TEATRO

La obra La cascarita generó un diálogo interdisciplinario en torno a temas como el narcotráfico y la impunidad

Boletín No. 1333 - 27 de septiembre de 2023


 

  • Del yucateco Janil Uc Tun, es la obra ganadora del Premio de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2022
  • Participaron Sayuri Navarro, directora de escena; Bruno Velázquez, coordinador de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes; y Rubén Ortiz, investigador del Citru, en la Sala Héctor Mendoza de la CNT

De la escena al pensamiento: Diálogos interdisciplinarios en torno a la obra La cascarita, del dramaturgo yucateco Janil Uc Tun, se realizó en la Sala Héctor Mendoza de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, con la participación de Sayuri Navarro, directora de escena; Bruno Velázquez, coordinador de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes; y Rubén Ortiz, investigador del Centro de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru), como moderador.

En este ciclo organizado por la CNT, los artistas integrantes de la compañía interactúan con personalidades de otras disciplinas, partiendo de la premisa de que los procesos creativos son generadores de pensamiento que puede dialogar con otros campos del conocimiento.

En esta ocasión, el punto de partida fue La cascarita, obra ganadora del Premio de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2022, que será estrenada el próximo 13 de octubre en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, como parte de la línea Patrimonio Dramático Nacional.

La cascarita es una historia que se desarrolla en un pueblo llamado Santiago Mataindios, donde un grupo infantil de futbol es liderado por su entrenador, Cascarita. “Estas infancias —explicó Sayuri Navarro, directora de la puesta— habitan en espacios familiares disfuncionales y violentos, con normas patriarcales.

“Como si eso no fuera suficiente, llega el narcotráfico a Santiago Mataindios y empieza a arrasar con todo, se apropian de las tierras para sembrar y, entre otros acontecimientos, matan a Cascarita y acaban con el único espacio seguro para las y los niños”.

La obra está contada en dos tiempos, por una parte, un espacio documental en el cual, en el presente, aquellos niños ahora adultos, cuentan lo que sucedió en Santiago Mataindios, convocados por una documentalista que supuestamente quiere conocer su historia en torno al futbol, pero en realidad quiere saber lo que pasó en el pueblo, mientras los protagonistas recuerdan diversos momentos de su infancia.

Bruno Velázquez afirmó que Santiago Mataindios puede ser cualquier pueblo de México y realizó un parangón entre La cascarita y Fuenteovejuna, de Lope de Vega. “Lo grave, trágico y dramático en esta localidad es que, a diferencia de lo que sucedió en Fuenteovejuna, matan a Cascarita y el pueblo se retrae y decide no hacer frente al mal, lo que habla mucho de nuestra realidad, de la impunidad debido a la falta de empatía. Parece que el temor y el horror ante estas encarnaciones del mal, como es el crimen organizado, ha terminado por diluir el sentido de solidaridad”.

Sayuri Navarro agregó que la justicia es un tema al que ha estado dando vueltas desde que leyó la obra por primera vez, “porque es brutal este monstruo inmenso del narcotráfico, cómo hacerle frente y cómo encontrar justicia para los personajes, para las infancias”.

La directora destacó el trabajo que realizan en esta obra los niños del Semillero de Teatro Ecatepec, lo que le ha dado una visión distinta al montaje. “Yo me situaba frente a la obra y me llenaba de rabia e impotencia al no saber qué hacer, pero ver a las y los niños solo me hace querer imaginar otro mundo posible, esa es la única justicia que encuentro, conjurar y generar un dispositivo para comprometernos a salvaguardar la infancia de manera colectiva”, concluyó.