Presentan el libro País en vilo. Arte, democracia e insurrección en Venezuela
- Obra del venezolano Roldán Esteva-Grillet en la que se hace un repaso crítico por dos siglos de arte en el país sudamericano
- Coinciden autor y comentaristas que la lucha de los artistas de ese país, en la actualidad, es por encontrar independencia y libertad de creación
- La presentación se llevó a cabo el jueves 7 de junio en el Museo de Arte Carrillo Gil del INBA
Un repaso por el desarrollo del arte en Venezuela, desde el inicio de las luchas libertarias hasta la actualidad, con sus periodos de gloria y otros de decadencia, es lo que ofrece el libro País en vilo. Arte, democracia e insurrección en Venezuela, de Roldán Esteva-Grillet. Fue presentado el jueves por la noche en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), en un evento organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
En el acto participaron el propio autor del libro, Roldán Esteva-Grillet, especialista venezolano en arte e historia, así como la doctora Felícitas López Portillo y el crítico de arte y promotor cultural Santiago Espinosa de los Monteros. El libro fue editado en 2017 por ABediciones, Konrad Adenauer Stiftung, en la Colección Ediciones Especiales de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela.
Con 196 páginas, el volumen representa una mirada retrospectiva a las relaciones entre el arte, la democracia y la insurrección en los últimos doscientos años de la vida de Venezuela, un país que ha vivido épocas de esplendor y se ha colocado a la vanguardia en el arte Latinoamericano, pero en donde, sin embargo, “poco se ha reflexionado en el tema y poco se ha analizado cuál debe ser la conducta del artista y del mismo Estado, respecto de la actividad creadora”.
Aquí, dice el autor, se plantea el estudio del arte en Venezuela desde el siglo XIX hasta el presente, en relación con la política desde tres campos distintos, a veces entrecruzados, otras independientes: la política en las imágenes que produce el artista de manera directa o sugerida; la trayectoria del artista como ciudadano que milita en organizaciones políticas o desempeña cargos públicos, expresa sus ideas, y las políticas de Estado que apoyan o deterioran la expresión de creadores, el desarrollo del coleccionismo de arte, la vida de los museos, los premios, las becas, la censura y el cuidado del patrimonio artístico.
El libro surgió, dijo la investigadora Felícitas López Portillo, de una exposición del mismo nombre, inaugurada en Caracas, Venezuela, en 2012. Es un estudio interesante del desarrollo del arte, de museos, fundaciones, artistas y políticas venezolanas, bien resumidas por el autor, y las influencias recibidas del arte de otros países como México.
“Un deslumbrante repaso del desarrollo del arte venezolano desde el inicio de las luchas libertarias hasta la actualidad, con periodos de gloria y otros de decadencia, pero ligados a la presencia del desarrollo económico, principalmente, de un tiempo para acá, a la venta del petróleo (“la Venezuela saudí”) y su uso como forma de legitimización, hasta llegar alactual desastre, la incubación del huevo de la serpiente, originado por los gobiernos de los últimos 20 años”, mencionó la especialista.
Un valioso estudio, calificó, de un autor que ha sido maestro en diversas universidades de México y Venezuela, y que ahora está retirado, pero activo, como decimos aquí, “descansa haciendo adobes”.
Se trata, insistió, de una “certera radiografía del arte, la política y la economía de Venezuela en los dos últimos siglos, y ojalá tenga en México una buena recepción, sobre todo en estos tiempos que requiere una mayor atención.
Santiago Espinosa de los Monteros, crítico de arte y ex agregado cultural de México en Venezuela (1990-1995), en una etapa de “intensidad en el país en todos los aspectos, cuando surge Hugo Chávez como un atractivo para muchos en el país. Un tipo atractivo y hasta necesario, pero al final, un desastre capital”, dijo.
En su participación, destacó que Venezuela vivió tiempos de esplendor en el arte, pero poco a poco se fue “deshilachando la política cultural al grado de llegar a una desesperación de los propios artistas por la falta de libertades de pensamiento, sin posibilidad de sobrevivir, y poniendo en peligro la riqueza cultural del país”.
Subrayó que, algún tiempo, Venezuela formó grandes colecciones envidiadas por otros países, porque el arte florece hasta en sus peores momentos y el pensamiento no deja de existir. “Su pecado ha sido depender del poder económico”, pero en la actualidad, el libro presentado “deja en claro una lucha de los venezolanos por encontrar espacios de expresión, espacios de libertad”.
Por su parte, el autor de la edición, Roldán Esteva-Grillet, se refirió a la actual situación del arte y la cultura de Venezuela, y coincidió en que, por tradición, en los países latinoamericanos las artes tienen una enorme dependencia del poder, por lo que en la actualidad los artistas venezolanos buscan una independencia del mercado para ponerse al servicio de sus propias convicciones artísticas, buscan ser, no un servidor del Estado sino un profesional del arte para lograr su libertad.
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