Veo Veo, actividad lúdica del Museo de Arte Carrillo Gil para reconocer nuestro entorno

• Se llevará a cabo el sábado 20 de abril en los espacios del museo, dirigida a todo público con registro previo
• Toma como punto de partida el mapa afectivo diseñado por Cecilia Miranda Gómez para la valla del recinto

¿Qué vemos cuando caminamos? y ¿Qué recordamos de nuestros trayectos?, son algunas de las interrogantes en las que se sustenta la actividad lúdica Veo Veo que organiza el equipo de Educación del Museo de Arte Carillo Gil (MACG) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura federal, para reconocer nuestro entorno a través de un recorrido por los alrededores y en espacios interiores del recinto.

La actividad, a realizarse en la terraza y valla del espacio museístico, el sábado 20 de abril, a las 13:00 h, está encaminada a buscar palabras, elementos y conceptos clave para posteriormente reunir a los participantes en un diálogo sobre los encuentros y desencuentros con el territorio; dirigida a todo público con registro previo en el formulario localizado en la página: forms.office.com/r/55gu0XztuM.

Mediante un ejercicio de sensibilización, los participantes podrán conectar con el territorio a partir de los agentes que lo construyen (las personas, la flora, la fauna, los objetos, la arquitectura) y desde la memoria o la imaginación.  

Forma parte de la exposición De las formas escondidas tras las piedras y toma como punto de partida el mapa afectivo diseñado por Cecilia Miranda Gómez para la valla del museo. Se trata de una artista que observa un mundo construido por capas de territorios, atravesado por filtros cromáticos, cuya práctica conjuga una relación casi obsesiva con el color y su interés por el espacio habitable que abarca no solo sus dimensiones sociales y afectivas, sino las políticas de vivienda en distintas zonas de la ciudad.

Su campo de investigación aborda la creación de relaciones, aquellas que se encuentran al interior de los muros de las casas y en las calles de las urbes, así como en los vínculos que se pueden generar entre cuerpo y espacio, objeto y lenguaje y, a través de la muestra De las formas escondidas tras las piedras, ofrece un ejercicio que explora el entorno inmediato al Museo de Arte Carrillo Gil.

De esta forma, en diversas caminatas sin rumbo, Cecilia Miranda documentó siluetas del paisaje citadino que ahora despliega en la valla del museo como un patrón de costura sin instrucciones, para proponer una acción lúdica: la persona que observa es invitada a reconocer las figuras trazadas, apelando a la memoria e imaginación para reconstruir su relación con este territorio.

El proyecto se relaciona con el trabajo de David Alfaro Siqueiros, al retomar las líneas compositivas que el pintor solía dejar visibles en sus ejercicios plásticos a gran escala, así como la paleta cromática utilizada en la obra Formas policromadas (abstracción), realizada en 1947 y resguardada en la colección del MACG, la cual recurre a la construcción de un espacio a partir de planos y volúmenes de color.