Soy la cosecha del amor que se ha sembrado en mí Leonardo Sánchez Rosales, ganador del Concurso Carlo Morelli

Boletín No. 1243 - 20 de septiembre de 2016

o    A sus 21 años de edad obtuvo el primer premio en uno de los certámenes con mayor relevancia en el ámbito nacional 

o    No esperaba ser el ganador. Estoy feliz, sé que este premio conlleva una gran responsabilidad, asegura 

Presentarme en el Palacio de Bellas Artes, máximo recinto de las artes escénicas de nuestro país, fue algo mágico, un sueño que se convirtió en realidad a mi corta edad. Gané el certamen, ahora tengo que representar a México con más amor y seguir trabajando en mi formación como cantante. 

Así se expresó Leonardo Sánchez Rosales, que a sus 21 años de edad se convirtió en el ganador de la XXXIV edición del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, una de las plataformas más relevantes a nivel nacional para que las jóvenes voces mexicanas muestren su talento.  

El tenor veracruzano, quien obtuvo además los premios de revelación juvenil y de la Ópera de Bellas Artes, comentó que, sin antecedentes de músicos en su familia, a los 17 años se unió al Coro Juvenil de la Ciudad de Córdoba, Veracruz, de donde es oriundo, y en la que cantaba piezas navideñas y mexicanas.

Sánchez Rosales pronto destacó por su timbre de voz y fue elegido como solista. A los 18 años conoció al barítono Genaro Sulvarán, quien se convirtió en su primer maestro de canto, con él estudió durante un año, por lo que empezó a dedicarle más tiempo a la música, aunque aún la veía como un hobby, ya que él pretendía ser médico. 

Posteriormente presentó su examen para ingresar a la Facultad de Medicina, a la que asistió durante un mes. Al poco tiempo, recordó, una prima lo animó a ingresar a la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP), ya que cuenta con varias actividades culturales como un taller de ópera y un coro de cámara, a los que pensaba dedicar su tiempo libre.

“A pesar de que me gustaba la música no me animaba a cambiar de profesión, ingresé a Enfermería en la UDLAP, y por mi promedio escolar obtuve una beca de 95 por ciento. Hice una audición para el grupo de teatro musical, que iba a presentar El mago de Oz, y ahí hice el personaje del León cobarde, a partir de ese momento me enamoré de la música y la Universidad me ofreció una beca del 100 por ciento para estudiar música”.

A penas en mayo de este año, Leonardo Sánchez Rosales, recibió el Premio a la Revelación Juvenil en el Concurso Internacional de Canto Sinaloa. 

“Nunca había estado en otros concursos--compartió el joven tenor--, me animé porque este año vinieron a la escuela dos maestros desde Italia, el tenor mexicano Baltazar Zúñiga y la mezzosoprano Lucía Napoli, a partir de sus consejos me animé a participar.

“Mi maestra de base es Briana Winter, ella me ha enseñado técnicas de relajación y de respiración. Mi voz es más pesada, al principio empecé como barítono y poco a poco me fui moviendo hacia tenor, tesitura en la que tengo dos años”.

El joven cantante dijo también: “No esperaba ser el ganador, cuando empecé a estudiar tenía como meta ganar el concurso algún día, pero no creí que fuera a llegar tan prematuramente.

“Cuando anunciaron al vencedor sentí una gran felicidad, estaba atónito, sin palabras, muy contento y a la vez sorprendido, sabía que ese premio conlleva una gran responsabilidad”. 

Estudiante del quinto semestre de la licenciatura en Música, Leonardo Sánchez Rosales comentó que le gustaría estudiar por lo menos un año más en la Universidad y cumplir con los compromisos que representa el haber ganado el concurso Carlo Morelli, después, indicó, le gustaría integrarse a algún taller de perfeccionamiento operístico en la Ciudad de México, como el Estudio de la Ópera de Bellas Artes.

En la escuela ha participado en algunas óperas, pero lo que más le ha gustado hasta el momento es el género de la zarzuela, incluso representó a Rafael en La Dolorosa, de José Serrano. “La zarzuela tiene un corte más relajado, tuvimos clases de flamenco y preparación actoral”.

Hijo de un sociólogo y una pedagoga, el tenor dijo: “Soy muy apegado a la familia y las costumbres, mi casa es como un templo para mí, cada vez que regreso recuerdo quién soy y de dónde vengo y eso hace que nunca despegue los pies de la tierra. 

“Mis papás y mis dos hermanas estuvieron conmigo en el Palacio de Bellas Artes cuando gané el certamen, ellos se desbordaron en alegría por mí. Esto lo veo como una analogía, nos han cultivado con mucho amor, mucha disciplina y eso es lo que se vio esa noche, la cosecha del amor que han sembrado en mí”.

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