EL UNIVERSO LÍRICO DE OCTAVIO PAZ DESTACA POR SU FUERZA Y LUCIDEZ, COINCIDEN POETAS

- Fabián Espejel y Víctor Manuel Mendiola participaron en la charla El laberinto de la palabra: nuevas lecturas de Octavio Paz
- Se realizó en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, en el marco del 27 aniversario luctuoso del Premio Nobel de Literatura 1990
A 27 años del fallecimiento del poeta y ensayista Octavio Paz, ocurrido el 19 de abril de 1998, su obra, de enorme fuerza y lucidez, sigue vigente, coincidieron los poetas Fabián Espejel y Víctor Manuel Mendiola durante el conversatorio El laberinto de la palabra: nuevas lecturas de Octavio Paz.
Organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, la charla abordó los vínculos entre la obra de Octavio Paz y las nuevas generaciones de lectores, así como los rasgos que definieron su creación literaria.
Mendiola señaló que en todas las obras del Premio Nobel de Literatura 1990 siempre se encuentra una acción impetuosa: “Su universo lírico tiene una enorme fuerza vital, pero a la vez nos entrega una poesía de la lucidez, como la que vemos en Dante, Quevedo, Borges o Gonzalo Rojas”.
Explicó que casi todos los poemas de Libertad bajo palabra, libro aparecido en 1949, cuando Paz tenía 35 años, muestran de manera inequívoca cómo su lenguaje avanzaba hacia la sorpresa, la lucidez y el esplendor.
Añadió que Paz se nutrió principalmente de autores como Ramón López Velarde, Xavier Villaurrutia y Charles Baudelaire, y a partir de ellos creó un núcleo fundamental de su poética. Uno de los rasgos de la originalidad de Paz reside en esta singular elaboración de la sorpresa, afirmó Mendiola.
Apuntó que a través de sus principales libros de poesía podemos ver el lenguaje común, las frases coloquiales y la sabiduría del habla, para crear un lenguaje nuevo con frases de la inteligencia y conocimiento del idioma y la experiencia esencial.
“El autor de El laberinto de la soledad es un poeta solar, pero también nos ofrece una poesía del hombre, de la felicidad y las desgracias. El rasgo distintivo de su obra es que es claro, pero no niega su oscuridad; él es él, pero no siempre es él; es profundamente personal, pero también está en comunión con lo otro”.
Según Víctor Manuel Mendiola, muchas cosas pueden decirse sobre Octavio Paz, pero un rasgo característico es que fue un poeta de la libertad. “En cada una de sus obras siempre estuvo latente el tema de la libertad, sin olvidar que sus poemas son giros dialécticos”.
Aseguró que está de acuerdo en considerar a Piedra de sol como la obra maestra de Paz, como lo consideraron en su momento José Emilio Pacheco, Francisco Zendejas, Ramón Xirau, Benjamin Péret y Elena Poniatowska, entre otros.
Se trata, afirmó, de una obra comparable con Muerte sin fin, de José Gorostiza, y está ligada a The Waste Land, de T. S. Eliot. “Sus poemas tienen un poder magnético, y la imaginación de Paz es desbordante”, afirmó.
Por su parte, Fabián Espejel, autor del poemario Antártida, con el que ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2023, señaló que Paul Valéry y Octavio Paz son poetas pensadores, ya que en torno a la escritura reflexionan sobre todo lo relacionado con la literatura.
Agregó que ambos poetas se preocupan por la historia, la filosofía, el psicoanálisis y la religión. “Creo que sí hay cierta relación entre Piedra de sol y El cementerio marino, de Valéry, por su cercanía con la poesía como algo en sí mismo”.
Tanto Espejel como Mendiola recomendaron, al final del conversatorio, leer y releer la obra de Octavio Paz, autor de títulos como El arco y la lira, El laberinto de la soledad, ¿Águila o sol?, Los hijos del limo, entre otros, porque forma parte de aquellos escritores de los cuales siempre se aprende algo nuevo.