CLAUDIO HERRERA INTERPRETARÁ A COMPOSITORES DEL SIGLO XIX EN EL PROGRAMA EL ESPÍRITU MEXICANO

- Rinde homenaje a cinco figuras clave de la composición mexicana del siglo XIX
- Tres conciertos en recintos emblemáticos: la Academia Do Re Mi, el MUNAL y el Museo José Luis Cuevas
El pianista Claudio Herrera ofrecerá tres conciertos con el programa El espíritu mexicano, dedicado a la obra de destacados compositores nacionales nacidos a mediados del siglo XIX. Las presentaciones se llevarán a cabo los días 8, 10 y 11 de mayo, a las 19, 11:30 y 13:30 horas, respectivamente, en la Academia Do Re Mi, el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte (MUNAL) y el Museo José Luis Cuevas.
El repertorio incluye piezas de Ricardo Castro (1864–1907), como Berceuse, Op. 36 núm. 1; Barcarola, Op. 30 núm. 2; Nocturno, Op. 15 núm. 5; Nostalgie, Op. 44; Vals sentimental, Op. 30 núm. 1 y Valse caressante. De Ernesto Elorduy (1853–1913) interpretará María Luisa (mazurca de salón), y de Alfredo Carrasco (1872–1945), la danza Adiós.
Asimismo, abordará cuatro obras de Felipe Villanueva (1862–1893): Causerie, Mazurka núm. 3, Vals poético y Vals amor. De Manuel M. Ponce (1882–1948) interpretará Scherzino mexicano, Gavota y Rapsodia mexicana núm. 2.
A través de este programa, Herrera propone un viaje sonoro lleno de nostalgia, virtuosismo y belleza, que revive la elegancia y el alma de la música de concierto mexicana.
Ricardo Castro es considerado el compositor mexicano más relevante del siglo XIX. Fue el primer sinfonista del país y su reconocimiento traspasó fronteras, pese a su corta vida. Sobre su obra pianística, el escritor Pedro Henríquez Ureña expresó: “La elegancia, a veces exquisita, es la cualidad que más realza las composiciones de Castro para piano”.
Ernesto Elorduy estudió en el Conservatorio de Hamburgo con Clara Schumann y Antón Rubinstein, y más tarde en París con Georges Mathias, último discípulo de Chopin. Aunque su obra es vasta, fue su virtuosismo como intérprete lo que le otorgó mayor fama.
Alfredo Carrasco, originario de Sinaloa, alcanzó notoriedad durante el Porfiriato gracias a su obra Adiós, aunque con el tiempo ha sido injustamente olvidado, pese a comparaciones con figuras como Manuel M. Ponce y José Rolón.
Felipe Villanueva y Manuel M. Ponce son dos de los compositores mexicanos más estudiados y valorados. Su legado musical se reconoce por su calidad a la altura de los grandes nombres internacionales y representan un orgullo para el patrimonio cultural del país.
Claudio Herrera inició su formación musical en la Ciudad de México. Posteriormente se trasladó a Francia, donde cursó estudios de Piano, Música de cámara y Dirección orquestal en el Conservatorio Nacional de Nancy. Se perfeccionó en el Conservatorio Nacional Jacopo Tomadini de Udine, Italia, y en el Instituto de Arte de Járkov, Ucrania, con el maestro Sergei Polusmiak.
Fue laureado en el Concurso Internacional de Piano Gian Battista Viotti (Italia) y ha ofrecido recitales y clases magistrales en Europa, Asia, África, Centro y Sudamérica, el Caribe y Estados Unidos. En 2019 celebró tres décadas de trayectoria con una presentación en el Weill Recital Hall del Carnegie Hall, en Nueva York.