ARTES VISUALES

LA EXPOSICIÓN PRESENCIA INFINITA CONCLUYE EL 6 DE JULIO EN EL MAM CON MÁS DE 200 MIL VISITANTES

Boletín No. 791 - 02 de julio de 2025

·       Presenta un recorrido por cien años de arte mexicano realizado por mujeres artistas, con pintura, escultura, fotografía, técnicas mixtas, collages, arte objeto y gráfica

La exposición Presencia infinita, que concluye su periodo expositivo el próximo 6 de julio en el Museo de Arte Moderno (MAM), recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ofrece un recorrido por cien años de arte mexicano realizado por mujeres artistas, al tiempo que explora sus vanguardias, búsquedas y aportes creativos. A lo largo de su exhibición ha sido visitada por más de 211 mil personas.

La muestra forma parte del ciclo Ficciones de la modernidad, con el que el MAM celebra su 60 aniversario. Está integrada por más de un centenar de obras pertenecientes a la colección del recinto, realizadas por 69 artistas en diversos formatos: pintura, escultura, fotografía, técnicas mixtas, collages, arte objeto y gráfica.

Más allá de un orden cronológico y además de incluir nombres reconocidos como Frida Kahlo, María Izquierdo, Remedios Varo, Leonora Carrington, Lola Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky y Graciela Iturbide, la exposición busca poner en diálogo a diversas generaciones de artistas. “La intención es que el público pueda descubrir sus aportes”, explicó la curadora Katnira Bello.

La exposición está dividida en cinco núcleos temáticos: Identidad, tradición y valores de la Revolución, Indagación y vanguardia, Desestabilizar las estructuras, Romper el presente y Estéticas de un instante, lo cual permite dimensionar la riqueza y complejidad de sus propuestas.

“A través de su trabajo podemos ver cómo retomaron los valores de la Revolución, la tradición y la identidad, pero también cómo los cuestionaron”, señaló la curadora.

Desde el inicio, obras como Tehuana, de Lola Cueto, dialogan con fotografías como Nuestra señora de las iguanas, de Graciela Iturbide; Niña tomando pecho, de Tina Modotti o Bordadores, de Bernice Kolko. También con San Baba, de Frida Kahlo o el linograbado Llevando agua, de Elena Huerta

En el segundo núcleo, además de figuras icónicas del surrealismo como Remedios Varo y Leonora Carrington, se exhiben piezas de artistas clave como Kati Horna, con sus fotomontajes; Alice Rahon, con Trampa para el infinito; y Mónica Castillo, con Plato de mártir.

También se presenta una pieza de Nahui Olin, “una artista que se debe conocer, porque aunque su nombre es famoso, pocos identifican su trabajo”, señaló Bello. Su propuesta se exhibe junto a la de María Izquierdo, Nadine Prado y Beatriz Ezban.

En el tercer núcleo se reúnen obras que cuestionan instituciones, religión y estructuras sociales, como Ajuste de cuentas, de Teresa Margoles, o Ex Yugoslavia, de Ambra Polidori, centrada en el tema del genocidio.

El cuarto núcleo está dedicado a artistas que establecieron un lenguaje centrado en lo más actual de su tiempo, como Ángela Gurría, escultora que formó parte de la Ruta de la Amistad, de quien se presenta la maqueta de Señales, así como Marta Palau y Androna Linartas, quienes experimentan con los textiles en La bufadora y La magia de la grana, respectivamente.

 Finalmente, Estéticas de un instante reúne obras que capturan momentos de introspección y conexión emocional, como Retrato de Mademoiselle Harton, de Joy Laville, y Desayuno, de Naomi Siegmann.

La curadora explicó que la exposición también busca romper con los clichés asociados a la producción femenina: “La idea es no romantizar. Por ejemplo, vemos cómo el tema de la maternidad se aleja de esa relación que algunos artistas establecieron con la patria, con piezas como las de Lourdes Grobet, La doble lucha, donde retrata a mujeres de la lucha libre en el ring y ejerciendo su maternidad; es decir, la artista habla de lo que ahora se conoce como la doble jornada”.

Detalló que, desde sus diversas experimentaciones, las artistas abordan propuestas y temas que van desde lo intimista hasta enfoques más amplios, como lo histórico, político, económico, social y estético: “Creo que es importante analizarlas con respeto y con el mismo compromiso con el que se aborda el trabajo de los artistas masculinos, a partir de valorar sus propuestas y poner atención en lo que están diciendo, más allá de agruparlas por género”.

A manera de invitación, la curadora agregó que esta es una oportunidad para ver cómo las mujeres han estado presentes, cuestionando, dialogando e innovando: “Los invito a descubrir otras perspectivas del arte hecho por mujeres, para refrescar la mirada, con obras que van desde principios del siglo XX hasta años recientes”.