LABORATORIO ARTE ALAMEDA PRESENTARÁ EL LIBRO PRÁCTICAS ARTÍSTICAS, POSCONCEPTUALISMO ELECTRÓNICO Y TRANSMODERNIDAD

- La publicación ofrece una cartografía de las artes digitales y electrónicas durante las dos primeras décadas del siglo XXI
El Laboratorio Arte Alameda (LAA), recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), presentará el libro Prácticas artísticas, posconceptualismo electrónico y transmodernidad, coordinado por Fernando Monreal. La obra no sólo busca ser un aporte bibliográfico a la historia del arte, sino también una mirada distinta que permita formular nuevas preguntas. La actividad se llevará a cabo el jueves 22 de mayo, a las 18:30 horas, con la participación del autor, la artista Tania Aedo y la escritora Cecilia Castañeda.
El libro reúne el trabajo de investigación en el que participan siete mujeres —artistas, académicas y gestoras— para reflexionar sobre las prácticas artísticas que emplean tecnologías electrónicas y digitales en México durante las primeras décadas del siglo XXI, un tema poco abordado desde la academia, advirtió en entrevista Fernando Monreal.
Además de generar bibliografía, esta publicación también es la continuación del trabajo que ha realizado el académico e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Lerma, que inició con el libro Máquinas para descomponer la mirada, el cual es una historia sobre las artes electrónicas y digitales en México durante la última década del siglo XX.
“Este libro quiere resolver un pendiente, que es cartografiar las dos primeras décadas del siglo XXI, donde México tuvo un rol importante a nivel Latinoamérica con el Festival Internacional de Artes Electrónicas y Video Transitio, porque permitió que se dieran cita muchas voces, y algunas prácticas que retratamos en este libro tienen que ver con la presencia de este festival”.
Detalló que el libro también profundiza sobre el concepto de tecnología: “En países como México, Chile, Argentina o Colombia, que comparten ciertos intereses en torno a estas prácticas, es diferente de lo que sucede en Europa o Asia. En Latinoamérica ya se plantea una noción de tecnología diferente, donde hay interés sobre las tecnologías ancestrales, indígenas o las concepciones locales. Es decir, se ha desmontado la idea de tecnología universal que proviene de Occidente”.
Sobre el por qué no se ha estudiado este tema, agregó que, “por un lado, los primeros textos que se empezaron a escribir provienen de la curaduría antes que de la historia del arte y no tienen tanto impacto. Además, porque permanecen presentes sólo durante el tiempo de la exposición. Por otro lado, en la academia y la curaduría existe una sensación de escribir sobre lo nuevo. Lo interesante de estas prácticas es que trabajan con recursos que se vuelven obsoletos rápidamente y pareciera que lo importante es el presente. Ahora, lo importante son temas que giran en torno a la relación entre arte e inteligencia artificial”.
Añadió que otra razón es que las categorías de artes digitales y electrónicas no son bien vistas en la academia y han sido debatidas. Sin embargo, resaltó que, a lo largo de los años, la escena artística mexicana ha generado actividades y festivales en torno a las artes electrónicas y digitales.
Enfatizó que, a través del estudio introductorio y los siete ensayos, la idea es repensar la historia del arte de nuestro país con otras categorías, pero también a través de otras preguntas.
“Creo que este libro aporta a la historia del arte desde lecturas heterogéneas, y eso es algo que quise señalar en la introducción, tratando de pensar una historia del arte desde México, pero también en diálogo con Latinoamérica, donde se han creado una serie de conceptos que no tienen mucho eco en nuestro país, lo cual tiene que ver con la presencia de Occidente que llega desde Estados Unidos”.
La apuesta, dijo, es una lectura distinta de estas artes con aportes conceptuales que no sean deudores de Occidente, como low-tech del teórico argentino Rodrigo Alonso, pero, también, como la de posconceptualismo electrónico, que hace referencia a un conjunto de prácticas artísticas que tienen una conexión con lo que en los años noventa en México se llamó arte posconceptual.