TEATRO

TU CUERPO PARTIDO O VEINTE DÍAS NEGROS: TRABAJO ESCÉNICO OPERÍSTICO SOBRE MEMORIA Y MESTIZAJE EN EL MAYAB

Boletín No. 914 - 30 de julio de 2025
  • Una casa en ruinas, una nana maya y una historia atravesada por la esclavitud
  • Del 31 de julio al 3 de agosto, en el Teatro del Bosque, Julio Castillo: jueves y viernes a las 20 horas; sábado a las 19 horas; y domingo a las 18 horas

Manuel regresa a Mérida, a la casa familiar donde vivió su infancia. El calor paralizante de mayo lo envuelve mientras atraviesa un tiempo telúrico hecho de insomnio, piedras, espejos, lagartijas y fotografías. La voz de su bisabuelo Ignacio, criollo sobreviviente de la masacre de Chancenote en 1848, resuena entre los muros. Las palabras mayas, la memoria de la Guerra de Castas y el recuerdo de su nana —la mujer que le dio su leche y su cariño— lo enfrentan a su propia historia mestiza. Tal vez ha vuelto para morir. Tal vez ha vuelto para rendirse ante Aurora: la nana, la casa, la tierra.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y La Rendija AC, presentan la puesta en escena Tu cuerpo partido o veinte días negros, ópera de Germán Romero, con libreto de Raquel Araujo, Germán Romero y Sásil Sánchez, dirección escénica de Raquel Araujo y dirección musical de Germán Romero.

El elenco está conformado por Katenka Ángeles, Lázaro González, Cristina Woodward, Juan Ramón Góngora, Mariana Palma, Ángel González y Raquel Araujo. Participa también el Coro Túumben Paax, integrado por Lucía Olmos, Lorena Barranco, Mitzy Chávez, Itzel Servín y Tatiana Burgos.

Tu cuerpo partido o veinte días negros es un trabajo escénico operístico que profundiza en el despojo histórico de los pueblos indígenas, la esclavitud en las haciendas henequeneras y el racismo estructural que aún persiste. El relato parte del retorno a la casa, que Aurora desmantela piedra por piedra. El montaje incorpora lengua maya, imágenes visuales y una escultura inflable que representa tanto la memoria como el sueño, un espacio que encarna lo íntimo, lo político y lo histórico.

En palabras de la directora: “Se trata de un trabajo escénico operístico, con música original, compuesta sobre el desarrollo de una dramaturgia unida a la investigación del grupo de colaboradores. Partimos de la idea del regreso a la casa familiar, y la memoria, y el olvido. Sobre ser yucateco y maya, qué tan maya se necesita ser para decirse maya, si hay gradientes o taxonomías sobre ser mestizo, o cómo identificarse como descendiente de la ‘casta divina’. Con el cuerpo partido, en una península partida entre mayas y blancos, entre mayas y yaquis, entre africanos, coreanos y libaneses; la sangre mezclada nos hace mestizos. Nuestros abuelos labraron la tierra del oro verde del henequén.”

La obra cuestiona qué significa ser yucateco, qué tan maya se necesita ser para nombrarse como tal, y quién puede decirse descendiente de la “casta divina”. Ignacio revive una y otra vez el trauma colonial hasta aceptar el triunfo maya: una Aurora que ilumina un nuevo mundo, donde todos los seres tienen cabida. Los personajes Mujer Piedra, Mujer Metal y Lagartija observan la desintegración de Manuel, el mestizo partido, y nos interpelan sobre cómo podemos convivir en el Mayab con la herida abierta de la esclavitud y el eco de quienes lucharon por su libertad.

Esta producción nacional se realizó con el Estímulo Fiscal del Artículo 190 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (EFIARTES) y contó con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales.

Una ópera profunda y provocadora sobre memoria, despojo, mestizaje y resistencia en Yucatán. Una exploración poderosa del cuerpo, la lengua maya y el legado de la Guerra de Castas, que pone en escena el colapso de la casa del hombre blanco para dar paso al amanecer de Aurora, la nana maya.

La producción general, así como el diseño de escenografía e iluminación, son de Óscar Urrutia. El diseño de vestuario es de Raquel Araujo Madera y Elena Martínez Bolio. Participan también David Hurtado como director adjunto, Luisa Montoya como asistente de dirección, Sásil Sánchez como asesora en lengua maya y Cristina Woodward como maestra de voz. La fotografía y video para escena están a cargo de Pedro Massa Geded y Germán Romero.

Boletos disponibles en las taquillas del Centro Cultural del Bosque y a través de este enlace. La obra tiene una duración aproximada de 75 minutos, está recomendada para mayores de 16 años y el costo de la entrada general es de $150.