La Ciudad de México, una urbe en constante transformación:  Rodrigo Hidalgo y Juan Carlos Briones

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• Los creadores del proyecto La Ciudad de México en el tiempo ofrecieron la charla Bellas Artes y sus alrededores

• Invitados por segunda vez por la Dirección de Arquitectura del INBA, comentaron de calles y edificios del Centro Histórico, hoy mejor resguardados

La Ciudad de México es una urbe que está en constante transformación; se está modificando, y cada etapa es como una memoria de su tiempo, es testigo de su dinamismo y de la búsqueda de su propio espacio, coinicidieron en señalar los investigadores Rodrigo Hidalgo y Juan Carlos Briones, creadores del proyecto La Ciudad de México en el tiempo.

Invitados por segunda ocasión por la Dirección de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes, ambos estudiosos de la urbe ofrecieron la charla Bellas Artes y sus alrededores el miércoles por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En esta segunda plática, los periodistas compartieron con su numerosos público –que los recibió y despidió entre inusitados y calurosos aplausos— algunas referencias a uno de los cruces más transitados de la capital del país: la calle 5 de Mayo y el Eje Central, en el Centro Histórico, situado a un lado precisamente del recinto de mármol.

A través de 30 fotografías proyectadas en una pantalla, Rodrigo Hidalgo y Juan Carlos Briones llevaron al público a un viaje en el tiempo por calles como las mencionadas, además de la avenida Juárez, la calle Madero, la Alameda Central, los edificios Guardiola, La Nacional y la Torre Latinoamericana, entre otras.

Señalaron que dichas calles y edificios son de los lugares más fotografiados por diferentes artistas a lo largo del tiempo y, también, de los que más cambios han experimentado en el tiempo debido al crecimiento de la ciudad y sus necesidades, pero también por los movimientos telúricos que han obligado a desaparecer algunas construcciones.

Edificios como el Teatro Nacional, en 5 de Mayo, desapareció para abrir dicha avenida, a cambio de ello se construyó precisamente el Palacio de Bellas Artes, inaugurado en 1934. El hoy llamado edificio Guardiola, en Eje Central y Madero, comentaron los investigadores, se ubica en lo que fue el edificio Escandón a inicios del siglo XX.

Conocida como la “Casa de los perros” --por las figuras que se encontraban en la parte superior--, fue demolida hacia 1938. Junto a él, se encuentra la antigua Casa de los Azulejos, hoy convertido en un restaurante famoso.

Un poco más hacia el sur, en la década de los cincuenta se construyó el edificio de Seguros La Nacional, junto a la antigua sede de Seguros México, que fue reducida tras los sismos de 1985 y hoy alberga la llamada Friki Plaza.

En 1956 fue construida la gran Torre Latinoamericana por los arquitectos Augusto H. Álvarez, Leonardo y Adolfo Zeevaert, uno de los símbolos del primer cuadro de la ciudad, además del edificio Miguel E. Abed, que aún existe. 

Asimismo, refirieron que en la avenida Juárez, a mediados de 1942, se construyó el Hotel del Prado, obra del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, y a la derecha, cruzando la calle de Azueta, el Edificio Aztlán, ambos desaparecidos tras los sismos de 1985.

Rodrigo Hidalgo acotó que en la actualidad hay un mejor aprecio por la herencia arquitectónica de la ciudad. Antes, en un afán de modernizarse pero también de borrar ciertas etapas de la historia, se demolían edificios sin importanr su valor arquitectónico e histórico. Las instituciones de cultura, resaltó, han cobrado una mayor preocupación por rescatar y preservar aquello que nos representa, porque “es una parte de nuestra historia”.

En la actualidad, afirmó Juan Carlos Briones, la zona centro de la ciudad se ha apegado más hacia el interés turístico, por lo que ha dejado ser zona habitacional. Además, dijo que este tipo de charlas son una invitación a recorrer las calles de la capital del país y ser cada uno un turista, un cronista de la herencia arquitectónica de la ciudad.

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