Noche inolvidable con el joven cantante mexicano Iván Reséndiz

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- Reséndiz, de 14 años, formó parte de los Niños Cantores de Viena
- De visita en México, ofreció fragmentos de ópera y canciones mexicanas
- En septiembre partirá a Europa para continuar su formación musical
Con fragmentos de famosas óperas del repertorio universal y una serie de canciones de autores mexicanos, el viernes 11 de agosto, en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, el joven cantante mexicano Iván Reséndiz ofreció un concierto acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Marina.
Con tan solo 14 años de edad, el cantante Iván Reséndiz formó parte del famoso coro de Niños Cantores de Viena. Junto a esa agrupación, de la que fue voz solista, ofreció más de 300 conciertos en todo el mundo. De visita en nuestro país, recibió apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para presentarse en el Teatro de la Danza.
Un numeroso público formado por niños, jóvenes y familias enteras llenó el recinto para escuchar el arte vocal de Reséndiz, un arte de prometedor futuro que lo ha llevado ya a presentarse con la agrupación vienesa en escenarios como el Carnegie Hall de Nueva York, el Wiener Musikverein de Viena, el Symphony Center de Chicago, el Hospital Infantil de Filadelfia, la Capilla Imperial de Hofburg de Viena y el Nippon Budokan de Tokio.
De visita en la Ciudad de México, de donde es originario, Reséndiz inició esta lluviosa pero cálida noche de canto y música con He Shall Feed His Flock, de El Mesías, de Händel, para sorprender al público con su angelical voz.
A ello le siguió Sub Tuum Praesidium, de Mozart; Ave María, de Schubert, y dos versiones de Pie Jesu: una de Fauré y otra de Lloyd Webber. Además, Sehnsucht nach dem Frühlinge y Voi che sapete (de Las bodas de Fígaro), ambas también de Mozart. En algunas de las piezas estuvo acompañado por su maestra la soprano Teresa González.
Formal y desenvuelto en el escenario, rodeado de más de 40 músicos de la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Marina, Iván Reséndiz fue su propio presentador y anunció cada pieza a interpretar.
En la segunda parte del recital, el joven cantante deleitó al público con El hombrecillo de arena (de la ópera Hansel y Gretel), yEdelweiss (de El sonido de la música), de Rodgers y Hammerstein.
Reséndiz hizo una pausa para comentar brevemente acerca de La nuit, de Philippe Rameau, una pieza que le trae gratos recuerdos y le acompaña en cada presentación, ya que con este tema audicionó para ingresar a los Niños Cantores de Viena, y fue aceptado.
Convencido de sus raíces mexicanas, y orgulloso de ellas, el joven cantante que inició su formación en el Conservatorio Nacional de Música del INBA, dedicó amplio espacio a la música mexicana. A manera de homenaje a los marinos del país y de la orquesta que le acompañó, interpretó Barquito de nuez, pieza infantil de Francisco Gabilondo Soler.
En la parte final del concierto hizo cantar al público con tres canciones que se han convertido en himnos de México en el extranjero:Cielito lindo, de Quirino Mendoza; La llorona, del dominio público, y la Serenata huasteca, de José Alfredo Jiménez.
Con un aplauso de pie que le tributó un complacido y conmovido público, Iván Reséndiz agradeció el haberle acompañado en el recital tanto al público como a la orquesta. Aparte, comentó brevemente que el próximo mes de septiembre partirá nuevamente a Europa para seguir su preparación musical (canto y guitarra) en la sección de formación juvenil de la Ópera Estatal de Viena.
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