DIVERSIDAD, PATRIMONIO Y CREACIÓN CONTEMPORÁNEA MARCARON LA TEMPORADA 2025 DE LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL

- La temporada incluyó 32 programas y cerró con dos conciertos navideños completamente agotados
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, concluyó su Temporada 2025 con dos conciertos navideños completamente agotados, coronando un año excepcional en el que ofreció 32 programas cuidadosamente diseñados para ampliar el panorama musical del país. La temporada se distinguió por entrelazar estrenos mundiales y nacionales, colaboraciones institucionales, recuperación de repertorios históricos mexicanos, presencia de nuevas voces contemporáneas y una firme apuesta por la diversidad estética.
Uno de los primeros momentos significativos del año fue Voces femeninas, un concierto dedicado a visibilizar la creación de compositoras como Marianne von Martinez y Louise Farrenc, que incluyó el estreno en México de una obra de Martínez. Con ello, la OSN reafirmó su compromiso con la equidad en el repertorio. Esta apertura a nuevas perspectivas continuó con La Heroica de Beethoven: Miradas contemporáneas, programa que presentó los estrenos mundiales de obras de Nur Slim Pasarán y Eduardo Florencia, seleccionados por el Panel de Lectura de la OSN, en diálogo con la icónica Tercera Sinfonía de Beethoven y ampliando la mirada latinoamericana sobre la tradición heroica.
El intercambio cultural tuvo también un papel relevante con Encuentro entre culturas, programa en el que convivieron obras de Leonardo Coral, Roberto Carbajal, Béla Bartók y Zoltán Kodály. La función incluyó el estreno mundial de la versión 2025 de una obra de Carbajal y tendió un puente entre el folclore mexicano y el de Europa Central. Esta vocación de diálogo estético se manifestó asimismo en Shostakovich 50, programa que inauguró la conmemoración por los 50 años del fallecimiento del compositor ruso e integró Espalda mojada de Paulino Paredes —obra de profundo contenido social centrada en la experiencia migratoria en la frontera norte de México— junto con música de Behzad Ranjbaran y del propio Shostakovich.
Entre los acontecimientos corales y colaborativos más destacados se encontró la interpretación de La Creación de Joseph Haydn, realizada junto con Solistas Ensamble de Bellas Artes. Esta colaboración intrainstitucional permitió abordar una de las cumbres del repertorio sinfónico-coral con un reparto integrado por miembros del ensamble, fortaleciendo la presencia del oratorio clásico en la programación de la OSN.
La temporada dedicó también un espacio relevante a la recuperación del patrimonio musical mexicano mediante el programa Vidas fugaces, que reunió la Sinfonía inconclusa de Schubert, el Réquiem de Mozart en la más reciente reconstrucción del musicólogo Michael Ostrzyga —estrenada por primera vez en México en este concierto— y una obra de Miguel Meneses (1832–1892). Gracias a una nueva edición crítica del CENIDIM y a la participación del Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, la OSN devolvió la música de Meneses al escenario nacional, subrayando la importancia de reconstruir una memoria sonora más diversa y representativa.
El compromiso con la creación contemporánea se consolidó nuevamente con la participación de la OSN en el concierto de clausura del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez. Esta intervención reafirmó la vocación de la orquesta como impulsora de nuevas propuestas sonoras y como plataforma para el encuentro entre compositoras, compositores, intérpretes y públicos en un contexto de renovación constante.
Uno de los momentos más significativos en términos de representación fue De la intimidad a lo épico, que marcó el debut en México de Johanna Malangré, directora con una destacada trayectoria internacional. Su presentación subrayó la necesidad de visibilizar el trabajo de mujeres en el podio, particularmente en un país donde su presencia sigue siendo limitada. El programa permitió mostrar el repertorio que define a la directora y ofrecer un recorrido sonoro que transitó de lo introspectivo a lo monumental.
El ciclo dedicado a Shostakovich culminó con La décima de Shostakovich, programa que incluyó el estreno nacional de una obra de la compositora mexicana Mariana Villanueva, un concierto para violín poco interpretado —ejecutado por un integrante de la propia orquesta— y la monumental Sinfonía núm. 10 del compositor ruso. Con ello, la OSN reafirmó sus líneas de actuación: la promoción del talento interno, la apertura a voces contemporáneas y la interpretación de obras fundamentales del siglo XX.
A lo largo de sus 32 programas, la Temporada 2025 de la Orquesta Sinfónica Nacional se distinguió por su diversidad estética, su apuesta por la memoria y el patrimonio, su apoyo a la creación contemporánea y su compromiso con la excelencia interpretativa. El entusiasmo y la respuesta del público —reflejados con claridad en los conciertos agotados— consolidan a la OSN como una institución indispensable en la vida artística y cultural del país, capaz de honrar la tradición sinfónica mientras impulsa nuevas formas de entender y habitar la música.