EL VIOLISTA ARTURO REBOLLEDO DÍAZ SE DESPIDE DE LA OCBA CON SU PAPEL DE DIRECTOR HUÉSPED

· Dirigirá el concierto Encuentros con la genialidad el jueves 19 de junio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y el domingo 22 en el Centro Cultural del Bosque
· Para su despedida, el artista eligió un programa con obras de Peter Warlock, Anton Bruckner, Charles Ives y Richard Wagner
Con su participación como director huésped en el concierto 14 de la Temporada Encuentros, el violista mexicano Arturo Rebolledo Díaz se despedirá de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), luego de 36 años de labor artística.
El concierto titulado Encuentros con la genialidad tendrá lugar en dos fechas: el jueves 19 de junio a las 20 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y el domingo 22 a las 12 horas en el Pabellón Escénico del Centro Cultural del Bosque (entrada libre).
Con un programa elegido por él mismo y con el beneplácito del titular de la OCBA, Luis Manuel Sánchez, el maestro Arturo Rebolledo Díaz dirigirá las siguientes obras: Suite Capriol, de Peter Warlock; Andante para cuerdas, de Anton Bruckner; La pregunta sin respuesta, de Charles Ives; e Idilio de Sigfrido, de Richard Wagner.
Arturo Rebolledo Díaz es violista y director de orquesta, egresado del Conservatorio Nacional de Música, con estudios de especialización en Francia como director, bajo la guía del maestro Claude Bardon, con quien colaboró estrechamente en la Orchestre de Vendée, de la cual también fue integrante.
Ha participado como solista con las principales orquestas de México y se ha presentado en Francia, Italia y Suiza, con un repertorio que abarca desde música renacentista hasta obras compuestas especialmente para él, además de música mexicana.
Desde 1990, se ha desempeñado como viola co-principal de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, además de ser catedrático de viola en el Conservatorio Nacional de Música y de violín en la UNAM.
“El programa que dirigiré ha sido seleccionado por mí y reúne obras que han sido muy significativas en mi trayectoria”, afirmó el director huésped de la OCBA, Arturo Rebolledo Díaz.
Detalló que la Suite Capriol (escrita en 1926) de Peter Warlock fue la primera obra que interpretó con la OCBA hace 36 años. “Es una forma de rememorar aquel concierto y, ahora, con ella misma, he querido cerrar mi ciclo en la orquesta”.
Warlock ayudó a editar un libro que documenta una serie de danzas renacentistas. El compositor tomó seis de ellas y las arregló para orquesta de cuerdas. La obra toma su nombre, Capriol, de un personaje del libro que se interesa en aprender dichas danzas.
Rebolledo Díaz comentó que Richard Wagner es uno de los compositores que más admira; por ello eligió el Idilio de Sigfrido, pieza que el compositor escribió en 1870 como regalo para su esposa por el nacimiento de su hijo, al que llamó precisamente Sigfrido.
Otro admirador de Wagner, Anton Bruckner, compuso entre 1878 y 1879 el Quinteto para cuerdas, una de las únicas dos obras para orquesta de cuerdas escritas por el compositor austríaco. El quinto movimiento, Andante, “es de una belleza tal que muchas veces se interpreta como una obra aparte. Y eso es lo que escucharemos en este concierto”, dijo Rebolledo.
Finalmente, La pregunta sin respuesta, de Charles Ives, es una obra que —según recordó el maestro— “lleva la filosofía a la música”, y que fue considerada por figuras como Leonard Bernstein y Aaron Copland como “la obra estadounidense más importante jamás escrita”.
Respecto a su despedida, el director y violista comentó: “Yo entré a la OCBA en 1990. En esos 36 años que hemos transitado juntos, he visto a una orquesta que ha ido hacia arriba, luego de una época en que había permanecido estática.
“En los años siguientes, tuvo gran apoyo e impulso hasta convertirse en lo que es hoy: una de las orquestas más importantes del país y la más reconocida en la categoría de cámara”.
Consideró que se ha logrado integrar acertadamente a jóvenes muy preparados, y que musicalmente la agrupación vive uno de sus mejores momentos, cerca de cumplir 70 años. “Hay OCBA para muchos años más, y hay que seguirla, porque además es una orquesta solidaria, la única que da conciertos sociales gratuitos y va a escuelas, hospitales, reclusorios… lleva la música a quienes no tienen la oportunidad de disfrutarla”.