ARTES VISUALES

La Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble acerca el patrimonio a la sociedad

Boletín No. 1667 - 29 de diciembre de 2017
  • Exposiciones, conferencias y mesas redondas, entre las actividades de 2017 que atrajeron a casi 500 mil personas

“Para la Dirección de Arquitectura, 2017 fue muy buen año”, afirmó su titular, la arquitecta Dolores Martínez Orralde, al hablar sobre las tareas de esta área del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), tanto en la parte académica, como a nivel patrimonial.

Exposiciones, mesas redondas, conferencias y visitas guiadas fueron, entre otras, las actividades que llevó a cabo la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA durante 2017 en el rubro de difusión. “Vamos a continuar con las exposiciones dinámicas que muestran el trabajo de los arquitectos mexicanos y todo lo relacionado con el patrimonio, con el apoyo de charlas, presentaciones y publicaciones.

“El Museo Nacional de Arquitectura es nuestra ventana de difusión, divulgación y puesta en valor; nos ayuda a fortalecer la actividad sustantiva: la conservación del patrimonio”, dijo Martínez Orralde.

En 2017 se exhibieron en el recinto ubicado en la planta más alta del Palacio de Bellas Artes las siguientes muestras: Javier Senosiain, arquitectura orgánica, del 9 de septiembre de 2016 al 12 de febrero de 2017, con una asistencia de 186,761 personas.

Ideas y obras del arquitecto Reinaldo Pérez Rayón, del 31 de marzo al 4 de junio, con una asistencia de 64,980 personas. Se realizó en conjunto con la Dirección de Difusión y Fomento a la Cultura del Instituto Politécnico Nacional (IPN) a manera de homenaje.

El multifamiliar moderno, del 6 de julio al 17 de septiembre, con una asistencia de 100,352 personas. En el marco de la exposición se proyectó una serie de cortometrajes documentales alusivos al tema de la misma.

IX Bienal Iberoamericana CIDI de Interiorismo, Diseño y Paisajismo, del 19 de octubre de 2017 al 11 de febrero del 2018. Reúne los 140 proyectos más destacados realizados en la región, con la participación de despachos de México, España, Guatemala, República Dominicana, Puerto Rico y Perú.

Asimismo, la muestra Despliegues y ensambles, integrada por los proyectos que conformaron el Pabellón de México en la 15ª Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, fue presentada en el Vestíbulo B del Centro Cultural Jaime Torres Bodet de la Unidad Zacatenco del IPN, del 6 de abril al 31 de agosto.

Entre las actividades paralelas se llevaron a cabo 30 visitas guiadas con una asistencia de 830 personas y 21 conferencias con una asistencia de 4,200 personas.

“En nuestras actividades destaca la presencia de jóvenes estudiantes de arquitectura, diseño, urbanismo e ingeniería, que es el perfil al que van dirigidas, pero igual nos complace recibir púbico interesado en el patrimonio artístico y personas que visitan el Palacio de Bellas Artes y se encuentran con la oferta cultural del Museo Nacional de Arquitectura, que tiene mucho que ofrecer.

“Por ejemplo, en una de las Noches de museos, dos actores personificaron a Adamo Boari y a Federico Mariscal discutiendo el trabajo que realizaron como arquitectos del Palacio de Bellas Artes, lo que constituyó un ameno recorrido y otra forma de abordar la arquitectura y acercarla al público.

El multifamiliar moderno fue un acierto: convocó a un gran número de personas que habitan el multifamiliar, al que quieren y defienden, pero también critican.

“Ver al arquitecto Reinaldo Pérez Rayón, a sus más de 90 años disfrutando la exposición con su obra, fue algo muy conmovedor. Nos contó anécdotas de cada proyecto”.

Como intercambio por las facilidades que otorgó el IPN para realizar la muestra del arquitecto Pérez Rayón, la Dirección de Arquitectura del INBA le facilitó el Pabellón de México de la Bienal de Venecia de 2016 para ser expuesto en su campus de Zacatenco.

Del programa de conferencias, la arquitecta resaltó La Ciudad de México en el tiempo, que impartieron Rodrigo Hidalgo y Juan Carlos Briones, quienes tuvieron tan buena aceptación y lleno total que tuvieron que repetirla.

Dos arquitectos, padre e hijo: Félix Sánchez y Javier Sánchez Corral, también atrajeron a un gran número de público cuando intercambiaron miradas generacionales y sus experiencias personales.

“Otra de las labores de la Dirección de Arquitectura del INBA es reconocer la trayectoria de quienes han destacado en este ámbito, por lo que se entregó la Medalla Bellas Artes a Óscar de Buen, ícono de la ingeniería mexicana y quien ha hecho mucho por este país.

“Ha apoyado a la Dirección de Arquitectura en todas las consultas de manera honoraria, siempre dispuesto a asesorarnos en los problemas difíciles de la conservación del patrimonio. Ante cualquier dificultad que enfrentemos en los temas de ingeniería o estructura, él es el especialista a quien acudimos, y a su equipo de Colinas de Buen. Es un homenaje más que merecido a alguien que ha entregado su corazón a la arquitectura de México”.

Asimismo, un sensible homenaje fue Arquitectura in memoriam. Carlos Ortega Viramontes, al arquitecto que trabajó junto con Mario Pani y otros importantes colegas y fue docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Patrimonio

Parte de la labor sustantiva de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA es la identificación, jerarquización y reconocimiento de monumentos artísticos.

“A nivel nacional tenemos arquitecturas distintas, estilos y tipologías diferentes, y es nuestra tarea este reconocimiento y puesta en valor de la mano de los gobiernos locales”.

Después del sismo, dijo Dolores Martínez, “sin duda hay mucho que hacer, mucho en qué trabajar en cuanto a revisión de normas técnicas y tema de colindancias. Este sismo nos dejó varias lecciones que habría que revisar para fortalecernos en el tema de la arquitectura y saber qué medidas tomar para que la conservación del patrimonio sea positiva”.

Indicó que, cada año, la dirección a su cargo realiza aproximadamente 400 incorporaciones a nivel nacional. “La identificación es una herramienta técnica, no un elemento cerrado, por lo cual el patrimonio del siglo XX se tiene en constante revisión y actualización.

“Cada ciudad tiene matices diferentes. No es lo mismo la arquitectura del norte que la del sur o la del centro. Cada una tiene un significado y una voz que tenemos que escuchar de manera distinta. Eso es lo rico del patrimonio del siglo XX: la diversidad de sus materiales, de sus esquemas constructivos; sus distintas temporalidades”.

Añadió que el patrimonio involucra varios factores y es un compromiso compartido con las autoridades federales, estatales y municipales, y los ciudadanos. “La voz ciudadana se ha levantado y acompaña nuestro trabajo. Tenemos un diálogo permanente con representantes vecinales y nos sentamos a conversar sobre diferentes intervenciones de manera abierta. Escuchamos sus peticiones. La ciudadanía es la mejor vigilante que tenemos.

“En el ámbito nacional recibimos un promedio de tres mil solicitudes al año, las cuales hay que evaluar, además de atender una arista muy importante, que es la conservación del patrimonio del propio Instituto Nacional de Bellas Artes.

“Nos toca cubrir las necesidades de mantenimiento de los recintos. Además, hay un programa que mantiene la infraestructura de valor artístico o histórico del INBA. En el caso de los monumentos históricos, trabajamos de la mano del INAH.

“Al final, el patrimonio es una misma línea que tiene varios actores, y el compromiso es de todos: autoridades, sociedad civil, propietarios, desarrolladores inmobiliarios, arquitectos, constructores, académicos. Todos tenemos que contribuir para defender nuestra identidad y nuestra memoria; lo que somos y lo que queremos que disfruten las futuras generaciones”, concluyó la arquitecta Dolores Martínez Orralde.

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