La directora general del INBA, Lidia Camacho, entregó la Medalla Bellas Artes a José Caballero

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• Director, dramaturgo y maestro que no se agota en una sola dimensión, dijo

• Ha transformado la vida de generaciones enteras de artistas y amantes del arte dramático

La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, hizo entrega de la Medalla Bellas Artes a José Caballero, un artista que es al mismo tiempo dramaturgo, director de escena y maestro, tres ramas del teatro en las que por igual es admirado y respetado, y que no se agota en una sola dimensión. “Se dice que tras su aparente tranquilidad se esconde un temperamento apasionado que es profundo, ameno y que se podría definir ya como un clásico contemporáneo”.

En la ceremonia realizada el lunes por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la funcionaria recordó, ante un numeroso público, que José Caballero es el más joven de una generación de directores escénicos que surgió al amparo del maestro Héctor Mendoza. “Se le consideraba un joven prodigio, pues empezó a dirigir cuando apenas tenía 17 años de edad, por lo que hace tiempo que es ya un sabio de la escena”, agregó.  

Acompañada de Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura; Alberto Lomnitz, coordinador nacional de Teatro del INBA y Luis de Tavira, director de escena, Camacho destacó que el galardonado “trabaja a  partir de conceptos sólidos y tiene un excelente sentido del ritmo, por lo que sus puestas en escena --a la fecha más de 80 en 45 años de trayectoria-- jamás han conocido el tedio, y es ampliamente reconocido por su dirección de actores, ya que posee un profundo conocimiento de los mecanismos del actor”.

Luego de saludar y agradecer la presencia de los padres, esposa e hijos de José Caballero, dijo: “Podemos afirmar que la pasión de Caballero por el teatro ha transformado la vida de generaciones enteras de artistas y amantes del arte dramático. Su estilo, particularmente claro, profundo y contundente, le ha permitido transitar entre lo clásico y lo contemporáneo, y manejar a la perfección todos los géneros y estilos del teatro, lo que lo convierte en obligado referente cuando se habla del quehacer teatral en nuestro país”.

Por estas y muchas otras razones, subrayó la doctora Camacho, Caballero es merecedor de la Medalla Bellas Artes, máxima presea que el INBA otorga año con año a quienes construyen “una brillante trayectoria dentro de las artes, definen sus rumbos en el ámbito nacional y enriquecen con su obra el patrimonio cultural de todos los mexicanos”.

El teatro como arte de aprender a vivir: Caballero

Luego de recibir una placa de reconcimiento y la preciada Medalla Bellas Artes, el propio artista agradeció a las autoridades de cultura en México el otorgarle dicho galardón, mismo que dedicó a “todos aquellos con los que me ha tocado colaborar en los foros y oficinas el INBA, especialmente en la Compañía Nacional de Teatro”.

También externó palabras de agradecimiento a sualma máter, la UNAM, y a sus maestros (Mendoza, “mi padre en el teatro”; Gurrola, De Tavira, Castillo, Margules y Luna), a actrices y actores “que han confiado en mi juicio y oficio en su empeño por actuar mejor”, y a mis alumnos, quienes son “mis mejores maestros en el arte de compartir y comunicar. A todos los llevo en el corazón”, comentó.

Pero más agradeció a los espectadores del teatro –anónimos compañeros de vida--, cuya “ausencia de los teatros es tan amarga y cuya presencia es la más dulce compañía”, pero entre ellos, a los más fieles y permanentes, señaló: mi familia, que siendo mi sostén han tenido que soportar mis dudas en esta azarosa carrera, a mis hermanos, a mis hijos y a mi esposa, dijo emocionado.

Luego aseguró que para él, el teatro ha sido el arte de aprender a vivir. “Mucho me he  equivocado, pero día con día he buscado ser una mejor persona, como decía Héctor Mendoza, en esa medida se es mejor artista”.

El teatro, indicó al leer su discurso en un teléfono celular, es más grande que todos nosotros. Logra adaptarse a los tiempos y se las ingenia para sobrevivir aún en esos momentos en que la humanidad parece extraviarse. Hoy como siempre, quienes amamos el arte de la escena debemos batallar por construir espectáculos en los que nuestra especie sea capaz de mirarse de frente para corregir sus vicios, educar sus emociones y aclarar su conciencia, de esa manera contribuimos a crear un mundo mejor. 

“La imaginación no admite fronteras, no hay espacio ni tiempo que se le niegue y no hay obstáculo para su luz. Amigos, gracias, y les deseo un futuro lleno del mejor teatro”.

José Caballero ha logrado su propiaOdisea: Luis de Tavira

La ceremonia de entrega de la Medalla Bellas Artes a José Caballero en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes inició con una videosemblanza en la que artistas como Luisa Huertas, Óscar Narváez, Mauricio García Lozano y Juan Manuel Bernal destacaron la trayectoria del director de escena, dramaturgo y formador de actores.

En el escenario, Antonio Crestani, actor y director general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura, se congratuló de que las instituciones mexicanas reconozcan con la Medalla Bellas Artes a un artista considerado hoy como “uno de los más importantes de la escena nacional”.

Lo calificó de generoso con sus alumnos y de afable y sonriente con sus actores, gracias a su enorme inteligencia. Consideró que seguramente “José Caballero es el gran heredero de Héctor Mendoza, su depositario, que supo partir de las enseñanzas de su maestro para construir una carrera propia”.

En su oportunidad, Luis de Tavira recordó algunos pasajes de la obra de Caballero, y comentó que al otorgarle esa emblemática presea el INBA convoca al reconocimiento del “pródigo afán creador de un hombre de teatro cabal y contundente”. Hay “alegría justiciera”, dijo, al reconocer la obra escénica de uno de  los más brillantes representantes del arte mexicano contemporáneo.

Resaltó lo que a su parecer son tres de las más preciadas obras dirigidas por Caballero:La madrugadade Juan Tovar;Fedra y otras griegasde Ximena Escalante yLos grandes muertos, serie de cinco piezas de Luisa Josefina Hernández.

El sostenido afán de Caballero dentro de la formación de actores, la dirección de obras, la dramaturgia e inclusive la traducción y promoción del arte escénico, todo envuelto en una gran “intuición creadora”, hacen que la historia del teatro mexicano contemporáneo no podría ser contada sin el reconocimiento de su influencia definitiva y sus aportaciones, mencionó De Tavira.

Y concluyó: “Semejante a Ulises, José Caballero navega su odisea teatral asido a las tablas del escenario. Su trayectoria es una travesía emotiva, pensante, cuyo horizonte son las obras de teatro de todos los tiempos y todas las latitudes. Caballero ha logrado suOdisea. Gracias por tanto, maestro”.