ARTES VISUALES

El Salón de la Plástica Mexicana presenta Electa Arenal, artista revolucionaria

Boletín No. 858 - 10 de junio de 2024
  • Su obra constituye un importante legado artístico en México y Cuba
  • Esta muestra es un reconocimiento a esta destacada creadora mexicana, quien desarrolló una significativa producción artística en ambos países

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Salón de la Plástica Mexicana (SPM) en colaboración con la Embajada de Cuba en México, presentan la exposición individual Electa Arenal, artista revolucionaria.

La muestra tiene como objetivo rendir homenaje a la pintora, grabadora, escultora, poeta, muralista y luchadora social, así como fortalecer los lazos culturales entre Cuba y México, en reconocimiento a esta destacada creadora mexicana que desarrolló una importante producción artística en el país caribeño.

Integrada por fotografías, óleos, esculturas en yeso y reproducciones de algunas de las obras realizadas en Cuba, la exposición pone de manifiesto el inquebrantable compromiso de Electa Arenal con las causas sociales y los procesos revolucionarios. Su arte, siempre al servicio de sus ideales, no fue solo su medio de expresión, sino la herramienta más eficaz en la lucha que emprendería por defender a los más necesitados y construir un mundo más justo.

Electa Arenal nació el 16 de mayo de 1935. Fue primera hija de la muralista Elena Huerta, destacada artista coahuilense, y de Leopoldo Arenal, cuñado del muralista David Alfaro Siqueiros. Elena y Leopoldo pertenecieron al Partido Comunista Mexicano, fueron activistas y miembros de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR).

Sus primeros años transcurrieron en un hogar rodeado de personajes importantes de la izquierda mexicana, que despertaron en ella y su hermana los ideales comunistas. En 1941, a la edad de seis años, viajó a la Unión Soviética en compañía de su hermana Sandra y su madre, quienes realizaron el viaje motivadas por los problemas de salud que aquejaban a esta última. Permanecieron ahí seis años, estudiando y sobreviviendo al frío, a la invasión nazi y a la Segunda Guerra Mundial.

De vuelta a México, Electa continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y posteriormente en la Academia de San Carlos. A los 17 años participó con su madre en la realización de un mural en la Universidad Agraria Antonio Narro de Saltillo, Coahuila. Fue una gran experiencia profesional y artística. En esa época vivió el deceso de su pequeño hermano Polo, acontecimiento que enlutó a la familia.

Entre 1952 y 1954 se integró al equipo de Diego Rivera, colaborando en los murales al exterior del Estadio de Ciudad Universitaria y del Teatro de los Insurgentes. Simultáneamente estudió escultura con el maestro Francisco Zúñiga, convirtiéndose en su colaboradora. En 1955 participó en las maquetas para los altorrelieves que cubren las casetas de elevadores en el Centro Médico del Instituto Mexicano del Seguro Social. Ese mismo año contrajo matrimonio con el arquitecto Gustavo Vargas Escoboza, con quien tuvo dos hijos: Leopoldo Valentín y Silvestre Emiliano.

En 1959 la pareja salió de México hacia Honduras, donde permaneció un par de años. Después viajó a Cuba, país que entonces esperaba a muchos técnicos e intelectuales de izquierda de todo el mundo y, a través de amigos cubanos que reencontraron y por recomendaciones ante el Ministerio de Obras Públicas, trabajaron durante años en Tunas, Puerto Padre y Chaparra, dejando una honda huella en las actuales provincias de Holguín y Tunas.

Electa Arenal impulsó la escultura en Holguín y contribuyó a crear el Taller de Artes Libres y Artesanías. Entre sus obras más emblemáticas destacan: Palomas y balcones (1961), el conjunto escultórico Canto a la Revolución (1962), Átomos y niños y Monumento a las Pascuas sangrientas (1963).

En 1966 el matrimonio volvió a México y posteriormente Electa se integró al equipo de Siqueiros en la realización del mural del Museo Nacional de Historia. También participó en comisiones personales, como la cabeza de Carranza, que realizó por encargo de Federico Berrueto, en Saltillo, el grupo escultórico Remeros y Pista de Canotaje, para las instalaciones olímpicas junto al canal de Cuemanco, en Xochimilco. También formó parte del Taller-Escuela Siqueiros, en donde publicó sus poemas.

En 1969, trabajó nuevamente con Siqueiros en el mural Marcha de la humanidad en la Tierra y hacia el cosmos, en el Polyforum Cultural Siqueiros, en donde perdería la vida en un accidente el 12 de junio de 1969.

La muestra abrirá sus puertas el jueves 13 de junio a las 19:30 h y podrá visitarse hasta el 28 de julio, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 h en el Salón de la Plástica Mexicana, ubicado en Colima 196, colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc. La entrada es gratuita.

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