantes en la Fiesta de Xantolo en la Huasteca Potosina y en un viaje de campo a la región de los Tuxtlas, en Veracruz”.
Afirmó que los estudiantes están ávidos de poder acercarse a la danza popular desde una perspectiva más amplia, con propuestas y perspectivas experimentales, y este espacio es idóneo para poner en juego cada una de las inquietudes.
Paola Salazar, estudiante del tercer grado, dijo que las prácticas escénicas son importantes porque la danza significa compartir con los demás. “Tenemos muchos laboratorios, lo cual nos permite explorar. La danza en todas sus expresiones es un medio liberador que conduce a nuevas formas de inventar e innovar mediante el cuerpo”.
Para Paola Urbán, del cuarto año, en las prácticas escénicas se refleja todo el conocimiento que se logra en la academia, además de experiencia, emociones y técnica. “Lo importante es disfrutar el momento y éste es un lugar mágico en el que se juntan varias cosas; es un ritual desde que llegamos al foro: Nos maquillamos y presentamos. Siempre he sido una alumna muy entregada, la licenciatura se me ha hecho flexible y creó que el nivel académico de la escuela es muy bueno”.