El INBA participó en el foro El bolero como patrimonio cultural inmaterial de México

• Organizado por la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados

• En el evento se leyó un mensaje de la titular del INBA, Lidia Camacho, en el que expresó que “el bolero es uno de los más valiosos patrimonios sonoros y como tal es imprescindible protegerlo del deterioro y del olvido”

“Las fuentes de las que se nutre el patrimonio sonoro de la humanidad son múltiples y diversas, pero las dos que producen más registros sonoros son las grabaciones y la radio. Y es en esos medios precisamente donde el bolero, una de las expresiones de la música popular más extendida, más intensa, halló terreno fértil para crecer y extenderse poco a poco hasta configurar toda una época e influir en las posteriores”.

Lo anterior es parte del mensaje de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, leído durante el foro El bolero como patrimonio cultural inmaterial de México que organizó la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados.     

Durante el evento, realizado el martes 27 de febrero en la H. Cámara de Diputados, Benjamín Rocha, coordinador de asesores en la Dirección General del INBA, dio lectura a la ponencia de la doctora Camacho para el primer panel del foro, titulado Los procesos colectivos para el registro del género del bolero al inventario del patrimonio cultural inmaterial de México, moderado por Cecilia Margaona, presidenta del Instituto para la Preservación y Fomento del Bolero en México.

“Muchas generaciones aprendieron y aprenden a expresar sus afectos a través de un bolero y no solo eso, muchos aprendieron a vivir el amor como se pinta en esas canciones que hablan de lo que a muchos nos ha pasado. Desde los primeros boleros más cercanos hasta los posteriores ya influidos por la música norteamericana, los boleros constituyen desde hace décadas, no solo fuente de deleite musical y literario, sino como uno de los más valiosos patrimonios sonoros y como tal es imprescindible protegerlo del deterioro y del olvido”.

En dicho mensaje, la titular del INBA explicó además que hoy gran parte de la memoria del patrimonio intangible del bolero se encuentra en gran riesgo de desaparición, no solo por la fragilidad de los soportes analógicos en los que reposa, sino también por la obsolescencia tecnológica de los instrumentos que son capaces de reproducirlos y por la inminente desaparición de esos equipos analógicos.  

“Si la creación del patrimonio cultural es una obra colectiva, su conservación es también tarea de todos, no solo de las instituciones que generan los fonoregistros, sino de aquellos que los consumen de distintas maneras y para distintos fines. Esa tarea debemos emprenderla con un entusiasmo que rebase el ámbito de lo académico e invada otras áreas del quehacer ciudadano”.   

Dijo también que salvar nuestra memoria sonora, de la que el bolero es parte insustituible, es luchar en varios frentes, es socializar nuestras herramientas intelectuales, es compartir victorias. “Nos encontramos en una carrera contra el tiempo pues cada segundo una parte de nuestra memoria sonora desaparece y con ella se va también mucho de lo que queremos en el futuro para nuestras generaciones venideras”.      

En su intervención, el escritor Pável Granados abordó el tema La historia del bolero, que planteó que el bolero es una educación sentimental, algo que se absorbe y forma parte del inconsciente, que tiene una realidad práctica en sus ejecuciones, sus voces, su repertorio, su historia, sus letras, sus instrumentaciones y sus compositores. “Es sin duda una manera de ver el amor, a los seres humanos y su circunstancia”.  

Recordó que el bolero es un género que empezó con los compositores yucatecos hace cien años y como fenómeno social culminó a finales de los años sesenta. “Es una manera de interpretación personal que se inició con la imitación de las voces de los discos latinos grabados en los Estados Unidos en los años veinte. Es una instrumentación que se elaboró con guitarras en su primera etapa y luego tuvo un notable momento de maravillosas orquestaciones entre 1925 y 1960, para luego volver a la guitarra”.

La inauguración del foro El bolero como patrimonio cultural inmaterial de México estuvo a cargo del diputado Marko Cortés Mendoza, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y de la diputada Verónica Agundis Estrada, integrante de la Comisión de Cultura y Cinematografía, quienes resaltaron la importancia y trascendencia de la realización de este foro.

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