Óscar de Buen: padre de la ingeniería mexicana del siglo XX

- Reconocidos arquitectos lamentan el fallecimiento del ingeniero acaecido el domingo 10 de junio
En entrevista, especialistas de gran renombre recordaron al padre de la ingeniería mexicana del siglo XX, quien falleció el pasado 10 de junio.
“Este país nos acogió, nos formó, no podemos cobrar por este trabajo”, cuenta el Dr. Xavier Cortés Rocha, fueron las palabras del ingeniero Óscar de Buen cuando le preguntaron sus honorarios por el diseño estructural del conocido paraguas del patio central del Museo Nacional de Antropología.
Generosamente otorgó su trabajo, dice el arquitecto Cortés Rocha, quien entre otros cargos ha sido Rector interino de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, presidió la Academia Nacional de Arquitectura y fue profesor emérito de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
La figura de Óscar de Buen, asegura Cortés Rocha, es importantísima en la conservación del patrimonio, además, fue notable profesor de su especialidad: las estructuras de acero; autor de varios libros de texto que estudian los ingenieros que se van a dedicar al diseño y cálculo de estructuras. Tuvo gran participación en todo lo que se refiere a monumentos históricos que se tenían que intervenir o se tenían que estudiar, con gran talento e ingenio, el maestro de Buen resolvía los problemas, es algo que hay que reconocerse.
“Don Óscar de Buen se sentaba a la mesa y todos los demás nos cuadrábamos, era una persona con gran autoridad profesional y personal, al tiempo que tenía gran bonhomía, no era una persona soberbia, se sentía uno muy a gusto interactuando con él.
“Es una pérdida, que haya fallecido a una edad avanzada no hará que lo lamentemos menos, nos deja un hueco muy importante a quienes estamos relacionados con las actividades de la profesión de la arquitectura y de la construcción”.
“Muy oportunamente se le hizo el homenaje en Bellas Artes. Con su buen humor habló que era un homenaje prepóstumo, fue profeta en esa afirmación, vamos a extrañar a don Óscar, un gran ingeniero, gran hombre y gran amigo”.
El arquitecto Felipe Leal, ganador de más 16 premios y reconocimientos otorgados en bienales y competencias internacionales, miembro del Comité que inscribió a Ciudad Universitaria en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, director de arquitectura en la misma institución, Miembro Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura, señaló que Óscar de Buen es un referente obligado en la ingeniería mexicana del siglo XX.
“Fue un líder, era el corresponsable de seguridad número 001 en la Ciudad de México, persona importantísima no solo en las obras, sino a nivel de reglamentos y disposiciones, actitud que se tomó después del sismo del 85”.
Hombre de entereza moral y profesional única, de esas personas que casi ya no hay, heredero del exilio español que llegó a México y de las personas con las que el país se ha enriquecido, como muchos de los republicanos españoles. En el campo de la ingeniería sin duda fue líder máximo, formó una empresa referente a nivel de la seguridad estructural en el país, que es Colinas de Buen.
“Siempre tenía alternativas para solucionar muchas de las propuestas arquitectónicas que, en su momento, en el siglo XX se propusieron, un hombre de larga vida con carácter extraordinario. Se sobrepuso a una enfermedad que lo tenía con algunas limitaciones físicas, pero no mentales, su capacidad creativa era sorprendente”
Es uno de los padres de la ingeniería mexicana del siglo XX, sin duda, la referencia obligada ante cualquier diferendo o problema, siempre la resolvía Óscar de Buen, él determinaba si las cosas avanzaban o no, los riesgos de alguna estructura o las posibilidades de otra. Lo vamos a extrañar, afirmó Felipe Leal.
“Lamentamos mucho la pérdida del ingeniero, quien fue alguien fundamental como asesor del INBA, de la Dirección de Arquitectura. Trabajamos muy de cerca con él en muchos de los proyectos que le consultábamos para nuestras intervenciones, siempre generoso, apoyó de manera honoraria al Instituto”, comentó la arquitecta Dolores Martínez Orralde, titular de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes.
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