RECUERDAN EN CONVERSATORIO A JULIÁN CARRILLO EN EL 150 ANIVERSARIO DE SU NATALICIO

· Se realizó en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, con la participación de la soprano Alicia Torres Garza y el investigador Theo Hernández Villalobos
Para recordar la vida y obra del compositor potosino Julián Carrillo, en el marco del 150 aniversario de su natalicio, se llevó a cabo un conversatorio en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. En este evento, la soprano Alicia Torres Garza y el investigador de la Fonoteca Nacional, Theo Hernández Villalobos, destacaron la trayectoria de uno de los músicos mexicanos más influyentes, “adelantado a su tiempo”.
Como parte del ciclo Charlas de café, organizado por la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la actividad se desarrolló en un tono coloquial y anecdótico, haciendo énfasis en la personalidad, la vida y la obra de Julián Carrillo.
La soprano Alicia Torres Garza mencionó que, a pesar de ser uno de los más importantes músicos mexicanos, Julián Carrillo no es tan conocido como otros creadores, de ahí la importancia de difundir su vida y legado como un autor “adelantado a su tiempo”.
Theo Hernández comentó que la Fonoteca Nacional revisó el libro de Carrillo titulado Testimonio de una vida, en el cual Dolores Carrillo, hija del compositor, complementa lo que su padre no escribió acerca de su biografía.
“Julián Carrillo fue un prodigio en muchos sentidos. Nació en 1865 en Ahualulco, San Luis Potosí, en una situación de pobreza extrema. Él mismo relató que no había escuchado música hasta los seis años, cuando tuvo la oportunidad de escuchar a un trío y a una banda procedentes de la capital del estado. Al darse cuenta de que la música le transmitía emociones que no podía entender, dijo: ‘Me voy a convertir en músico’. Empezó a tocar el violín, pero al morir su padre quedó a cargo de su familia siendo aún un niño.”
Más allá de los datos biográficos, el investigador puso énfasis en la educación musical de Carrillo en un ambiente provincial, donde músicos itinerantes tocaban en bandas y recorrían los pueblos. Posteriormente, Carrillo estudió de manera autodidacta y logró ingresar al Conservatorio Nacional de Música.
Durante una ceremonia oficial, fue escuchado por el entonces presidente Porfirio Díaz, quien le otorgó una beca para estudiar en Bélgica; sin embargo, fue rechazado por su edad. Decidió entonces estudiar en Leipzig, Alemania, y se integró a la Orquesta de la Gewandhaus, lo que marcó el inicio de su extraordinaria carrera profesional.
Julián Carrillo revolucionó el mundo de la música con su sistema de Sonido 13, que amplió las fronteras de la escala musical tradicional. Su genio fue reconocido mundialmente, con giras por Europa y América, además de la creación de la primera orquesta de microtonos.