Arreola me contagió el amor por la escritura: Gerardo de la Torre
- Celebró sus 80 años de vida con un conversatorio en la Sala Manuel M. Ponce
Con un homenaje en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Gerardo de la Torre celebró sus 80 años de vida rodeado de amigos, colegas y discípulos, con quienes compartió una velada de anécdotas acerca de su azarosa vida como escritor.
De la Torre, de buen talante y mejor humor, apuntó que hay que preocuparse por la prosa, por la escritura. No solo importan las buenas historias y los personajes sino también escribir con limpieza y con poder y con la manera de contar nuestras historias. Hay que inventar un lenguaje, dijo y adelantó que la única manera de lograrlo es escribir, escribir y escribir…
El también traductor de Scott Fitzgerald y de Ernest Hemingway comentó que fue en el taller literario impartido por Juan José Arreola en donde se le contagió el amor por la escritura y por las palabras. “Al principio quería emular al maestro Arreola, por eso escribí cuentos ingeniosos o semifantásticos, pero de pronto me di cuenta que tenía al lado el mundo de los petroleros, tema del cual escribí cuatro novelas y 15 cuentos. Todo lo demás, explicó el autor de 32 libros, ha sido varia invención, como diría Arreola”.
De la Torre señaló que Arreola le enseñó el amor a las letras españolas pero su mayor influencia fue Ernest Hemingway, quien nos contaba historias de amor y de guerra. Aseguró el autor de Ensayo general que ambos autores fueron decisivos en su carrera, aunque también mencionó a José Revueltas, de quien aprendí mucho, tal vez por su posición político-social sin dejar fuera la injusticia.
El escritor oaxaqueño, quien nació el 15 de marzo de 1938, dijo que 80 años representan para él una friega, aunque vive rodeado de mucha gente que le ha dado todo su cariño. En la escritura entrego lo mejor que puedo, dijo el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 1992.
El periodista Humberto Musacchio dijo que los 80 años de Gerardo de la Torre fueron bien vividos. Ahora es un hombre vital, agregó. Señaló que al ex trabajador petrolero lo conoció en la oficina de Juan Rejano, quien fue un poeta y comunista español, que dirigió la sección cultural del periódico El Nacional.
A través del mundo literario de De la Torre percibimos una visión diferente de la que tenemos del mundo. El autor es un tipo directo, dice lo que piensa y es poco diplomático. Recordó varias anécdotas del homenajeado, entre ellas que fue escritor de cine y televisión, colaboró en la primera temporada de Plaza Sésamo. A sus 80 años sigue escribiendo y públicando, de ahí que sea un escritor cuidadoso, pulcro y buen armador de historias. Tengo mucho aprecio por sus libros, reconoció Musacchio.
La novelista Silvia Molina dijo que De la Torre tiene una especial manera de mirar: es sentimental y apasionado, entregado a sus causas y bueno para los golpes. Admirador de Hemingway, De la Torre es profundamente humano, ya que lo que le interesa es el alma del ser humano, por eso en sus temas aparecen el alcoholismo, la frustración, el miedo, la fantasía y el amor, entre otros. Su escritura es impecable y expresa nítidamente al hombre y la sociedad, a la vez que lo han comparado con Revueltas, señaló Molina.
Finalmente, el cineasta Felipe Cazals apuntó que Gerardo de la Torre es el único escritor con el que ha trabajado que sabe de cine.
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