ARTES VISUALES

Flor de fuego reúne 117 imágenes de Yael Martínez, entre lo documental y lo artístico, en el Museo de Arte Moderno

Boletín No. 1423 - 09 de septiembre de 2024


 

  • La mayoría de las fotografías han sido intervenidas con perforaciones, rayados, dibujos, trazos, recortes, manchas de químicos y tintas

Como una grieta que se abre entre la creación artística y la fotografía documental, a través de la cual se muestran imágenes o fragmentos de historias sobre la violencia, las desapariciones forzadas, los desplazamientos, el despojo y la migración en México, Centroamérica y Estados Unidos, es como se vive la exposición Flor de fuego. Rí'yuu ágù, del fotógrafo guerrerense Yael Martínez, en el Museo de Arte Moderno (MAM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).

Abierta al público desde el pasado 24 de abril de 2024 en la Sala Gamboa del recinto del Inbal, la muestra es un recorrido por 117 imágenes del trabajo documental que ha realizado el fotoperiodista desde 2017, la mayoría intervenidas con perforaciones, rayados, dibujos, trazos, recortes, manchas de químicos y tintas.

Pero Flor de fuego no se presenta como una típica exhibición, sino como un portal donde la museografía, que forma un túnel a media luz para que brillen las intervenciones de Martínez, ofrece una experiencia casi fantástica, en convivencia con las cosmovisiones y tradiciones de los pueblos originarios.

Muchas de sus piezas son simbólicas, como Flor del tiempo, Campo de amapolas o La cosecha, imágenes tomadas en la Montaña de Guerrero, donde se siembra esta flor y se extrae su resina.

Junto a estas imágenes, el público podrá encontrar fotografías intervenidas que evocan la cotidianidad y las cosmogonías, como Abuelo Estrella (2021) cuyas perforaciones en los ojos y los dedos del retratado, así como en el nocturno contexto de la montaña, ofrecen una sensación mágica sobre Cochoapa, Guerrero, lugar donde fue capturada.

Pero también piezas como Boda Na Savi, La boda de Arroyo Prieto, ambas de 2022, Toro (2020), Cánticos en el Cuzco (2020), Amada Cruz (2020), Levantado de cruz (2023), Itzel (2022), La Concepción (2021), Cerro de la Garza (2021) o El hombre y la montaña (2021), intervenidas con perforaciones, rayones, trazos, tintas o manchas, ofrecen una lectura metafórica sobre las tradiciones, las fiestas y celebraciones que se realizan en diversas localidades de Guerrero.

Por otro lado, están Camino incierto (Nueva York, 2022), tomada como parte de sus recorridos junto a migrantes indígenas y desplazados por la violencia en Honduras, la cual recupera el instante de una familia en tránsito, donde la intervención del artista pareciera que los coloca en la luz al final del túnel.

Quizá sea para las imágenes más duras en las que el fotógrafo se valga, sobre todo, del encuadre y el ángulo, estrategia que le permite ser directo y, al mismo tiempo, descolocar la imagen que captura, como Foto de un familiar y Familiar desaparecido, ambas tomadas en Los Mochis, Sinaloa, en 2020, o en Mirna Nereida, líder rastreadora de El fuerte (Los Mochis, 2021), la cual muestra el perfil de la madre buscadora, captada mientras ella se asomaba por la ventana de un carro en movimiento.

La resistencia y la resiliencia también se encuentran en las historias de Martínez, como El río de la memoria y mis hijas (2023), una imagen de la familia del artista, cuyas perforaciones son un gesto de resistencia, al proyectar luz sobre la oscuridad que rodea a las protagonistas.

El recorrido, dividido por cuatro ejes temáticos: Días largos de un tiempo extraño, Esta realidad abrumadora, La canción de la montaña y Todas nuestras imágenes condensadas es un viaje donde conviven la memoria y las vivencias, a través de una obra que no solo ofrece la visión del documentalista, sino la de un artista que narra desde la subjetividad, que vuelve humanos los relatos de la barbarie.

Flor de fuego. Rí'yuu ágù continuará abierta al público hasta el 13 de octubre. El Museo de Arte Moderno se encuentra en Paseo de la Reforma esquina Gandhi s/n, Primera Sección del Bosque de Chapultepec. Horario de visita, de martes a domingo de 10:15 a 17:45 h.