MÚSICA

Celebró la Orquesta de Cámara Consortium Sonorum su séptimo aniversario en el Cenart

Boletín No. 375 - 30 de marzo de 2023
  • Estuvo acompañada por la Cantoría de Niñas y Niños de la Escuela Superior de Música-Inbal; realizaron el estreno mundial de Alzaré mis ojos a la montaña, de Sergio Cárdenas

En el marco de la celebración de su séptimo aniversario, la Orquesta de Cámara Consortium Sonorum, dirigida por el maestro Sergio Cárdenas, realizó un concierto en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), acompañados por Cantoría de Niñas y Niños de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).

El programa conmemorativo inició con la interpretación de Sinfonía en Re menor, número 80, de Joseph Haydn, compuesta en 1784 como parte de un trío de obras que incluyen las sinfonías 79 y 81. A diferencia de las tres anteriores que fueron compuestas para un viaje a Londres o las siguientes seis que fueron creadas para París. Es una de las sinfonías relativamente tardías de Haydn en modo menor.

Además, como parte de la celebración Consortium Sonorum realizó el estreno mundial de Alzaré mis ojos a la montaña, obra de Sergio Cárdenas, quien señaló que fue creada en mayo del año pasado.

“Me inspiré en una sencilla melodía, se supone de origen azteca. En el libro donde se consignaba decía que es la melodía más antigua que se conoce de México y la he estado utilizando para diferentes composiciones vocales e instrumentales y finalmente decidí hacer esta versión para orquesta de cuerdas, con una dosis de percusiones: un huéhuetl y un tambor indio.

“Me da gusto que haya sido bien recibida por el público y espero que pueda tocarse muchas veces, es la esperanza de todo compositor”, añadió Sergio Cárdenas, respecto a esta obra cuya base original data de más de 500 años de antigüedad.

Asimismo, el programa continuó con el Concierto grosso en La menor para dos violines y orquesta, de Antonio Vivaldi, obra que forma parte de una colección de 12 conciertos escritos por Vivaldi en 1771, denominados L’estro armónico.

Cárdenas definió este concierto como “una música luminosa, gozosa, contagiante, irresistible”, que en gran parte aumentó la reputación de su autor como Il prete rosso.

Posteriormente la agrupación musical interpretó del repertorio inglés de música coral la Misa brevis, de Benjamin Britten, en la versión para coro infantil y orquesta de cuerdas de Sergio Cárdenas.

El director de orquesta recordó que Britten fue denominado “el Orfeo británico del siglo XX. Un gran compositor de música instrumental, proclive para hacer música coral”, como es el caso de la Misa brevis.

Finalmente, la velada musical concluyó con otra Misa brevis, de Joseph Haydn, con la participación solista de la soprano Azucena García.